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Se acerca la hora de un nuevo comienzo, un nuevo domingo. El barco de la ilusión nuevamente se encuentra en puerto, recibiendo los últimos retoques, listo para zarpar en esta nueva expedición llamada Liga Postobón.

A la decepción causada en los fieles corazones azules por la pobrísima actuación del equipo en el primer semestre se suma al dolor que produjo el título obtenido por nuestro Querido Vecino, el cual: sí, fue justo; sí, fue bien ganado; sí, hizo felices a muchos conocidos y amigos; pero reconozcámoslo, nos dolió en lo más profundo del alma.

Ver celebrar a nuestro rival de patio despertó en la mayoría de nosotros ese sentimiento de envidia, y no de la envidia de la buena (que no creo que exista), sino de esa envidia malsana que corroe el alma, y que solo se podrá aliviar con un título en las huestes azules.

Al finalizar el torneo anterior todos esperábamos un revolcón absoluto. Que se vayan todos! Era el grito que al unísono coreaban los hinchas. Presidente, Junta Directiva, Cuerpo Técnico y Jugadores. De todos ellos, muy poquitos merecían continuar en la institución.

No obstante, a decir verdad, este Millonarios que a partir del próximo domingo deberá iniciar con todo la lucha para reconciliarse con una hinchada que con toda seguridad   no se conformará solo con clasificar a los cuadrangulares, dista muy poco -en cuanto a nombres- del Millonarios que terminó de manera vergonzosa su participación el torneo anterior con derrota frente al debutante Patriotas.

Se cambió el cuerpo técnico. Pero a este momento, de la plantilla de jugadores derrotada de la Liga 1, salieron tres jugadores que no eran de los habituales de Páez, y llegaron hasta ahora solo dos nuevos jugadores, es decir, cuantitativamente, por número de jugadores tenemos menos que lo que teníamos hace dos meses.

Ahora, cualitativamente, Wason Rentería evidentemente es un nombre que ilusiona, por su pasado goleador con el Caldas y Chicò, por su experiencia internacional jugando en Europa y Brasil, pero con una historia reciente que deja muchas dudas, dado que en el Santos, su último equipo, jugó muy poquito y creo que anotó muy pocos goles. No obstante, si retoma el nivel de Selección Colombia Juvenil, cuando hizo una dupla de miedo con Falcao García, o el que mostró en el Once Caldas hace un par de años, indudablemente que podríamos afirmar que por fin Millonarios contrató, después de muchos años, a un jugador acorde con la importancia e historia de la institución.

En cuanto a Román Torres, lo tengo por un jugador fuerte, recio en la marca, de esos que meten miedo en el fondo, lo cual es un plus, pues es claro que ni Henríquez ni Franco, aportan esa cuota de respeto que debe manejar un líder en la zaga del equipo. No es muy rápido, pero por lo que le he visto jugar se posiciona bien. No es Maldini, pero creo que su presencia aportará buenos réditos en la conformación de la zona defensiva del equipo.

Mucho se ha hablado de los esfuerzos de la dirigencia por «repatriar» a Rafa Robayo, insignia del equipo. Pero, como casi todo en esta administración, esta gestión se ha tardado mucho más de lo que debiera. Es cierto que Rafa sería un aliciente para los hinchas, que en su mayoría valoramos y agradecemos el aporte que Rafa le ha dado a Millos, pero si no fue posible lograr su regreso, ya la dirigencia debería haberse movido en torno al plan B, que según rumores de prensa era Dawling Leudo, actual jugador de Equidad.

También se dice que Torres se siente satisfecho con el material humano que encontró en el equipo, que su deseo es dejar la plantilla de jugadores en su totalidad para este torneo, y en cambio sí, que se sume un lateral izquierdo. El que más ha sonado, también por rumores de prensa, es un jugador del Pasto llamado Marino García, del que no tengo la más mínima referencia.

Por lo demás, como decía la parodia del programa cultural que emitía la televisión nacional hace muchos años: LO MISMO QUE ANTES!!

Tengo la esperanza de que «el bajón» que la mayoría de jugadores habituales sufrió el semestre anterior se haya superado. Tengo fe que el nuevo aire y las ideas que trae Hernán Torres sirvan para explotar el potencial que la plantilla de jugadores no pudo mostrarnos en la Liga anterior.

Como siempre, a estas alturas, previas al inicio de un nuevo torneo, la esperanza se renueva, la ilusión renace, y la confianza se fortalece. Es cierto que empezaremos de ceros, todos los equipos con las mismas posibilidades, pero a mi modo de ver, este torneo se me antoja más duro que los anteriores. Los equipos se han reforzado bien, en su mayoría dándole prioridad a la calidad sobre la cantidad de jugadores contratados.

Es grande el reto que tienen que afrontar dirigentes, jugadores y cuerpo técnico. Recuperar la credibilidad y la fe de la hinchada no va a ser tarea fácil. El nivel de exigencia para este torneo, por el antecedente del anterior con el título obtenido por el Querido Vecino, le imprime al equipo una dosis de alta exigencia que deben saber afrontar.

De mi parte invito a los hinchas que acostumbran a ir al estadio a madrear al equipo al que supuestamente deben alentar, a que empleen sus energías precisamente en eso , en alentar, en demostrarle a los jugadores que tienen el respaldo de sus hinchas, en mostrarle a la dirigencia que si se dan los resultados la gente asistirá masivamente al Nemesio y que sí vae la pena arriesgarse en invertir en jugadores de categoría para nuestro equipo.

Qué mejor oportunidad de mostrar el verdadero respaldo al equipo donde debe ser, en un partido clásico, para estrenarle el título a nuestro rival de patio. No es en las redes sociales donde debemos mostrar nuestro amor por el azul, es en el estadio, en las tribunas, haciendo una sola voz, poniendo lo que como hinchas podemos poner para sacar adelante esta causa: NUESTRO APOYO INCONDICIONAL.

Cordial y albiazul saludo.

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