Pues sí, lo acepto: sucumbí a Pokémon GO. Y es que soy de esos que vio muchos capítulos, que lo jugó en GameBoy, que luego lo jugó en PC con emulador. Al principio me negué, soy rebelde porque el mundo me hizo así. De esos «rebeldes» que se niegan a caer en cuanta moda pendeja aparece, y así es como no tengo un solo vinilo (al menos no fabricado en esta década, porque tengo un montón de Soda Stereo, de Llena tu cabeza de rock, de Toreros Muertos, La Trinca y Barón Rojo), como tampoco jugué Candy Crush, como no vi «Yo me llamo», no sé lo que es estar «A otro nivel» ni sé por qué los rolos caemos mal en «Desafío: Súper Humanos».

Como paréntesis, acá les comparto 17 consejos para jugar Pokémon GOCómo obtener a Pikachu y una Tabla con las recompensas por cada nivel.

Aunque, pensándolo bien, no me pierdo película del universo Marvel ni de DC Comics. Fui a ver «Buscando a Dory» y me sé los diálogos de «Buscando a Nemo». Bueno, eso último es culpa de Ángela, mi novia de aquella época que me regañaba alzando los brazos como los cangrejos en la Bahía de Sydney. Hey, HEEEEEEY. Aunque luego me consentía y me hacía cariñitos mientras decía «Soy una pidaña». El caso es que con Pokémon GO sí caí, y lo hice con plena consciencia, como quien da ese salto al vacío con total convicción, sin gritar «JERÓNIMOOOOO» ni echarse la bendición antes. Me vendí cual guaricha.

También les confieso que no llevo ni 24 horas con el juego instalado y ya soy nivel 4 (se necesita ser nivel 5 para entrar a los Gimnasios), tengo 10 pokemones y he visto a 12. Se me escapó un desgraciado Caterpie en Usaquén. En mi blog personal espero incluir algunos tips para jugar, y a medida que vaya aprendiendo voy completando.

Lo vergonzoso de todo esto es que capturé un Pokémon mientras estaba en reunión con un cliente. Y es que fue imposible no hacerlo, ¿no ven que estaba sobre el computador donde teníamos la presentación? Nos hice un favor a todos, ¡se habría podido perder toda la información! Si lo ven bien, yo vengo siendo un héroe. Salvé la venta. Además tengo que ser siempre el mejor. Mejor que nadie más.

Gracias a @Shigeru_san por la imagen.

La reunión era por Usaquén y debía ir por Hacienda Santa Bárbara. Para los que conocen, en el paso peatonal entre el parque y el centro comercial suelen ubicarse unos vendedores de artesanías. Yo iba con mi celular en la mano, con los ojos puestos en él y sin darme cuenta de nada alrededor, cuando noté que apareció mi primer Pidgey (tengo 3, aunque le tengo más cariño al primero, al mayorcito). Estaba sobre las mochilas «imitación Wayúu», mirándome amenazante, como diciendo «a ver, Marmota, atrévase a capturarme si es tan machito». Y yo que soy tan machito como debe serlo un aspirante a Maestro Pokémon, le lancé mi primera pokebola. Fallé. El pajarraco ese se burlaba de mí, lo juro. Desperdicié como 5 pokebolas en él y, justo cuando lancé mi mejor tiro con chanfle (con curva, para los no-futbolistas de barrio) llegó el dueño de las mochilas y me dijo «a la orden, amigo, ¿cuál le gusta?». Me dio vergüenza decirle que en realidad estaba jugando Pokemon así que solo le dije «No, no es para mí, le estoy mandando una foto a mi prima para que escoja el color que más le gusta». Yo creo que el tipo se dio cuenta y se fue diciendo «otro con ese jueguito pendejo». Pero no me importa, los maestros pokémon no necesitamos el reconocimiento del resto de la humanidad (bueno, cuando sea Maestro lo podré decir con propiedad).


Fuente: Facebook (no recuerdo de quién).

