La
objetividad es una utopía. No creo que en eso de que los periodistas únicamente
presentan los hechos. El asumir posiciones es una característica de la gente
con carácter y siempre he defendido que las personas que trabajan en radio si
quieren convertirse en personalidades deben asumir posiciones, pero también ser
responsables por lo que dicen.

 

Bolillo
Gómez pagó caro su error. Se le fueron las luces cuando no tocaba y hoy no
debería ser técnico de la selección. Me parece que es mas importante el mensaje
de respeto que debe enviar la Federación de Fútbol, que la continuidad de un
proceso que en mi opinión de hincha informado, caminaba bien.

 

Pero el
episodio de Bolillo sirvió para que se me «colmara la taza» con Camila Zuluaga.
Desde que empezó el desarrollo de la noticia,
más que una
posición
, su único interés era que Bolillo quedara por fuera.

 

Repito:
estoy de acuerdo con la salida del técnico y con la gravedad de sus actos. Pero
las maneras en que Zuluaga presenta los hechos, «hila delgadito», acomoda las
palabras a su antojo, trata de poner contra las cuerdas a todos los invitados
para demostrar su posición (en cualquier noticia), pretender ser juez, y pontificar
en todos los temas, demuestran su grado de inmadurez, soberbia y mala
intención.

 

Es hora de
que esta irrespetuosa y floja imitación de
Félix,
que fomenta el odio, que se
siente importante por dañar la vida de muchos, cambie de actitud aterrizando de
una vez por todas o se vaya de La W.

 

Quizás este post no alcance el
eco necesario frente a esa máquina radial llena de seguidores en sus
plataformas. Lo mas probable es que para Julio (a quien siempre he admirado)
sea muy importante tener esta personalidad radical en su emisora para generar el
drama y subir la sintonía, pero ante la humillación que esta presentadora ha
hecho a Bolillo y otros tantos invitados, no me quería quedar callado.

 

Por eso NO vuelvo a oír la W
hasta que se vaya Camila Zuluaga: Únete al grupo