Con una frase como «me mamé de pasear» cualquiera pensaría que es porque viajo (paseo) mucho. Ojalá fuera por eso. Pero tristemente lo digo porque pasear se volvió insoportable.

Como muchos colombianos, este fin de año tuve la oportunidad de salir de paseo con la familia. Una vez fuimos a Melgar, y otra a Chinauta, que es aún más cerca de Bogotá que Melgar.

Sin trancones debería ser un trayecto de unas… ¿3 horas? Y eso contando la hora que me demoro saliendo de Bogotá. Desde mi casa son 120 kilómetros de trayecto, que si se hacen en 3 horas es como viajar a 40 kilómetros por hora. Apenas para tomar tinto en el camino sin que se riegue.

Pero como los trancones son pan de cada día, algo normal en la vida cotidiana de cualquier bogotano, pues uno se demora más, así que el 90 % de mi familia votó por madrugar para evitar el trancón. Aclaro que yo soy de ese 10 % de la familia que odia madrugar y que prefiere mamarse el trancón que irse lelo durante todo el trayecto y durar de mal genio todo el día por falta de sueño.

Mejor dicho, en Bogotá (y supongo que en muchas otras ciudades), si deseas salir de paseo a algún pueblo cercano, debes levantarte antes de que amanezca. Recuerdo cuando eso uno lo hacía para viajar a lugares lejanos, como Bucaramanga, Medellín o Cali. Pero ahora toca hacerlo hasta para ir a comer paleta en la plaza de Girardot.

En el primer paseo, de regreso la cosa empezó divinamente. Salimos después de almorzar, con calma, a las 2 de la tarde. Según Waze el trayecto era de unas 3 horas larguitas, pero seguro pararíamos en algún lugar para estirar las piernas y para que mi mamá comiera algo. Es decir, ponle que lleguemos a las 6 a nuestras casas.

PUES LLEGAMOS A LAS OCHO DE LA NOCHE. ¿Por qué? Porque pasando Fusagasugá, empezó el trancón. Trancón que no sorprende a nadie, aclaro. Pero ahí es cuando tú te preguntas «¿qué habrá pasado esta vez? ¿Se chocó alguien? ¿Accidente, algún varado, mal clima?» Pues el solazo era cosa brava, así que no era por lluvia.

Duramos quietos más de media hora. Terminamos apagando los carros, nos bajamos, nos aburrimos, aguantamos calor. ¿Y saben por qué era el trancón? Pues resulta que, no tengo idea por qué, una vía de dos miserables carriles de ida y otros dos de vuelta se convierten en uno, de ida y vuelta, en un tramo de unos 300 metros.

Sí señor, tienen en obra esa bendita «autopista» y en un pedazo de nada, miserables 300 metros, los carros deben pasar por turnos. Así que cierran la vía media hora para los que vienen, y luego media hora para los que van. Y eso pasa en una vía tan importante como la de Ibagué-Bogotá.

La frustración no podía ser mayor. Me parece vergonzoso que eso pase en una vía de tal «tamaño». Cuando digo tamaño hablo de relevancia, porque un solo carril es algo que solo confirma nuestro subdesarrollo.

Eso me llevó a pensar que no recuerdo la última vez que pude viajar a alguno de estos lugares sin que ningún tramo de la vía estuviera en obra. De hecho no sé si alguna vez la vi completa. Siempre, y repito, SIEMPRE que he viajado por ahí, al menos unos 20 años, esa vía ha estado en obra en alguna parte.

Si alguien tiene el dato de si alguna vez esa vía, al menos de Bogotá a Melgar, ha estado completa, sin obras, que nos cuente. Yo no lo recuerdo. Y no soy precisamente un bebé de 3 años. Ya tengo mis añitos viajando.

Y claramente no soy el único que piensa todo esto.

Definitivamente somos un país que vive en obra y jamás saldremos del subdesarrollo. ¿Cuánta plata se perderá porque a alguien le dio por cerrar un carril? ¿Cuánto se encarecerá todo porque los camiones quedan trancados en algún lugar? ¿Cuánto tiempo de más se demorarán los envíos entre ciudades? Eso se llama subdesarrollo. Simple.

Y es que uno ve tramos que están cerrados y no entiende por qué. No se ve a nadie trabajando, simplemente cierran un carril, y uno nota que lleva rato cerrado porque está lleno de la tierra que va quedando cuando pasan meses sin barrer. Uno solo ve esos «maletines» inmundos, que alguna vez fueron naranja pero que ahora son color tierra.

