La victoria albiazul la tarde de ayer en el Nemesio se ensalza aún más por la categoría y el buen fútbol mostrados por el rival de turno.
En efecto, me atrevería a afirmar que este equipo manizalita es de los mejores que he visto en los últimos años pisar el gramado del Campín.  No vino a especular, fue de frente a buscar el partido y con buen toque y manejo de balón por largos pasajes del partido confundió a nuestro equipo que no atinaba a recuperar el esférico.
La dificultad ofrecida por nuestro rival de turno sacó a relucir, no obstante, ese algo de lo nuestro equipo ha carecido en los últimos años; ese algo que diferencia a los equipos protagonistas de los equipos animadores en los torneos; ese algo que lleva a los jugadores a no renunciar a su objetivo hasta que el arbitro de el pitazo final; ese algo que casi nadie sabe explicar qué es pero que todos llamamos JERARQUIA.
La JERARQUIA que tuvo Robayo para aventurarse a darle ese zapatazo al balón sin el temor de que el disparo fuera a parar a la tribuna norte, la JERARQUIA que tuvo el DT Torres para mover las fichas en el momento oportuno y darle al equipo el revulsivo que necesitaba, la JERARQUIA que tuvo el equipo en general para no desfallecer en la procura del triunfo, y la JERARQUIA que tuvo Wason para animarse a pedir el cobro de penal, aún a sabiendas de la responsabilidad implícita y de que no estaba teniendo una buena actuación.
Al final la conclusión general de los hinchas en las tribunas era que se le había ganado a un muy buen equipo de fútbol, lo que le da más relevancia al resultado obtenido, nos encumbra en lo más alto de la tabla, y pone a hinchas y prensa futbolera del país a ver en este Millonarios un candidato real, con argumentos y fútbol suficiente para pelear los puestos de honor de esta Liga en el segundo semestre.
Mi análisis del uno a uno de los jugadores que ayer defendieron con hombría y JERARQUIA nuestra camiseta:
Nelson Ramos: Anda en buen momento. Atajó varios balones que por  la humedad del terreno resultaban de difícil control. Tiene que mejorar la precisión en los saques de portería.
Jarold Martínez: Ayer fue el más flojo del equipo. Los ataques del Once se concentraron por su zona y por momentos lució torpe y falto de reacción.
Pedro Franco: Excelente partido del bogotano. Seguro en los cierres, oportuno en las coberturas a sus compañeros. Una expedición suya al ataque derivó en el penal que a la postre nos dio la victoria.
Román Torres: Le imprime mucha seguridad a la zona defensiva. Con practicidad, sin adornarse pero sin verse torpe u hosco muestra solvencia cada vez que los rivales llegan por su zona.
Lewis Ochoa: Aunque no pudo lucir como en otros partidos, cumple con su misión de darle seguridad a la defensa y servir como fuente de salida para el equipo. La entrada de Otálvaro y Vásquez le permitió participar mucho más del juego.
Juan Esteban Ortiz: Aunque aún le falta para parecerse al «Ganiza» del año anterior, cumplió con su labor.
Rafael Robayo: El rechazo defectuoso que generó el empate del Once no opaca el aporte dado al equipo, con GOLAZO incluido. Otro que aún puede dar más.
José Luis Tancredi: Fue el partido más opaco del uruguayo en el último tiempo. La presión ejercida por los volantes del Once le restó precisión y logró borrarlo del encuentro.
Mayer Candelo: Aunque no luce, es innegable que su presencia le otorga al equipo mejor manejo al balón. No tuvo mucha claridad para poner en opción de gol a los delanteros, pero aportó cuando Millos sufría por la falta de tenencia del balón.
Wilberto Cosme: Aunque le falta serenidad y algo de astucia para resolver las opciones que se le presentan, se le reconoce su aporte en combatividad. Recibió la falta para el penal.
Wason Rentería: No anduvo «fino» (como dicen los especialistas). Pecó por egoísta, pero su presencia en el terreno de juego es una permanente preocupación para las defensas rivales. Tuvo el coraje para pedir el cobro del penal decisivo.
Harrison Otálvaro: Entró «enchufadito». Le aportó al equipo mayor claridad, y de sus pies nacieron las mejores opciones de gol  que tuvimos en el partido.
Omar Vásquez: Jugó pocos minutos pero logró articularse bien con sus compañeros de mediocampo. Aportó en manejo y control del balón.
Hernán Torres (DT): Hay que reconocerle que le da buena lectura a los partidos. Los cambios realizados fueron oportunos y le cambiaron la cara al equipo.
Continuando con la maratón de partidos de esta semana, el próximo miércoles tendremos que enfrentar con equipo alterno a un necesitado Real Cartagena que  se negó a aplazar el partido dada su apremiante situación en la tabla de posiciones. Ni modos de quejarnos, porque ya nosotros habíamos hecho lo propio en alguna oportunidad.
El jueves en Paraguay afrontaremos el partido de ida de la segunda ronda de la Copa Suramericana ante Guaraní de de ese país. El equipo regresará, supongo que el viernes y nuevamente el domingo en el Campín recibiremos a un dificilísimo Deportivo Cali. Dura prueba para el equipo.
Esperando y confiando en que millos tenga la cuerda suficiente para sortear con éxito esta seguidilla de partidos.
Cordial y albiazul saludo.
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