De la visita de mi archivo fotográfico, un adelanto de lo que quiero sea una serie que rinda homenaje al formato analógico, tan rico en calidad fotográfica y humana.

 

En la editorial Alfaguara, hoy Pengüin Randon House, un orgulloso José Saramago, posa rodeado de las caratatulas de sus libros, en el homenaje que le hizo la editorial por su premio Nobel.  

Todo tiempo pasado fue distinto. Ahora que reviso mi archivo fotográfico realizado en diapositivas, saltan todo tipo de recuerdos y experiencias. Son imagenes que iré publicando, pues corresponden a un época de grandes figuras literarias, y liturgias culturales auspiciadas por centros de cultura que valoraban la cercanía, el amor a la cultura y al  acto de encontrarse con los creadores del momento, compartiendo cara a cara sus obras e historias.

Gabriel García Marquez leyendo un adelanto su novela recientemente publicada » Agosto Nos vemos» en la Casa de América en 1999.

Los años noventa, época dorada y feliz para la cultura y la fotografía en España. Estaban todos, iban todos y no para llenar estadios con sus canciones, sino para trasmitir el mundo difícil y encantado de América Latina. Las fotos se hacían en ese formato inolvidable que es la diapositiva, porque era arte, espera, belleza y entrega.

 

La actriz Cristina Umaña, rodeada de todas las promesas literarias de América Latina, hoy consagrados, como el mexicano Jorge Volpi o el colombiano Santiago Gamboa.

Ernesto McCausland, en la presentación de su película El último carnaval en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, donde recibió el Premio del Público.

 

Imagen de unos pletóricos reyes de España, antes de escándalos y descrédito, con Andrés Pastrana y su esposa Nora.

 

La gran pianista Teresita Gómez, cuya biografía acaba de ser publicada, en un momento de reflexión o melancolía!