Foto: Victoria Puerta. Los niños primero. La educación en Colombia comienza a dar frutos.

Me hubiera gustado que la señora que vende empanadas, y que hoy pasaba frío a las puertas del teatro donde el Consulado celebraba la fiesta navideña a los colombianos, compartiera las palabras y la felicidad de Juan Manuel Santos, presidente de Colombia y para siempre el de la Paz. Y no es que no tuviera su entrada, es que el rebusque antes que la fiesta, sigue siendo la elección de muchos colombianos.

Foto: Victoria Puerta. La felicidad y el agradecimiento rodeó hoy al presidente Juan Manuel Santos.

Fue un día intenso en Madrid para los colombianos. En varios rincones de la ciudad encontraron espacio para debatir la paz, o para los más afortunados que acompañaron a Juan Santos en el Teatro Real donde le fue entregado el premio Nueva Economía Forum 2016.

Foto. Victoria Puerta. Enfático, feliz Santos encontró un momento en su corta visita para estar con los colombianos residentes en Madrid.

Pero fue en ese pequeño foro del teatro Príncipe Pío, donde nos sentimos próximos al Nóbel de La Paz, declarado  cómo el personaje en 2016 , que «sin carisma y sin talante reformista ha podido sortear la paz acudiendo a sus habilidades estrategicas» en palabras  del columnista de la revista Semana León Valencia. Santos quiso compartir unos minutos de su tiempo para contarle a los colombianos residentes en Madrid qué se está haciendo en Colombia para construir con solidez el edificio de la paz. “Hoy comenzó un nuevo amanecer”. “Colombia será mejor para sus hijos” y recordó además el trabajo para posicionar mejor el país en los escenarios internacionales, con un objetivo fundamental “educar mejor a nuestros niños.” Se congratuló por el buen desempeño de Colombia en las pruebas de Pisa. “El país está siendo  señalado como una nación que da muchos y buenos motivos para beneficiar a más colombianos En esta ocasión los años de paz van a ser reales”.
Muchas veces he fotografiado y escuchado a Juan Manuel Santos, dejándome siempre una sensación de lejanía, pero éste día   es quizá el único en el que  he visto en sus ojos el brillo de quienes sienten que han cumplido.
El camino es largo y sentiremos que se ha llegado al final cuando nadie tenga que calarse de frío mientras adentro otros más favorecidos disfrutan del calor y la esperanza. Y no obstante, Presidente, ¡Gracias! Hoy en Madrid me sentí representada y me sentiré aún más el día en que todos estemos dentro de la fiesta.