Foto. Victoria Puerta. El color morado fue la esperanza en España.

Después de las elecciones generales en España, no hay ningún grupo político con mayoría para formar Gobierno. Unos dicen que han ganado las elecciones, otros dicen que no las han perdido. La “gente de bien” ha triunfado, pero la “maldad” no ha sido derrotada y las posibilidades de pacto son imposibles, en principio, para el partido más votado; y de probabilidad diabólica para la segunda fuerza en representación al tener que apoyarse en partidos anticonstitucionalistas. El Partido Popular ganó las elecciones y reclama su derecho a formar gobierno, pero no han empezado las negociaciones para encontrar aliados en otros grupos políticos y ya saben que no tendrán apoyo suficiente para gobernar. El PP, partido de derechas ganador, hizo uso de una estrategia excluyente de todos menos de la extrema derecha y los resultados de esas dos formaciones quedaron muy lejos de sus expectativas al no alcanzar la mayoría absoluta. Tampoco parece razonable que propongas una negociación ofreciendo “no seremos rehenes de la voluntad de nadie”.

Foto Victoria Puerta. Rozalén: siempre comprometida con un país ahora polarizado y abocado a una repetición de elecciones.

El actual presidente del Gobierno de España seguirá en el cargo, y con él, todos sus ministros, hasta que no le quede más remedio que presentarse como candidato a nuevo presidente ante el Parlamento de la nación. De momento ha elegido el camino de esperar, mirar y hacerse querer. Pedro Sánchez quiere optar a presidente por aclamación de los partidos políticos distintos a la derecha nacionalista española. Podrán llamarle el “gobierno de perdedores”, pero ese gobierno alcanzaría la investidura con 178 votos a favor, un respaldo del 50,6% del voto emitido o de 12.391.964 votantes. Enfrente tendría al 45,9% del voto emitido o 11.240.352 votantes.

En España después de la crisis financiera del 2008 y las políticas económicas que impuso el Gobierno europeo y su brazo ejecutor, el BCE, se consiguió, con la intervención filibustera de los gobiernos de Zapatero y Rajoy y la complicidad de todo el entramado supervisor de las prácticas económicas: Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores; y la implicación del Tribunal Supremo de Justicia de España (por la mañana dio a conocer una sentencia que perjudicaba al sector financiero, al mediodía la suspendió y por la tarde la rectificó. En un solo día el Tribunal Supremo emite dos sentencias sobre el mismo asunto, contradiciéndose); cargarle el mochuelo a gran parte de la población, evitando así, un desembolso mayor del que se hizo por parte del erario público para estabilizar el sector bancario. En pleno desarrollo de la crisis financiera, cuyo origen está en la falsificación de la contabilidad de los grandes grupos que controlan el capital mundial, en España se da rienda suelta a imaginativa ingeniería contable y al enmascaramiento de la cuentas de bancos y empresas; de ese modo, se estafa a ahorradores e inversionistas, con la apropiación de los ahorros de las clases medias y trabajadoras mediante el engaño sin ninguna consecuencia punible para los que gestaron esa orgía de latrocinio. Un ejemplo significativo es el caso de la empresa multinacional española de energías renovables, Abengoa. En el año 2014, un escolar llamado José Baltá, como trabajo de una de las materias que cursaba, hizo un análisis de las cuentas de esa compañía con los datos publicados en el Registro Mercantil y destapó que era una empresa en quiebra; sumó, restó y se desconcertó al no poderse explicar cómo el balance aparecía con un pasivo en positivo cuando la realidad era de una deuda monstruosa respecto de los activos de la empresa. La quiebra fue inminente, pero un detalle de esa realidad es el papel jugado por el actual jefe de la diplomacia de la UE. Josep Borrell tenía asiento en el consejo de esa entidad, seguramente su puesto se debía a su impresionante currículum académico, y en el juicio que se siguió contra el presidente de Abengoa, el Sr. Borrell excusó su propia responsabilidad en el asunto y afirmó que «ojalá hubiese en España muchos empresarios como el Sr. Benjumea». Del descontento que surge en la sociedad de perdedores, sin vivienda y con deuda, sin ahorros, sin trabajo o con trabajos de esclavos, surgen formaciones o empresas políticas que reciben el rédito de la desesperación de los votantes y el parlamento español se fragmenta como nunca se vio, pero los nuevos grupos, la “nueva política”, hace uso del viejo recurso del aprovechamiento del miedo para sus propios intereses. Aparecen nuevas marcas político-empresariales y hay que alimentarlas, a como dé lugar, en medio de la guerra mediática y judicial, que promueve el poder establecido, de modo exclusivo, contra los nuevos actores políticos que se conceptúan de izquierdistas.

La corrupción de los partidos políticos es fundamental en esa fragmentación, se roba y se pervierte el funcionamiento de las instituciones del Estado de una forma obscena, con publicidad y sin apenas consecuencias jurídicas para esos delincuentes que ocupan puestos de enorme relevancia en la jefatura político-económica y policial del Estado. Un sinsentido que parece haber borrado la pandemia del COVID, que ha sido enfermedad, dolor y muerte, y sobre todo, un ensayo del uso del miedo como forma de control social de la población humana del planeta y el descubrimiento de la avaroinflación.

