La aparición de nuevos jugadores que, apoyados en la tecnología, están ofreciendo servicios financieros que hasta ahora eran exclusivos de las entidades bancarias tradicionales, está revolucionado el panorama del sector financiero. En la actualidad no son solo los bancos los que están brindando a los ciudadanos un amplio abanico de servicios, sino también otros actores que están ingresando al ecosistema y en la actualidad tienen un papel protagonista, en parte, gracias a sus diferenciales dirigidos hacia poblaciones sectorizadas.

Pasarelas de pago, fintech, SEDPES, Bigtech y otros participantes integrados a este escenario, están dándole a los bancos una interesante competencia que busca aumentar la capacidad y las opciones de servicios financieros para miles de usuarios en Colombia. En los últimos meses, por ejemplo, la opinión pública conoció que el Gobierno Nacional le dio vía libre al funcionamiento de un mayor número de SEDPES (Sociedades Especializadas en Depósitos  y Pagos Electrónicos), que tienen como objetivo aumentar la inclusión financiera, aproximándose a colombianos con bajos ingresos y altos índices de informalidad.

No es un dato menor. Las SEDPES cuentan con un porcentaje importante de usuarios que están trabajando bajo condiciones insuficientes. De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), más de 5,5 millones de trabajadores están ejerciendo sus labores bajo la informalidad; esto quiere decir que se desempeñan en el ‘rebusque’, en empleos con bajos ingresos, inestables, sin acceso a ningún tipo seguridad social y al sistema financiero nacional.

En ese sentido, el último reporte trimestral de inclusión financiera de Banca de las Oportunidades, aseguró que el número de adultos en Colombia con ingreso al sistema bancario creció entre junio de 2018 y 2019. Durante este periodo un millón de personas mayores de edad se integraron al sistema, por lo que ya son cerca de 29 millones de individuos con productos bancarios.

De otra parte, el ecosistema fintech también está incrementando su posicionamiento en el país. El más reciente informe de este año de la firma Finnovista, denominado “Fintech Radar Colombia”, analizó que Colombia cerró 2018 con 215 empresas fintech, de las cuales 78 se crearon el último año (al tiempo que 22 dejaron de existir), lo que significó un crecimiento del 45 por ciento.

Las pasarelas de pago, servicio que se implementa en las tiendas electrónicas para facilitarle el pago a los clientes, tampoco se quedan atrás. De acuerdo con datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCE), este tipo de plataformas ya alcanzan a ser 97 en el país, con cierre a 2018, lo que significa un crecimiento del 54%. De estas, 27 están afiliadas a la CCE, mientras las otras funcionan de manera independiente.

El panorama está cambiando. Es evidente que múltiples actores llegaron a irrumpir el ecosistema financiero del país que durante años mantuvo una dinámica constante. Sin embargo, la población bancarizada es cada vez mayor, por lo que permite que lleguen nuevas entidades con la capacidad de ofrecer servicios que satisfagan la alta demanda de usuarios  diversos que existen y los potenciales usuarios.

La cuarta revolución industrial y las nuevas necesidades de los consumidores de vivir experiencias simples han llevado a las entidades financieras a redefinir lo que es un banco en una era donde lo digital acaparó el día a día de los seres humanos. Es por ello que, ante las nuevas expectativas que han surgido, estas entidades han reaccionado con soluciones digitales, entendiendo que la articulación entre los bancos y las fintech es una prioridad, brindándole soluciones a los colombianos para realizar compras y pagos a través de herramientas como el código QR o billeteras móviles disponibles en el mercado.