Mucho se ha insistido acerca del perfil y del carácter empresarial de la actual dirigencia de nuestro equipo, cuya principal idea es la de tener una institución viable financieramente en la que no se gaste más de lo que ingresa.

No obstante es claro, como se ha repetido en diferentes escenarios, que el fútbol es una empresa sui generis, en la que los principios y los conocimientos administrativos y gerenciales de nuestros dirigentes no son aplicables a rajatabla.
En una empresa de fútbol, en una institución con el potencial comercial que brinda una marca como la de Millonarios el arriesgarse a invertir o a endeudarse no debería generar tantos miedos al interior de la dirigencia.
A manera de ejemplo, por esta época de inactividad deportiva, en la que no se perciben ingresos por taquillas sino que se tratan de captar recursos por la vía de la venta de futuras entradas el Nemesio, es decir, mediante la venta de abonos, qué beneficioso resultaría para estimular a la hinchada el asegurar de entrada un nombre que despierte la fe del hincha.
Será que no se  alcanzan a imaginar nuestros directivos el efecto que tendría en la ilusión del hincha que hoy mismo las directivas confirmaran, por decir algunos nombres, la contratación de un Wason Rentería o de un Juan Pablo Pino? Muy seguramente los acercamientos que se hayan tenido con estos jugadores no han avanzado por el problema de siempre: plata, o mejor, por el temor a invertir.
Estoy convencido que si desde hoy mismo se ratificara el nombre de un verdadero refuerzo, el esfuerzo financiero o el riesgo económico que se tome para asegurar a uno de estos jugadores prontamente se vería recompensado en una mayor demanda de abonos por parte de los aficionados. De entrada, y sin iniciar el torneo casi con total certeza que la dirigencia podría garantizar abundantes recursos y el acompañamiento masivo de los hinchas al equipo.
Con la oferta de abonos así, luego del paupérrimo resultado de la Liga y de la Copa en el primer semestre y sin confirmar un solo refuerzo de categoría, se apela al amor de los 3.000 o 4.000 incondicionales de siempre, de los que seguimos a Millos por pasión, por amor puro y verdadero, y de los que sentimos la necesidad incontenible e inentendible de seguir y alentar a nuestra amada divisa torneo tras torneo, derrota tras derrota, frustración tras frustración.
La dirigencia debiera entender que al hincha del común, al no incondicional, al que vive su amor y alienta de acuerdo con los resultados deportivos se podría convencer mostrándole nombres atractivos, de los que mueven el torniquete, de los que permiten ilusionarse con actuaciones decorosas y no a pasar los ridículos que sufrimos el torneo pasado. Siendo sensatos fácilmente la demanda de abonos podría duplicarse.
En una empresa de fútbol hay que arriesgarse a invertir. Es claro que los equipos en un fútbol como el nuestro no pueden depender para su subsistencia únicamente de la venta de entradas a los partidos. Hay que aprender a explotar las cosas que se mueven alrededor de los equipos como la publicidad y el marketing de productos oficiales.
No creen señores dirigentes que el hincha de Millonarios demandaría más productos, compraría más camisetas, más sudaderas, más suvenires en las tiendas oficiales, con el equipo dando resultados deportivos?. No creen que un equipo triunfador y con seguimiento masivo de su hinchada atrae más a posibles sponsors y les da mayor margen de negociación a ustedes como administradores para captar mejores recursos por la vía de la comercialización y explotación de la marca?. No es necesario tener doctorados en Negocios en Harvard para darse cuenta de eso.
Invertir en jugadores, no solo en jugadores ya hechos y con nombre, sino también en los mejores juveniles de las diferentes canteras que tiene el país, que permitan, por ejemplo,  vía convenios con equipos de menor renombre y prestigio,  traerlos a mostrarse a Millonarios con la expectativa de que le den réditos deportivos al Club, y en un futuro realizar negociaciones al exterior es otra forma de arriesgar en el negocio buscando no solo mejores resultados deportivos sino futuras y jugosas ganancias para las arcas del club.
Guardando las proporciones necesarias dada la realidad de nuestro fútbol, porque no tratar de hacer lo que hace un equipo como Porto en Portugal. Porto compró a Falcao a River por una cifra cercana a los 3,93 millones de euros (5,5 millones de dólares), lo puso a jugar, le sacó utilidad deportiva y luego lo vendió al Atlético de Madrid por 40 millones de euros. Por James Rodríguez Porto pagó en total 7,35 millones de euros, lo pone a jugar en sus filas, lo muestra en el mercado europeo, le saca beneficios deportivos, y hoy aspira a recibir 45 millones de euros por una posible transferencia del jugador colombiano.
Para acercarnos más a la realidad de nuestro fútbol. El equipo verde de Antioquia (independiente de que cuente con el músculo financiero de la OAL) compró el 70% de los derechos de Dorlan Pabón, dicen que por una cifra cercana al millón de dólares. Se dice que hoy rechazó una oferta de Europa por 3,5 millones de euros, porque aspiran a venderlo mínimo en 10 millones. Aún aceptando la oferta más pequeña, tanto los verdes como Envigado verían ampliamente recompensados sus esfuerzos financieros por tener en sus filas jugadores de primer nivel.
Porqué no realizar convenios con equipos como Envigado, Chicó, Itagui , etc…. según los cuales puedan venir a Millonarios sus mejores prospectos, para mostrarlos, para explotarlos deportivamente y luego venderlos con la intención de que tanto nuestro equipo como sus clubes de origen salgan beneficiados financieramente?
Son formas diferentes de ver el fútbol como negocio. Ustedes insisten en la austeridad y en el equilibrio presupuestal, pero el fútbol y principalmente el gran potencial que tienen en sus manos con una marca como Millonarios, brindan posibilidades inimaginables de negocio que permitirían pensar en darle al hincha las satisfacciones deportivas que anhela y a ustedes como dirigentes y a los socios inversionistas los réditos económicos que con toda lógica, esperan sacar de su inversión.
Cordial y albiazul saludo.
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