Hace unas semanas estaba en una reunión con unos amigos, en el apartamento de uno de ellos. Hace rato no nos veíamos. Como suele suceder en esas reuniones de reencuentros, es como volver a conocerse las mañas, recordar otras, ver cómo unos han engordado y se ven más cachetones, o qué tan calvos andan ahora (los demás, yo sigo siendo el mismo joven esbelto y bello de siempre).

Como en todas las reuniones de apartamento, uno de mis amigos sacó un cigarrillo y lo encendió. Lo que sí fue diferente a todas las reuniones con ese parche es que mi amiga, la dueña del apartamento, tan pronto vio «el chicote ese» encendido, lanzó un alarido digno de Tarzán y Jane en sus mejores años por allá en las selvas africanas. Mi amigo quedó perplejo porque Sara era la más fumadora de la vida. Ella era de las que en los huecos entre clases encendía el cigarrillo, y si el profesor se demoraba 15 minutos, ya había encendido el otro. No concebía el tinto sin fumar, no había rumba sin cajetilla. Y así.

Cuando gritó alarmada fue como si Juan Valdez le hiciera el feo a un tinto cargado, y todos la miramos extrañadísimos esperando explicación. «Es que yo ya no fumo». Nos dijo que se cambió a un dispositivo de esos que calientan tabaco, un IQOS, y que anda feliz. En parte, dice ella, porque el cigarrillo deja mucho humo y no le gusta que el apartamento quede oliendo a ‘chicote’ tres días seguidos. Ahí empezó la discusión.

Varios de mis amigos decían que usar esos dispositivos daba la misma que fumar cigarrillo, otros decían que sí es mejor porque no se quema nada (así que no deja ceniza, ni bota humo), por lo que es mejor para la salud. Otros decían que el olor no les gustaba, pero Sara dice que se siente mucho menos que el cigarrillo. Ahí duramos un buen rato y no hubo una conclusión definitiva. Entonces me di a la tarea de mirar e investigar.

De hecho, le pregunté a un amigo que trabaja con Phillip Morris para que me cuente y me dé cifras reales y veraces. Quedamos en vernos la otra semana, prometo que hago otra entrada con los datos que me pasen, porque me gusta dar info seria en este tipo de temas. Lo que sí hice fue entrar a la página de IQOS, que es esta: co.iqos.com

Confirmé lo que me decían mis amigos, que los dispositivos electrónicos no queman el tabaco, sino lo que hacen es calentarlo. Producen vapor y no humo, ni ceniza, cosa que me parece buena, por salud del que lo usa y de los que estamos alrededor. De hecho, esa fue otra cosa que decían mis amigos (hasta lo pregunté en mis redes para no estar sesgados): como no es humo, no molesta a la gente que los rodea, y tampoco deja la ropa o el pelo oliendo.

Daniela R me dijo: «a mí me ha parecido un hit, el tema de no molestar con olor a mi familia y a mis amigos es lo que más me gusta.» O Henyi, que me dijo: «Mi hermano lo usa y es súper chévere el tema de no quedar oliendo a cigarrillo. Él lo tiene con el sabor más fuerte y le ha ido súper. Después de 20 días de usarlo un día intentó fumar un cigarrillo y casi se muere del asco. ¡Recomendado!»

A juzgar por las respuestas que me dieron y por lo que encontré de información oficial, ya entiendo por qué es tan popular. A los fumadores les permite seguir con el ritual, similar al de fumar, pero sin esas cosas molestas del cigarrillo, y a los no fumadores no nos impacta tan duro. Ya la ropa no olerá a cigarrillo. Eso sí, se acabarán los poemas y novelas en las que describimos a alguien por su olor a cigarrillo, como mi papá, que es escritor y periodista.

En fin, dicen que para poder juzgar algo hay que conocerlo. Yo que no fumo no les podía dar una comparación basada en la experiencia, pero sí podía preguntar y averiguar. Para que no se diga.

@OmarGamboa

* Con datos proporcionados por Coltabaco S.A.S. con la intención de comunicar información factual y objetiva sobre innovación tecnológica del dispositivo electrónico IQOS. El texto se construyó a partir de la experiencia personal de usuarios con IQOS.


Tengo un montón de cosas que contarles. Para empezar, en el blog de TrendHouse escribí un análisis sobre los influenciadores en Facebook. Les dejo el enlace a los que quieran leer: http://trendhouse.co/cada-vez-son-mas-importantes-los-influenciadores-en-facebook/

Por otro lado, vuelven los PremiosTW a lo mejor de las redes sociales. La próxima semana, el 12, haremos el lanzamiento oficial y empezaremos a buscar los patrocinadores oficiales del evento, que será en junio del 2019. Va a estar un ultra-hit. El lanzamiento lo estamos armando en tiempo récord con un grupo de colaboradores increíbles. No saben lo agradecido que estoy con ellos. Y con las marcas que nos han anunciado patrocinio.

También les cuento que lanzamos la tienda de Colombian English (colombianenglish.com) y estamos haciendo unas camisetas muuuy bacanas. Péguenle una visita y me cuentan qué tal.

El miércoles 5 (hoy) vamos a hacer un nuevo conversatorio de Influencer Marketing en las oficinas de TrendHouse Influenciadores, en WeWork de la Calle 100 en Bogotá. Habrá streaming desde las 7PM por fb.com/TrendHouseCo, así que no se lo van a perder.

Los que me leen de hace rato quizás recuerden un streaming llamado A Trino Herido. Lo andamos haciendo de nuevo, así que pendientes de mis redes sociales que seguro lo comparto.

Qué montón de temas pendientes. Eso pasa por no escribir tan seguido, sabrán perdonar. Como siempre, muchas gracias a todos por leer, por dejar sus comentarios y por seguirme en redes. Un abrazo y feliz diciembre (que ya llegó con su alegría).

¡Chau!


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Algunas entradas anteriores: «Le pasó a una amigo: La Tenista«, «¿Rato o Amanecida?«, «La falta de palabra«.