En Silverstone, Hamilton superó a las leyendas de la categoría. Cortesía www.formula1.com

 

Espectacular. Solo así puede resumirse el Gran Premio de Gran Bretaña, corrido ayer domingo en el circuito de Silverstone, donde se vio de todo, de todo lo que la gente quier ver.

Emociones a lo largo de 52 vueltas cargadas de sobrepasos, momentos de altísima tensión, tristezas por los retiros de Antonio Giovinazzi (escudería Alfa Romeo) y de los dos pilotos del equipo Haas, Romain Grosjean y Kevin Magnussen, de una inusitada atención para el piloto Carlos Sainz (McLaren) y el común denominador de todas las carreras de este año: ver clasificar, salir y terminar de último a Robert Kubica (piloto de Williams).

Eso es lo que la fanaticada de la Fórmula 1 quiere ver: pilotos desafiándose en competencia, sin la intervención de sus jefes de equipo pidiéndoles que suelten el acelerador en beneficio de alguien en particular y sin el ojo puesto por los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) imponiendo sanciones que salen de la imaginación.

El ganador de la carrera fue Lewis Hamilton (Mercedes Benz), quien ya ocupa las estadísticas en ese circuito, de la mano de los legendarios campeones Jim Clark y Alain Prost. Hamilton sumó su quinto Gran Premio en Silverstone (2014, 2015, 2016, 2017 y 2019). En el segundo lugar le escoltó su compañero de equipo, Valtteri Bottas.

De ahí, hacia atrás se destacaron Charles Leclerc (Ferrari), Pierre Gasly (Red Bull Racing), Max Verstappen (por supuesto), Carlos Sainz Jr. (McLaren) y Daniel Ricciardo (Renault), pilotos que dieron de qué hablar durante la carrera, con maniobras y espectáculo.

El afán desmedido por lucirse. Así podría calificarse la maniobra de Sebastian Vettel (Ferrari) al llevarse por delante al piloto Max Verstappen (Red Bull Racing), afortunadamente sin mayores consecuencias en su auto. ¿La explicación? Vettel se autocoronó como rey de la categoría y no soporta que alguien le pase.

Así de sencillo, Vettel es impaciente y neurótico y, como consecuencia de su maniobra, se llevó una sanción de 10 segundos que poco o nada importó, pues llegó en el puesto 16, con una vuelta perdida.

Se le abona a Vettel que haya ido personalmente a ofrecerle disculpas a Max Versgtappen, quien en gesto de caballero las recibió a buen recaudo. En las próximas carreras veremos cómo Verstappen pasará la cuenta de cobro, pues en lo deportivo esto no es gratis y eso se devuelve con creces.

El incidente completo puede verlo aquí: Verstappen ‘doesn’t know how he got car to finish’, as Vettel admits blame for crash

Dos datos curiosos:

faltando seis vueltas para finalizar la carrera llamaron a Hamilton para cambiarle sus llantas, pero el piloto no cumplió esa orden (de haberla cumplido habría perdido la carrera); en cambio, su compañero de equipo, Valteri Bottas, sí acudió, pero no perdió su posición, la segunda, tal como terminó.

Para el final de la competencia se presentó una inusitada permanencia de la transmisión en la disputa que dieron Carlos Sainz (McLaren) y Daniel Ricciardo (Renault) por  el sexto lugar; Sainz dio guerra y no dejó quitarse su puesto.

Llama la atención también el caso del piloto George Russell (Williams), quien este año corre la peor suerte en la máxima categoría del automovilismo mundial, tras ser fichado por la escudería de Frank Williams, luego de haber logrado el campeonato de Fórmula 2 del 2018. Con ese palmarés, en la Fórmula 1 no tendrá un buen futuro.

Con el Gran Premio de este fin de semana se completaron 10 carreras del calendario 2019, justo por la mitad del campeonato, quedando once circuitos por cumplir. La próxima carrera, en Alemania, será el 28 de julio.