La nota necrológica es la que menos gusta en esta profesión. Pero cuando se debe hacer, se hace. Recuerdo una experiencia en el diario, tratando de averiguar por el finado de turno. Llamé a uno de sus hijos quien me decía que no podía hablar porque estaba en las exequias de su padre; y yo, por mi parte, le dije que era urgente que hablara porque estaba de cierre y si no escribía la nota, lo invitaba a mis exequias. En medio del entierro dio la entrevista y cumplí con mis tiempos.
El adiós de esta ocasión es para el expiloto austriaco Niki Lauda. Solo adjetivos positivos le caben a este gran deportista que le dio muchos buenos momentos, emociones, alegrías y algunas pocas tristezas a todos sus seguidores. Niki Lauda, quien falleció el lunes 20 de mayo, había nacido en Viena en febrero de 1949; y al al momento de su muerte tenía 70 años.
Una vez comenté la noticia en casa, sobraron las preguntas de los hijos, a las que respondí sin titubeos (aunque espero no haber errado).
¿De qué murió? perdió la partida contra un trasplante de pulmón, a lo que se sumaron problemas con sus riñones.
¿Qué hizo Lauda para ser tan recordado? Niki fue campeón mundial de la Fórmula 1 en 1975 y 1977 (compitiendo con la Scudería Ferrari) y en 1984 (con el equipo McLaren); subcampeón en 1976, y cuarto en 1974 y 1978. La última victoria suya en una carrera fue en 1985 en el Gran Premio de los Países Bajos, precisamente, el que están promoviendo para la temporada del 2020. Compitió en 171 carreras y ganó 25 de estas.
¿Por qué se le recuerda? por su rivalidad extrema (deportiva siempre) con el piloto James Hunt (ya fallecido) con quien ofreció más de una emoción en las pistas.
¿Por qué tenía la cara manchada? Manchada no, quemada. Eso fue en el autódromo de Nurburgring, el primero de agosto de 1976 (la recuerdo como si fuera ayer, pues vi esa carrera por televisión, junto con mis hermanas). En la segunda vuelta de la competencia su auto estrelló contra un muro y estalló en llamas quemando parte de su cuerpo, particularmente las manos y la cara.
¿Alguien hizo algo por él? Si. Por este accidente pasó a la historia Arturo Merzario, piloto de la escudería March, quien detuvo su auto y sin miedo a las llamas sacó a Lauda, mientras todos los comisarios de la carrera, los asistentes a la pista y los televidentes, impotentes, mirábamos su astucia. Que Merzario le salvó la vida a Lauda, sí.
«Hice lo que debía hacer», dijo Arturo Merzario a la prensa (siempre ha sido parco con ese episodio).
¿Qué hacía Lauda en las pistas, hoy, ya con los 70 años encima? Asesorar equipos de Fórmula 1. En los últimos tiempos lo hizo con el equipo Mercedes.
Hoy, un verdadero ‘influencer’. Todo mundo le tenía afecto, todos lo aplaudían, todos querían su consejo y todos querían su autógrafo. Nunca, en todos estos años, escuché un comentario negativo acerca de Lauda.
Gracias señor Niki Lauda por las emociones. Paz en su tumba. Gracias señor Merzario por hacer lo que hizo.