Hace unos meses hablé con una persona que quería definir su estrategia de marca personal y de esta manera activar sus redes sociales y conseguir nuevos logros laborales. Esta inquietud surgía de una señora pensionada que sentía que después de 35 años de trabajo ininterrumpido no había logrado objetivos que la hicieran sentir plena con su trabajo y mucho menos sentía que sus logros profesionales hubieran trascendido o dejado huella.
La desazón que dejan años de trabajo invertido sin entender cómo lo que hacemos impacta la vida propia y la de los demás, es una sensación que muchos queremos evadir. Cada vez más son las personas que hacen conciencia de sus deseos para construir una carrera con la que se sientan satisfechos en lo emocional. Todos tenemos algo que aportar y gracias a las herramientas de comunicación es más fácil interactuar con el mundo y exponer nuestros conocimientos, sin embargo no todos saben cómo ponerlo en práctica.
Desde que aparecieron las redes sociales, cada ser humano se ha convertido en una marca en potencia que puede vender ideas, productos o servicios, pero para muchos esta es una estrategia, que aunque la ven necesaria, no saben cómo empezar a desarrollarla. Y más allá de una buena foto, unos mensajes y definir las mejores horas de publicación, la esencia de una estrategia de marca personal es resolver preguntas como ¿cómo me veo? ¿cómo quiero que me vea la gente? ¿de qué puedo hablar y de qué no puedo hablar?, incluso, desde mi punto de vista, para empezar a hablar de uno mismo debemos hacernos preguntas como ¿cómo quiero trascender? o ¿cuál es mi propósito en la vida?
Estas son preguntas que muchos nos hacemos con frecuencia y difícilmente logramos responder. Para nadie es un secreto que para la gran mayoría de personas las labores a las que se dedican diariamente no las hacen sentir vitales y menos aún tener una vida con propósito. Por supuesto hay excepciones, y desde la infancia un puñado de privilegiados supieron que querían, conocían sus habilidades y además supieron cómo los roles que desempeñaban impactaban en ellos y en su entorno. Otros, como la persona con la que hablé, han trabajado toda la vida sin saber por qué ni para qué, sabían que tenían un cargo que les permitía pagar las cuentas y llevar a sus hijos a la universidad, pero ¿hay algo más? Más allá del reconocimiento o de lograr ascensos, debemos sentir que realmente estamos satisfechos en el corazón, el lugar en donde se juegan los pulsos más importantes de la vida.
Construir una historia propia requiere mucho más que demostrar cuanto sé sobre una materia determinada porque la marca personal no la determina la carrera que estudiamos, los libros que leímos o los cursos que hicimos. La marca personal es la construcción intima de nuestros deseos, es también evidenciar la vulnerabilidad, las historias de fracasos y errores que son los que realmente nos construyen, sin embargo, no estamos acostumbrados a hablar del tema, y en muchas ocasiones los perfiles de redes sociales se convierten en las famosas egotecas llenas de medallas, de grandes cargos y de logros propios o ajenos. Construir la marca personal es un valioso ejercicio de autoobservación y de sinceridad que definitivamente conecta más y mejor cuando está expuesta nuestra verdadera humanidad.
En la era de los emprendimientos y del freelancer, construir un perfil consistente de nosotros mismos, sirve no solo para conseguir un posicionamiento en redes sociales sino también para abrir espacios de diálogo con diferentes grupos de interés que nos permitan estar en diversos escenarios que multipliquen nuestro mensaje y que abran nuevas puertas. Según LinkedIn, el 50% de los profesionales que tienen una buena marca personal incrementan su posibilidad de conseguir trabajo o aumentar las ventas, y el 85% de los reclutadores consideran que una marca personal es fundamental para atraer talento.
A pesar de que hacer este ejercicio parezca una misión titánica, es una necesidad tan importante como lo fue en algún momento saber hacer una hoja de vida, hablar en público o conocer a la gente adecuada en el momento adecuado. Así que quienes están listos para conquistar el mundo bajo su nombre no olviden añadirles a los títulos, las sombras y las historias que nos han permitido entender quiénes somos y para qué estamos en este mundo.
Entonces me senté entusiasmada a escribir el tercer texto con el que continuaría siendo una…
Esta mañana tuve un agudo momento de frustración cuando me acordé que no le había…