Hay que reconocerle cosas buenas al juego, esto lo digo en serio. Es real que motiva a caminar más. Yo me caminé casi todo Usaquén entre las calles buscando cosas, pasé por calles que no conocía, vi tres parques que no tenía idea que existían. También es real que uno se emboba (más) con el celular, porque no despega la mirada, no se observa lo que hay alrededor. Es real que si no se tiene cuidado, nos puede agarrar un carro. Y el susto tan berraco cuando un carro te pita al lado mientras están concentrado mirando el celular… no tiene nombre. O sea, me contó un amigo.

Hay que tener cuidado con la gente que maneja y juega Pokémon GO. En Estados Unidos ya pasa. Lo digo en serio; así de adictivo es el juego.

En muy pocos días, el tiempo promedio de uso de Pokémon GO es mayor que el de Whatsapp, Instagram, Snapchat y Messenger. Es más, en México un personaje muy pilo y con alma de emprendedor, está ofreciendo servicios para llevar a la gente en su carro a capturar pokemones. OK, honestamente no sé si es real, pero no se me haría raro.

Fuente: Facebook de un montón de gente.


A estos pobrecillos los rescaté en Usaquén. Estoy buscando un santuario natural para dejarlos en libertad y que se rehabiliten.

Al final del día se me fue pasando la vergüenza. ¿Saben por qué? Porque mientras fui a capturar un Doduo, vi que había otros tres tipos, amigos entre ellos, intentando capturarlos también. Lo mismo me pasó un par de cuadras más al norte, cuando yo iba caminando por ahí mirando mi celular y sin darme cuenta de nada a mi alrededor, ya iba a capturar al bicho ese cuando ¡PUM! se desapareció así, como si nada. En medio de mi frustración porque se me escapó, escuché una queja desesperada: «Marica, se perdió, ¿qué se hizo?», y cuando volteé a mirar, había dos manes, en bermudas y chancla, celulares en mano. La verdad se veían ridículos jugando Pokémon GO. Yo no, porque yo no uso bermudas y chancla en Bogotá.

Eso es en el 9/11 Memorial. Fuente: NY Daily News.

En fin, somos muchos. Y eso que supuestamente en Colombia aún no se puede jugar, porque el juego solo está disponible en Australia, Norte América y algunos países de Europa y Asia. De hecho, ¿se imaginan lo que pasa en Estados Unidos? No sé si sabían, pero un montón de gente fue a capturar Pokemones en el monumento «9/11 Memorial» en Manhattan, igual que en el Museo del Holocausto (acá la nota). En Wyoming, una mujer de 19 años que estaba persiguiendo uno, se acercó a la orilla de un río hasta que casi se tropieza con el cuerpo sin vida de un hombre. (Acá la noticia en CNN)

Siendo así las cosas, que uno vaya a capturar un Squirtle en el baño de mujeres gritando «Vamo a calmarno» no es tan escandaloso. Al menos eso es lo que debí explicarles a las 3 viejas que por poco me agarran a carterazos. Menos mal yo corro rápido.

@OmarGamboa

Y no te vayas, ¡porque sigue el PokéRap!

Gracias a Oscar Niño en Facebook por la sugerencia a la banda sonora de la semana.


Esta vez sí publiqué jueves. Y tempranito. Qué juicioso me he vuelto, ¿no? Me merezco al menos un café con almojábana. Me avisan que yo me dejo invitar.

Como les decía más arriba, en mi blog personal les compartí  17 consejos para jugar Pokémon GO. También les explico Cómo obtener a Pikachu y una tabla con las recompensas por cada nivel alcanzado.

No les había contado, esta semana lanzamos el sitio de Colombian English. Ahí pusimos unos mugs a la venta, para el que quiera, bien pueda. Basta con que entren a ColombianEnglish.com. Me cuentan qué tal. Seguro hay muchas cosas qué mejorar, pero estamos empezando.

Esta semana no tengo mucho qué contar, así que no alargaré más el cuento. Ah, bueno, si les gustó la entrada, compártanlo. De pronto a sus tías también les gusta. Nos leemos el otro jueves, ¡chau!


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Pero si quieren les recomiendo algunas entradas anteriores: «Ay, tan maduras«, “El problema no es UBER“, «10 Señales de que simplemente no te quiere«, «La crisis con el Madrugón en Falabella«.


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