El asunto capital en la España del 2023 es cómo encabeza uno u otro el gobierno de la nación. El primer partido político en los resultados y el segundo se excluyen mutuamente al querer cada uno apropiarse de la jefatura del nuevo ejecutivo. El primer partido, confiado en unas encuestas testosterónicas, ha despreciado cualquier posible alianza con otras formaciones fuera de la extrema derecha que puede ser considerada un alien salido de sus entrañas o excrecencia de sí mismo.

El grupo VOX nace en 2014 impulsado por dirigentes muy valiosos dentro del PP. Vox nace para ocupar un espacio político que hasta ese momento cobijaba el PP. El líder de Vox es don Santiago Abascal Conde, político vasco que continúa la saga familiar que inició su abuelo. Su familia hunde sus raíces ideológicas en el franquismo y su padre está en el PP antes de que se llamase así. El Sr. Abascal se faja su militancia desde los 23 años en primera línea del PP vasco, enfrentando a la banda criminal de ETA; tristemente recordada por sus extorsiones, secuestros y asesinatos, como forma de ejercer la política. Un año antes de que ETA anunciase el abandono definitivo de la lucha armada, Santiago Abascal, deja el territorio vasco y se instala en Madrid bajo la protección de Esperanza Aguirre, siempre un poder en la sombra en el PP, y cuando el olor de la corrupción del su partido inundaba España entera, él sale y funda un nuevo partido con la colaboración de otros fieles de doña Esperanza, ella se queda en el PP, pero extiende con Vox su doctrina del “neoliberalismo económico extremo”. El partido político VOX tiene en su esencia ideológica valores ciudadanos como el machismo, la xenofobia, la homofobia y niegan el cambio climático originado por la actividad humana. Para entender su ideal de interlocución social habría que mencionar aquí a una organización mercantil que mezcla la ideología de extrema derecha con la actividad empresarial. Desokupa podría ser el embrión de la milicia de Vox, al modo de las SA nazi, y actualmente funciona como una empresa de servicios. Esta empresa ejerce su labor de forma paralegal o con el amparo de policías y la benevolencia de la fiscalía y de los jueces. Actúan contra las personas más desprotegidas y en situación vulnerable, que tienen problemas de deudas con propietarios inmobiliarios, y para resolver los conflictos hacen abuso de la intimidación, el insulto, las amenazas, el escándalo público, el acoso, etc. Todo con el fin de atormentar a sus víctimas y hacerles caer en la desesperación. Llegan a la puerta de un domicilio legalmente establecido y la aporrean, llenan de insultos al inquilino delante de sus hijos pequeños, le escupen a la cara, le amenazan, y todo eso con la protección de los «compañeros policías» que asisten impasibles al espectáculo con la única misión de intervenir si el violentado no acepta de buen grado el papel que tiene asignado.

El crecimiento del PP en estas elecciones pasa por la absorción de otro partido político, marca blanca del mismo PP: Ciudadanos. Este grupo se inicia en Cataluña cuando el PP no conseguía penetrar en ese mercado electoral y creció hasta ser la primera fuerza política de Cataluña. Luego vendría su crisis existencial cuando demostró que no era sino un apéndice a las órdenes del Partido Popular. Lo curioso y que, para los que desconfían de las casualidades, resulta revelador; es que en el año 2006, cuando se funda Ciudadanos, el plantel de artistas, intelectuales y periodistas, que apoyan su nacimiento, aparecen ocho años después apadrinando el nacimiento de Vox. El PP ya reabsorbió a su criatura, Ciudadanos, y si nadie puede formar gobierno, en unas nuevas elecciones, Vox se puede dar por desaparecido del panorama político nacional.

Hay situaciones en las que el lenguaje político denota una intención inequívoca y se debe de entender como un metalenguaje equiparable al jurídico o el científico: lenguaje denotativo o sin ambigüedad. El Partido Popular ya tiene marcada su estrategia y ha puesto nombre a lo que viene: “gobierno de perdedores”. El Sr. Núñez Feijóo no quiere hablar de sus errores, pero el primero, el que le puede cerrar toda posibilidad de gobierno con esos resultados electorales, es su coalición con la extrema derecha; la misma que afirmó, segura de su llegada al gobierno, que prohibiría partidos políticos, cerraría medios de comunicación, rompería el estado de las autonomías e incendiaría las calles con el fuego purificador de los antipatriotas. Habría que recordar a Cervantes cuando dice en el primer tomo del Quijote: “de los pecados que se cometen, nadie ha de echar la culpa a otro, sino a sí mismo”; o del mismo autor en Los trabajos de Persiles y Sigismunda, “la libertad no debe de ser vendida por ningún dinero”; por último y mas a propósito, también del Persiles, “la necesidad es maestra de sutilizar el ingenio”. Al presidente del PP no le hace falta que le digan nada porque él sabe que lo que le toca es hacer la maleta y, antes o después, marcharse sino consigue la presidencia del gobierno. Ya tiene recambio y se llama Isabel Díaz Ayuso. Los dos políticos coinciden en ser corruptos con bula, actúan contra la moral y contra la ética del funcionario defensor del bien común, y enfrentan a don Pedro Sánchez Pérez-Castejón con todas las armas al alcance de su magín, incluidas la mentira, el enredo, la falsificación y la calumnia.

