El No al acuerdo de paz no tiene que significar mas guerra: las FARC quieren la paz y tienen que demostrarlo. Ahora sí que es tiempo de mostrar que el arrepentimiento es verdadero y la voluntad de hacer la paz, determinado.
Las FARC han demostrado que son un grupo criminal de corte mafioso sin ningún respeto por las convenciones de derechos humanos y de la guerra. Su crueldad no tiene límites. La sociedad que los padece está agotada y el país dividido sufre la desigualdad y la falta de oportunidades. Su respuesta al resultado del plebiscito no puede ser más crueldad e infamia.
La mitad de la población ha votado Sí por que no quieren que les venza el odio y la compasión que les hurtaron se les debe. La otra mitad que les dijo No a la impunidad se sienten libres y están en su derecho. Convencerles es su trabajo ahora. Es su obligación.
Si son militares habrán previsto tal contingencia y en su respuesta no puede tener lugar ni la revancha o el rencor ni la soberbia o la cobardía criminal. Solo la Paz y la Justicia.