¿Si tuviera la oportunidad de tomarse un café con cada candidato a la presidencia de Colombia, de qué conversaría?
Nosotros en Misión Salud empezaríamos por preguntarle si conoce de la existencia del problema de la falta de acceso a medicamentos, que es global, incluido Colombia. Se trata de uno de los problemas de salud pública más graves, ya que afecta 2000 millones de personas en el mundo, causando, según la OMS, altos niveles de enfermedad y sufrimiento y la muerte de 10,5 millones de personas cada año, de las cuales 700.000 ocurren en Latinoamérica. Este impacto no lo tuvieron ni siquiera las dos guerras mundiales.
Después le preguntaríamos si conoce las causas de esta problemática. Puesto que no es su deber tener la respuesta, le explicaríamos que se trata de tres causas principales, originadas en conductas humanas controlables: (1) La falta de innovación de tecnologías en salud que sirvan para prevenir, diagnosticar y tratarlas enfermedades que afectan desproporcionalmente a los países de ingresos medios y bajos; (2) Los desproporcionadamente elevados precios de los medicamentos. Los ejemplos abundan, pero bastaría mencionar el caso de la hepatitis C. Para un tratamiento de 12 semanas, cuyo costo de producción es el equivalente a solo $228.000, en Colombia cuesta $28 millones, precio exorbitante, inalcanzable para el pueblo colombiano y que pone en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema nacional de salud. Finalmente, (3) el bloqueo del acceso a los medicamentos competidores con precios justos, concebido, coordinado y ejecutado por los amigos del monopolio farmacéutico.
En este momento de la conversación le invitaríamos a compartirnos sus consideraciones sobre estas tres causas y le propondríamos dialogar más ampliamente sobre ellas, toda vez que, al final de cuentas, de lo que se trata es de que en la actualidad el interés de lucro desmedido de parte de las multinacionales farmacéuticas y la falta de transparencia son las que marcan la pauta al definir qué medicamentos se investiga, con qué precios se comercializan y cómo se evita lo máximo posible la competencia en el mercado, para así poder mantener precios elevados.
Ante esta claridad le preguntaríamos por su voluntad política para hacer que en Colombia continuemos avanzando hacia la priorización de la salud por encima de intereses privado de lucro. Sí, continuar avanzando, pues lo logrado hasta el momento en materia de regulación de medicamentos biológicos, de utilización de algunas de las salvaguardas de la salud pública contenidas en la normativa internacional y de transparencia en la publicación de varias de las presiones internacionales de parte de multinacionales farmacéuticas y sus gobiernos dirigidas a fortalecer el monopolio, por mencionar tres ejemplos, son resultados favorables al bienestar general en los que no podemos retroceder, sino, por el contrario, avanzar.
Para el último sorbo de café le propondríamos conversar sobre cómo propone que se materialice su voluntad política en este campo. Sería fundamental para nosotros escuchar de su parte al menos los siguientes 5 planteamientos: (1) Respaldo a la plena utilización de las salvaguardas de la salud pública contenidas en la normativa internacional de propiedad intelectual, comenzando por el otorgamiento de licencias obligatorias; (2) Mantenimiento de la regulación de medicamentos biológicos, expedida por el actual gobierno, que fomenta a un mismo tiempo calidad y competencia; (3) Plena alineación del Ministerio de Comercio, la Superintendencia de Industria y Comercio y el Ministerio de Salud alrededor de la priorización del derecho fundamental a la salud por encima de los intereses comerciales en procesos como negociación de acuerdos comerciales y concesión de patentes; (4) Compromiso con el logro de la transparencia ante las presiones ejercidas por gobiernos y multinacionales para procurar que se deroguen medidas tomadas por el gobierno colombiano en favor del acceso a medicamentos, así como en los costos a lo largo de toda la cadena del medicamento, desde que está en fase de investigación hasta que llega a quien lo necesita, y (5) Destinación de presupuesto a Colciencias y al Ministerio de Salud para el fomento de nuevos modelos de innovación en salud.
Ya saben de qué les hablaremos a los candidatos. Sin embargo y en todo caso vendrán las elecciones. Desde ya los invitamos muy especialmente a acompañarnos en nuestro propósito de contribuir a que el futuro gobierno, sea el que sea, adopte políticas como estas, con las que podrá llevar a los hechos su compromiso con la salud del pueblo colombiano y contribuir a la necesaria y pronta solución del problema de la falta de acceso a medicamentos necesarios para hacer la diferencia en la calidad de vida de millones de personas.