Foto. Victoria Puerta. Pedro Sánchez: la mirada de la promesa.

El otro grupo político que puede alcanzar el poder es el PSOE. El Sr. Sánchez ha demostrado la capacidad de gobernar en coalición minoritaria y en las circunstancias mas adversas. Después de estas elecciones tiene apoyo de la derecha e izquierda nacionalista vasca, del partido nacional de izquierdas, SUMAR; de la izquierda nacionalista gallega, y le toca gestionar el apoyo de los anticonstitucionalistas soberanistas catalanes de izquierda y derecha, los dos grupos con antecedentes penales en sus dirigentes, que utilizan la falsificación de la historia, la manipulación y la mentira para defender lo que es justo, ni más ni menos; su plata: los catalanes quieren que el Estado español les trate, y ni siquiera querían llegar a tanto, como si fuesen vascos. Recabar el apoyo para gobernar de grupos delincuenciales no es grave en el panorama español. Qué reproche puede hacer una sociedad a políticos que pactan con condenados o huidos de la Justicia, cuando el líder mayoritario del país se reconoce a sí mismo como transigente con la mafia del narcotráfico y colaborador en sus negocios de blanqueo desde su puesto de funcionario público. Eso sí, aquellos contratos se perdieron en una riada… Sutilezas del mundo jurídico: no existe la prueba, pero está la anotación de los contratos públicos adjudicados.

De todos modos, alcanzar un acuerdo con la formación del Sr. Puigdemont es entrar en un compromiso diabólico. JUNTS es el reflejo distorsionado de Vox en el espejo; los dos son hipernacionalistas, de derechas; unos, devotos del Abad de Monserrat, y los otros, del Abad del Valle de Los Caídos por Dios y por España; son excluyentes, xenófobos y racistas. Unos se rebelaron contra el orden constitucional y los otros quieren cambiar la Constitución para hacer más desgraciada a la gente, unos tienen una herencia de acreditada corrupción y a los de Vox la honradez se les supone, porque todavía no han tenido ocasión o no tienen, como otros, a un juez revisando el gasto de hasta el último céntimo del dinero que reciben del Estado ; JUNTS tiene a toda su cúpula con antecedentes penales y Vox, no. JUNTS es el resultado de la sustitución de una marca política que gobernó muchos años en Cataluña y que fue condenada en los tribunales por su corrupción sistémica. Que entre el diablo y escoja.

Foto. Victoria Puerta. El esplendor de la expectativa y la confianza.

Los votantes españoles han convertido en protagonistas a partidos políticos con un diputado. La pluralidad del voto refleja una sensibilidad de la sociedad que los elegidos en el casting no son capaces de asumir y es algo usual en el desempeño democrático: el que gana se lo quiere llevar todo. Esa diversidad en la percepción de los asuntos públicos: los propósitos, el contenido, la gestión, la simpatía o el rechazo; cuando no existe una sensibilidad que reconozca, estime, de valor e incorpore esas diferentes formas de apreciar lo público, provoca la fragmentación del voto electoral. La pluralidad de sentimientos y preferencias del electorado, la mayor parte de las veces no son contradictorias unas de otras, muchas posturas radicales y enfrentadas tienen su origen en problemas para la percepción de la realidad y eso es algo que los políticos no saben ver o no son capaces de enfrentar; les importa más sumar y restar para que la cuenta final les sea lo más favorable posible. Antes que juristas, economistas o expertos en la “ciencia política”, los gestores de lo público deberían de ser buenos ajedrecistas. Está demostrado que no existe una teoría política que por sí sola de respuesta a las necesidades de la sociedad. El sectarismo y la intransigencia son fuentes de conflictos. Cuando el político no resuelve los conflictos sociales y los aviva para sacar provecho, la consecuencia es el enfrentamiento, el desapego, el odio, la violencia y el caos; que son las semillas de la quiebra democrática.

España ha vivido una legislatura brillante en la que multitud de Leyes han visto la luz para hacer más democrática a la sociedad española, y eso no podría haber sido así si el Parlamento hubiese tenido una mayoría política con principios inamovibles del movimiento. La fragmentación y la necesidad de encuentro entre las distintas miradas para sacar adelante los proyectos, ha posibilitado que la verdad no sea una y que las distintas caras que tiene la realidad se reflejen en unas normas complejas y cercanas a las necesidades de las personas. En estos momentos, las posibilidades de formar gobierno pasan por una palabra que muchos quieren utilizar como fuente de agravio y de miedo: amnistía ¿Acaso cuando alguien pide un indulto o reclama una amnistía no se reconoce como delincuente? Hay que darle el valor preciso a la palabra y todo pasa por el reconocimiento público del error y la promesa de que nunca más. La contumacia procesal y la persistencia en el error no deben de ser premiadas y la transigencia o relativización de esas conductas sólo conducen a nuevos enfrentamientos.