Por estos días se publicó un tweet que francamente da vergüenza. Tránsito Bogotá, se enorgullece porque no se puede viajar a más de 50 KM/h en esta ciudad. Ahí es cuando uno siente que el subdesarrollo le pega en la cara.


Claro, ir a 50 km/h evita accidentes. Y seguro si manejamos a 30 km/h no se va a estrellar nadie. Pero eso no tiene ningún sentido (excepto, quizás, para atrás). No se trata de ir más despacio. Se trata de tener buenas vías, sin huecos. Yo creo que los huecos causan más trancones y accidentes que viajar a 51 km/h.

No tengo pruebas pero tampoco dudas.

Porque Bogotá es otro ejemplo de subdesarrollo absurdo. ¿Alguien recuerda la última vez que nuestra mal llamada «autopista norte» estuvo sin ninguna obra?

No sé si los del IDU -Instituto de «Desarrollo» Urbano-, la alcaldía, o quién carajos, sean tan descarados, que las «obras» ya son permanentes. Son igualitos a los impuestos «temporales».

A la altura de la 135 hacia el norte, esa obra lleva tanto tiempo que los «maletines naranjas» que usan para separar la obra del resto, ya tienen hasta matas. Ahora toca hacerles jardinería. ¿Podrá ser tal el descaro? Y uno como ciudadano termina aceptando eso, porque es «normal».

Uno antes pensaba «qué bien, van a arreglar este pedazo y pronto podré viajar más rápido». Pues ni M. Al contrario, se vuelve una obra permanente que ni obreros tiene. Yo hace rato no veo a nadie trabajando ahí. Y cuando hay alguien, está es echando rulo con los compañeros o tomando tinto.

Ahí es cuando uno se pregunta con tristeza y rabia ¿en qué coños se gastan mis impuestos? ¿Quién se los roba? Porque en terminar la autopista no se la gastaron. Y eso que no hemos tocado el tema de que no podemos sacar el carro todos los días, «porque no hay vías». ¿PUES CÓMO VA A HABER VÍAS NUEVAS SI LAS ANTIGUAS ESTÁN EN OBRA TODO EL TIEMPO?

Las carreteras más lentas y las más rápidas del planeta.

Yo ya me mamé de que nos vean la cara nuestros gobernantes. Vivimos pagando impuestos y ellos no hacen nada por nosotros. Se suben sus salarios y se pagan retroactivo el aumento (como los senadores), hacen obras que nunca terminan pero sí cobran. Y nosotros como unos imbéciles con los carros guardados más de la mitad del tiempo. O apretados en un Transmilenio porque no hay más rutas ni buses.

Deberíamos hacer como los taxistas, que bloquean las vías cada que medio les mencionan que van a subir impuestos. Porque para eso sí son buenos, se los reconozco.

También deberíamos hacer más evidente la incompetencia de nuestros alcaldes, gobernadores, ministros, etc. Tomémosle fotos a las obras y seamos veedores de sus «avances». Les apuesto que, si guardamos el registro de todo eso, nos daremos cuenta de lo descarados y cínicos que son.

Yo me mamé de no poder sacar mi carro tranquilo en Bogotá. Me mamé de tener que planear mis viajes de vacaciones pensando en qué día es que me dan permiso de usar mi carro. Me mamé de tener que esperar una hora en medio de la nada porque cierran nuestra maravillosa autopista Bogotá-Ibague. Me mamé de pagar y pagar impuestos y que yo no los vea por ningún lado.

Y ojalá ustedes también.

@OmarGamboa.

Posdata: Lo que creo que deberíamos hacer es una marcha de ciudadanos como todos nosotros (sin gremios, sin intereses particulares ni políticos) ojalá bien masiva. Estoy en contra de bloquear vías, pero creo que es la única manera de que nos tomen en serio. 

Entonces, una marcha… y ¡dejar de pagar impuestos! Estoy seguro que si TODOS dejáramos de pagar impuestos, al otro día tenemos representantes del gobierno/alcaldía rogándonos que paguemos. El asunto con esto es que tenemos que ser una gran mayoría. (Quizás un abogado nos puede guiar con estos temas).

Cuando no me estoy quejando, asesoro emprendedores en sus estrategias de marketing digital.

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