Hace unas semanas les contaba que, como ejercicio académico, les pedí a mis estudiantes de Redes Sociales y Plataformas en la Universidad Externado que escribieran una entrada para publicar acá en los Marmotazos. Pues bien, hoy empezamos. Todos los martes y viernes a la 1PM estaremos publicando una entrada diferente de uno de ellos (la clase es de 1 a 3 ambos días). Hoy le corresponde a Nicolás Carvajal, quien hace una crítica al periodismo actual. Claro, este ejercicio se verá reflejado en su nota final, así que les agradezco comentarios. Lo que me gusta de esto es que quizás descubramos nuevos talentos; esta puede ser la primera publicación en medios de los grandes periodistas de mañana. Pueden ustedes estar presenciando historia, sobretodo si soy buen profesor, que aún está por verse, jajaja (¿soy el único que se está riendo?)
Muchas gracias a todos por su lectura y comentarios. Yo, como siempre, espero publicar los jueves. Y digo «como siempre» y «espero», porque siempre quiero pero no siempre puedo. En todo caso disculpen.
Los dejo entonces con la entrada. Feliz lunes para todos.
El periodismo sin ética en un país del espectáculo
Por: Nicolás Carvajal.
Desde hace un tiempo el periodismo colombiano ha perdido fuerza. Perdió corazón, objetividad y, lo más importante, ética. Lo que siempre ha criticado la mayoría de la población colombiana sobre los medios de comunicación es la constante y notoria alineación con el gobierno de turno. No digo que esto solo pase aquí, pero existen periodistas que no disimulan su afán por tener más poder ocultando la “verdad” y defendiendo los intereses privados de los dueños de los medios. Pero pienso que esto no ha sido un problema solo de los noticieros o periódicos, influye mucho la población donde también me incluyo yo. Un pueblo facilista, conformista y todavía bastante godo. Un pueblo al que -ojo, no generalizo- le gusta el morbo, el espectáculo y el chisme; lastimosamente los medios están produciendo contenidos de ese tipo para distraer a la población. Algo que está mal porque en vez de educar a la población, la desinforman y la suman en la ignorancia.
Luego de esta pequeña introducción hablaré del causante de esta columna: el episodio del ex-general de la Policía Nacional, Rodolfo Palomino. Lo de Vicky Dávila fue una mala decisión, faltó a su ética periodística metiéndose en la vida privada de un civil; porque sabemos que la “comunidad del anillo” es un caso de corrupción grave, pero si el general o el senador son homosexuales, eso no le incube a nadie. Es su vida personal y ellos pueden hacer lo que quieran. Aquí entra el problema en cuestión. El cubrimiento que hicieron los medios televisivos y algunos radiales fue paupérrimo. Más que una investigación a fondo sobre la “comunidad del anillo”, se cometió una ligereza por lograr más rating y se vulneró la privacidad de un hombre; y el hecho no esclareció nada sobre lo que aparentemente se estaba informando. Es un caso degradante; una simple noticia desnudó lo mal que están los medios de comunicación. Muestran el espectáculo, el morbo pero en sí, lo importante, la investigación periodística no está por ningún lado. Y la gran mayoría mira lo mismo, «qué horror que un general de la policía sea homosexual» y no «qué horror las muertes causadas por el escándalo de la ‘comunidad del anillo’”. Y no solo es este caso, ha ocurrido en varios. Uno reciente fue la visita del Papa Francisco al país de México. De gran relevancia porque este país tiene y viene acarreando unos problemas fuertes. Violencia y narcotráfico. Además de la frontera con Estados Unidos que ha sido tema de discusión por muchos años. También la discriminación hacia los indígenas en propio territorio mexicano. Con un evento tan importante y de un contexto mundial tan fuerte se presta para que los medios de comunicación colombianos hagan un cubrimiento a la altura. Pero no, muchos se preocuparon por mostrar si el Papa se equivocó en una frase y los vestidos de los mandatarios invitados. Algo triste, deprimente.
Todavía podemos tener un cambio. Estamos a tiempo, seguimos teniendo periodistas con criterio y personas que les gusta informarse y educarse. Pero todos tenemos que hacer parte del cambio. De parte de los medios de comunicación volver a tener esa fuerza de antes. Salirse de esa inmediatez insulsa que ha creado las tecnologías. Investigar, tener fuentes y hacer un contexto para que el producto final sea una noticia bien hecha. Salir de esa banalidad y mediocridad de productos periodísticos. Y la población tiene que tener un sentido de mayor pertenencia por su país, para así crear mejores medios de comunicación que no crean que el pueblo es ignorante.