Mucho antes de los teléfonos inteligentes, incluso antes de las cámaras comerciales, el emprendimiento de fotografía tenía de alguna manera una gran oportunidad de hacer florecer un negocio.

Recuerdo incluso que mi madre contrató un fotógrafo para tomarme una foto en mi primer día de colegio hace ya bastantes años. (Conozca que pasó en mi primer día de colegio -es algo muy divertido, pero que tiene una lección de negocios)

En la foto salíamos literalmente muy tiesos. Y al parecer ese era un comportamiento normal entre las personas a las que les tomaban fotos. Recientemente vi una vez esas películas absurdas que sirven para reírse un rato y en la que unos vaqueros del viejo Oeste hablaban de un señor muy raro que se había reído en una foto.

Toda esta historia es simplemente para presentar a nuestro invitado esta semana en «Ingresarios al aire». Es también para significar cómo ha cambiado no sólo la tecnología, el uso y la estética de la fotografía, sino la misma naturaleza del negocio.

¿Tiene un emprendimiento de fotografía la oportunidad de prosperar en estos tiempos donde prácticamente cualquier persona puede ser un fotógrafo?

Diego Alzate cree que sí, y ha construido un sueño a partir de su pasión donde tiene muy claros los diferenciales para entregar una propuesta de valor deseada y sólida.

En esta entrevista que le hago, más que hablar de una innovación estrambótica o inesperada, Diego presenta argumentos muy interesantes sobre por qué ser emprendedor y por qué no serlo. Me entretuve y aprendí mucho sobre este emprendimiento de fotografía cuando realice este podcast.

Espero que ustedes también. Disfrútenlo

https://soundcloud.com/milpalabras1/sonria-un-emprendedor-en-el-mundo-selfie-ingresarios-al-aire-49-2

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