Por lo sufrido durante la tortuosa semana que pasó, una victoria ante el hasta entonces colíder del torneo era el resultado más que anhelado por la parcialidad albiazul. A lo largo de la semana fueron muchas las cosas que pasaron y las que no he tenido oportunidad de comentar con ustedes debido a compromisos laborales que me han mantenido un poco alejado de este espacio:
Devolución de estrellas
Aunque en principio todos entendimos que esta era una propuesta nacida de la inagotable imaginación de nuestro Presidente Gaitán, con el correr de los días se supo que la propuesta surgió del representante de unos inversionistas recién llegados al equipo.
Mucho se ha escrito al respecto, posturas a favor y en contra. Mi posición al respecto, es que es una absoluta tontería plantearlo en los términos en que los conocimos el pasado martes.
Para nadie es un secreto que los dineros del narcotráfico durante la década de los 80 permearon la sociedad en todos sus niveles, no solo en el fútbol. Tampoco es un secreto que los principales capos de la droga asumieron las riendas -casi siempre desde la sombra- de muchos de los equipos del rentado nacional. Todos los que vivimos aquella época sabemos que la injerencia de los narcos radicó principalmente en comprar muy buenos jugadores de fútbol para armar planteles competitivos con el fin de ganarle al equipo del capo rival. Es cierto que hubo decisiones arbitrales «extrañas» en muchos partidos, pero afirmar que estas decisiones favorecieron sólo a alguno de los equipos es, por decir lo menos, una falacia.
Como dice el texto bíblico, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Si la idea es sanear de alguna manera el pasado oscuro del fútbol colombiano, sería lindo que la idea surgiera a nivel institucional. Que los equipos que de alguna manera resultaron beneficiados con estos personajes decidieran de manera conjunta «limpiar» su pasado devolviendo -si es que esto se puede- los títulos y trofeos ganados gracias al patrocinio de los narcos.
Esto, de acuerdo con la postura mostrada por los dirigentes de equipos como Nacional y América, no va a suceder. Que Millonarios asuma la condición de «chivo expiatorio» para limpiar la historia del fútbol colombiano devolviendo las estrellas supuestamente «contaminados» además de injusta sería una decisión a todas luces estúpida.
Dado el caso, ¿cómo contribuirían para esta «limpieza» aquellos equipos que aunque tuvieron su dueño narco, NO ganaron nada? ¿No sería esto una forma de que estos equipos pasaran de agache en un eventual proceso de depuración histórica del balompié nacional?
La Debacle en Madrid
La mayoría de los hinchas le han caído con todo a la dirigencia por haber llevado al equipo a pasar la vergüenza que se pasó en el campo del Santiago Bernabeu. Yo pienso que es injusto. La dirigencia en este caso logró algo que hace un par de años parecía imposible: que uno de los mejores equipos del mundo NOS INVITARA a disputar ese trofeo en homenaje al legendario Alfredo Diestefano. La invitación por sí sola, ya debía ser motivo de orgullo para la hinchada.
Otra cosa fue que los jugadores no estuvieron a la altura del acontecimiento. Estoy seguro que no son tan malos como se vieron en el campo del Madrid, pero el temor escénico, o el «cagazo» más grande que hayan tenido en sus vidas les impidió desarrollar su verdadero potencial fútbolístico. Evidentemente no tenemos cómo ganarle ni siquiera al equipo suplente del merengue, pero si estoy seguro que con algo más de actitud, de confianza en sí mismos, y de menos reverencia por lo que estaban viviendo, seguramente habríamos podido lograr una derrota menos indecorosa que la que sufrimos el miércoles anterior.
En conclusión, en mi concepto, si se logran más invitaciones de este tipo, bienvenidas sean. Noemi lo dijo en alguna entrevista, y aplaudo su posición: No será la última invitación de este tipo que reciba Millos porque el convenio firmado con el Real Madrid es a largo plazo y contempla más intercambios de este tipo.
Partido con el Boyacá Chicó
Pimentel sabía que enfrentando al equipo suplente de Millos tendría mejores posibilidades de lograr la victoria que tanto urgían para mantenerse en la pelea por ingresar a los cuadrangulares. No obstante, el equipo muleto de Millos no se la puso nada fácil y con mucha dignidad le plantaron cara al equipo titular del Chicó. El único gol del partido nació de una desinteligencia de la zona defensiva del equipo que no atinó a despejar con fortaleza un balón que quedó flotando en el área y que fue bien aprovechado por una de las más flojas versiones del equipo boyacense que he visto en el Campín.
Personalmente salí tranquilo de ver que se tiene un buen equipo alterno, aunque obviamente hay jugadores como Leonard Vásquez y Luis Mosquera a los que se les nota que difícilmente dejarán su lugar en el banco de suplentes del equipo. De otro lado me sorprendió gratamente el nivel mostrado por el uruguayo Ithurralde. Tanto que creí que Hernán torres lo iba a alinear como reemplazo de Román en la zona defensiva para enfrentar al Junior.
Partido por el liderato
Muchos esperaban a un equipo destruido y desmoralizado por lo acontecido durante la semana. Si bien no fue el partido más brillante, hay que resaltar la actitud de los jugadores. Se retornó a la seguridad en la zona defensiva gracias al gran trabajo realizado primero por los volantes de marca, y segundo por el sacrificio y solidaridad de nuestros defensores.
A lo largo del partido solo recuerdo el balón aquel que increíblemente Teo desperdició debajo del arco, por lo demás fue un partido relativamente tranquilo para Luis Delgado. Millos aprovechó las oportunidades para anotar y defendió luego con mucha solvencia la ventaja lograda.
Increíblemente los jugadores de Junior terminaron culpando al juez central de la derrota. ¿Acaso un codazo sin balón no da para expulsar al agresor?, como aconteció al señor Teófilo Gutiérrez que volvió a mostrar en el Nemesio su chapa de jugador pendenciero y camorrero.
En mi concepto Millos fue justo ganador, y obtuvo con todos los méritos esos tres puntos que no solo nos ratifican como líderes sólidos del torneo, sino que le permite al equipo viajar con tranquilidad para el encuentro con el Palmeiras por Copa Sudamericana.
Creo que en lo que va del sistema de torneos cortos nunca Millos había logrado una campaña tan positiva como la actual. Completamos diez fechas en la punta de la Liga, a tan solo tres o cuatro puntos de obtener el cupo a los cuadrangulares semifinales restando aún 21 por disputar, clasificados a octavos de final de un torneo internacional y, lo que es más importante, con una plantilla que se muestra comprometida y deseosa de darnos grandes alegrías en lo que resta del año. Todo esto vale más que el resultado de un partido amistoso que si bien resultó bochornoso, no distrae al equipo de los verdaderos y más importantes objetivos trazados.
Como mencionó en un tuit el recordado 14Albiazul: Que los de los otros equipos sigan gozando con un amistoso que no les pertenece, mientras nos miran desde la parte baja de la tabla de posiciones.
Cordial y albiazul saludo
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