Ya los calificativos para el actual goleador del torneo se están acabando. Sencillamente con sus goles nos ha cerrado la boca a tantos de nosotros que veíamos con displicencia su nombre como refuerzo azul al inicio de la temporada.
El partido del sábado, como todos los que juega Millos, fue una auténtica paridera para la hinchada. El DIM se fue ganador desde el primer tiempo, aprovechando un enorme yerro defensivo de Franco – ¿es mi impresión o este semestre nos han hecho varios goles por balones que pierden nuestros defensores en la salida?
Además Millos se veía mal, muy mal. Sin exagerar creo que son los peores 45 minutos jugados por el equipo en lo que va del semestre. En este período ni siquiera la tan alabada actitud de los jugadores se hizo presente. Sin mucho fútbol por dar, sin la mentada actitud, y con el marcador en contra frente a un equipo que se replegó bien a lo ancho del terreno y jugó a contragolpear, no se presagiaba un final feliz para nuestro querido Millos.
Aún y con todo lo malo que hacía Millos tuvo una jugada de penal que el árbitro del partido «no vio», y el disparo sobre el final del primer tiempo del leticiano Mosquera que rebeldemente se estrelló en el palo.
En alguna parte leí o escuché que en el entretiempo hubo jalón de orejas a los jugadores por parte del cuerpo técnico y de alguien de la dirigencia.
El caso es que la actitud para el segundo tiempo fue bien diferente. Millonarios salió a jugarse el todo por el todo en busca del empate, con los consabidos riesgos que eso implica. El equipo se ve descompensado y resulta especialmente vulnerable cuando enfrenta a equipos como este DIM de «Bolillo».
Páez ordenó el ingreso de Berrio por Vásquez -confieso que en principio reproché esta modificación- y el cartagenero le dio nuevos bríos a la ofensiva azul. Afortunadamente, el empate no tardó en llegar. Mostrando sus dotes de pescador de área, Osorio Botello apenas punteó un balón cabeceado por Franco y que tenía destino a los guantes del portero visitante, alejándolo así de su control. Gol de goleador!!
El partido continuó con el mismo ritmo pero Millos no encontraba la claridad para lograr el tanto del triunfo. El DIM se veía cómodo y satisfecho con el punto que a la luz de su situación en la tabla, le servía mucho menos que a nosotros. No obstante, en una jugada de contragolpe estuvo cerca de lograr la segunda anotación. Afortunadamente el mismo palo que en el primer tiempo le negó el grito de gol a Mosquera, en esta oportunidad se lo atragantó en la garganta al delantero rojo.
Los jugadores azules se veían nerviosos, ansiosos. «Ganicita» pierde un balón en la mitad de la cancha y propicia otra jugada de ataque para los visitantes. Pienso que es la ratificación de mi teoría en torno a que su nivel actual no es bueno, y que le hace falta un par de partidos en el banco.
Al parecer Páez tuvo la misma impresión al respecto y piensa en ordenar la salida del volante antioqueño, pero casi inmediatamente es él quien gana un esférico al borde del área se lo entrega a Cándelo, que como con la mano busca al espacio a Berrio, que a su vez lo pone al corazón del área, donde Osorio, asediado e incómodo por el defensor central rojo, y de forma no muy convencional, empuja el balón al fondo del arco para el júbilo de los casi 8 mil hinchas en el estadio, y los millones que seguían el partido sentados en las salas de sus casas. Otro gol típico de goleador!
Indudablemente son los goles de Osorio Botello los que mantienen a Millos con serias opciones de lograr su ingreso a cuadrangulares. Además de quedar distanciados solo por un punto con referencia al octavo lugar, el calendario que le resta por atender a nuestro equipo, muestra que enfrentaremos a rivales directos en la lucha por la clasificación por lo que, hoy por hoy, dependemos única y exclusivamente de las capacidades de nuestros jugadores y cuerpo técnico.
No será fácil. Los equipos que nos esperan no son fáciles, y como siempre, el ver las camisetas azules al frente es como un doping para nuestros rivales, porque siempre se juegan estos partidos al 110%, como si de ello dependiera sus vidas.
Es ahora cuando los jugadores referentes como Ramos, Franco, Ochoa, Cándelo y Ortiz deben mostrar sus credenciales, su jerarquía y mostrar las razones que los tienen jugando en el equipo más importante del FPC. No va a ser fácil, pero no es imposible.
Seguramente, si las cosas se dan como todos anhelamos y si los futbolistas que mencioné retoman la memoria futbolística y el nivel mostrado en noviembre del año pasado, y además, Osorio Botello continúa con la racha goleadora que trae, podremos creer no solo en la clasificación, sino en una actuación decorosa en los cuadrangulares. Así somos los hinchas como yo: ULTRAOPTIMISTAS!!
Cordial y albiazul saludo