Vemos frecuentemente los escándalos de corrupción en nuestras instituciones, empresas privadas y todo tipo de ente organizado. Comisiones ocultas, regalos indebidos, cometas en el fútbol, “vacunas”, relaciones peligrosas y todo tipo de acuerdos “bajo la mesa” que ocultan las verdaderas intenciones de sus protagonistas.

Cada vez que se destapa un escándalo se habla de “miles de millones de pesos”. Es tanto el dinero involucrado, que perdemos el sentido de las proporciones. O peor aún, tendemos a pensar “si ese es el que apareció, imagínese el que se están robando”.

Los fraudes son tan graves que el público en general pasa por alto prácticas menos escandalosas en dinero como la payola. También conocida como “engrase”, la payola es el acto por el cual un artista, promotor o casa discográfica le paga a un programador de radio para que pase una canción específica.

“¿Pagar por pasar una canción?… eso es una tontería” podrían pensar algunos. Pero, tal como me lo enseñaron mis padres, “el que toma indebidamente 100 pesos, también toma indebidamente un millón.”

Por eso, en mi concepto, la payola es lo más denigrante de la industria de la radio. Algunos me tildarán de mojigato o de cosas peores, pero no comparto la payola bajo ninguna circunstancia.

Tampoco comparto aquella percepción errada de que toda la gente de radio recibe payola. Eso NO es cierto. Pero los que piden y reciben no son pocos.  

Asimismo debería desmentir aquello de que todos los funcionarios de la industria de la música utilizan la payola. Pero como en el caso anterior, hay muchos que la ofrecen.

El soborno puede partir de alguien que invita o de alguien que pide. O a veces ya existe una relación implícita de compromisos donde solo hay que arreglar los términos. Es tan obvia esa relación que no hay que recurrir al parlamento del Jefe Gorgory pidiéndole un soborno a Homero: “Busco al señor Billetín. Observe como guiño el ojo”

La próxima semana continuaremos hablando del CVY Radio. Como en cualquier momento puedo poner el posteo, les recomiendo que se suscriban al blog aquí para que la actualización les llegue directamente al buzon de su correo electrónico.