Era de esperarse que la condición física de los jugadores se viera afectada luego de la seguidilla de partidos y viajes que tuvo que afrontar. Todos estábamos ilusionados con cerrar esta semana llena de compromisos con el puntaje perfecto que otorgaría haber ganado cuatro partidos de cuatro disputados.
No obstante el Deportivo Cali vino con la idea clara de hacer su negocio. Su idea era la de Impedir que nuestros volantes se encontraran en su fútbol y así evitar la generación de balones claros para nuestros delanteros. El rival se vio compacto, concentrado. Solo la movilidad podría contrarrestar de alguna manera las pretensiones de los verdes. Pero el cansancio derivado no solo por el partido arduamente disputado en Asunción, sino también por las incomodidades del viaje que relató en la rueda de prensa el DT Torres impidió que los jugadores azules pudieran liberarse fácilmente de la presión azucarera.
Aún así, Millos contó con las mejores opciones a lo largo del partido para desequilibrar el marcador, y salvo una desconcentración en el primer tiempo que terminó en un rabioso remate del visitante que afortunadamente tan solo puso en peligro la integridad del travesaño del arco norte del Nemesio, el Cali no llevó mayor peligro a la portería de Ramos.
No tuvieron puntería tampoco nuestros delanteros, y las dos opciones más claras que tuvimos también fueron enviadas directamente a estrellarse contra los palos de los arcos. El partido fue vibrante, luchado de ida y vuelta, pero las opciones de gol fueron realmente pocas.
Al final las casi 35 mil almas azules que había anoche en el Nemesio no pudieron festejar, pero se vieron semblantes de tranquilidad y comprensión por el esfuerzo de los jugadores no solo por el partido de ayer, sino por todo lo que hicieron a lo largo de la semana.
La campaña realizada hasta ahora da tranquilidad: si nos guiáramos por la tan mentada media inglesa a estas alturas tendríamos dos puntos de superávit luego de cuatro partidos en calidad de local y tres a domicilio. Al final de la séptima fecha el equipo sigue invicto, con la mejor defensa del torneo y la segunda mejor delantera.
A pesar de la falta de claridad y contundencia en el frente de ataque, anoche el equipo volvió a verse sólido, ordenado, con un trabajo táctico que nos permite mirar con optimismo y tranquilidad lo que se viene en la disputa por la Liga.
Preocupa sí el futuro próximo en materia de compromisos a lo largo del mes de septiembre. Ahora el torneo entra en una para obligada por la disputa de las Eliminatorias mundialistas y la Liga se estaría reiniciando el fin de semana a mediados del mes. Esa fecha nos corresponde enfrentar como visitantes al Itagüí.
Tres días después disputaremos el partido de vuelta por Copa Suramericana el cual, no obstante la ventaja por el triunfo y los cuatro goles en calidad de visitante, seguramente será arduo y muy disputado.
Luego de ese compromiso, tres o cuatro días después, afrontaremos el segundo partido del semestre con el Querido Vecino con todo lo que eso implica.
Pero lo más complicado se viene la siguiente semana ya que en caso de lograr la clasificación a la siguiente ronda de la Copa Suramericana, como todos esperamos, en teoría Millos tendría que enfrentar TRES partidos el mismo día, el 26 de septiembre. Habría que dividir el equipo en tres: uno para jugar en Madrid (España) contra el Real; otro para enfrentar al Palmeiras y otro para enfrentar al Boyacá Chicó.
A través de tweeter el dueño del equipo boyacense manifestó su negativa para correr la fecha del compromiso. Según él, los dirigentes deben ser serios y darle prioridad a la disputa del título. Dice Pimentel, y tiene razón, que nada lo obliga a cambiar fechas de partidos a causa de partidos amistosos, pero igual tampoco las corren para partidos oficiales.
Preocupante la situación, pero será una oportunidad de oro para evaluar la capacidad de gestión y de «diplomacia» tienen nuestros dirigentes.
En fin, dejemos que los días pasen para ver cómo se desarrollan las cosas. Por ahora podemos vivir la pausa por eliminatorias con la tranquilidad de tener un equipo serio, comprometido con el objetivo de pelear por el título, encumbrado en lo más alto de la tabla de posiciones y con el pecho henchido de orgullo por la campaña hasta ahora realizada.
Cordial y albiazul saludo.