Por: Sebastian Gallego

Master of Public Administration (MPA) – The London School of Economics (LSE)

El inicio de una presidencia de izquierda en Colombia y la coyuntura política y económica a nivel global han despertado un interés en los analistas de políticas públicas, inversionistas, empresarios y familias colombianas en el cómo se verán afectadas sus finanzas en los años venideros. Eso dependerá de cómo el nuevo gobierno de Gustavo Petro enfile a sus mejores técnicos y políticos para definir la política fiscal. Adicionalmente, el Banco de la República, manteniendo su independencia, tendrá que tomar decisiones en su política monetaria.

La pandemia del COVID-19 trajo varios retos a los gobiernos de izquierda y derecha: mantener los empleos, implementar medidas sanitarias, desarrollar un programa de vacunación eficaz y mantener el flujo en la cadena abastecimiento a pesar de las restricciones. Sin embargo, la guerra en Europa entre Ucrania-Rusia y la política de “cero-COVID” en China han generado una disrupción en la comercialización de productos a nivel global. En el caso colombiano, hay que agregar la devaluación del peso colombiano frente al dólar, y los efectos colaterales del paro nacional o crisis social del 2021. Estas circunstancias, son el insumo perfecto para aquellos líderes proteccionistas y populistas para sobresalir en la arena política.

Durante la campaña política en Colombia algunos candidatos, irresponsables pero astutos políticamente, justificaron la subida de precios en los alimentos al gobierno de derecha de Duque. Ese mensaje caló entre muchos electores, y es una de las razones de la victoria del nuevo gobierno de izquierda. Sin embargo, hay que destacar que el gobierno de Iván Duque (2018-2022) logró estimular la economía colombiana después de la pandemia del COVID-19 logrando un crecimiento del 12.6% en el segundo trimestre del 2022 respecto al mismo periodo de 2021.

El gobierno de Petro y su mayoría en el Congreso están enfocados en hacer los mayores esfuerzos hacia la Paz total en sus primeros 100 días de gobierno. Por otra parte, sus electores también esperan más iniciativas progresistas en términos económicos como distribución de tierras, impuestos a los ricos y mayores beneficios estatales para enfrentar la desigualdad del país en el nombre de la Paz. Sin embargo, es probable que algunas decisiones populistas puedan contribuir a una posible espiral de precios-salarios por la inflación, si no se evalúan con rigor técnico y se discuten entre los gremios de trabajadores, empresarios y el gobierno.

La inflación es un aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios que afecta a todos los ciudadanos, especialmente a los sectores más pobres, elevando el costo de vida. Según cifras del DANE, el Índice de Precios del Consumidor (IPC) registró una variación anual de 10.2% en julio-2022 con una tendencia creciente desde el 2021 ¿cómo se está preparando el gobierno colombiano para enfrentar este fenómeno? ¿operativos de control de precios? ¿cuáles serán los argumentos del gobierno para justificar una posible estanflación* en la economía colombiana en el 2023? El Banco de la República empezó a tomar acción subiendo las tasas de interés al igual muchos Bancos Centrales en el mundo. Por ahora, sólo queda por decir, se espera más gobierno y menos mensajes en redes sociales para enfrentar un problema económico que una vez más está entre nosotros: la inflación.

*Palabra compuesta para describir una coyuntura económica cuando se produce un estancamiento de la economía y el ritmo de la inflación no cede

Referencias:

DANE – IPC para el mes de julio 2022 link

Inflación – Banco de la República link