Junior tenía todo a su favor para este partido. Como el DT no uso su nómina titular el último partido de la Liga, contaba con una plantilla de jugadores descansada con casi dos semanas sin competencia.

Millos, en cambio, venía de afrontar el partido de Copa Suramericana  arduamente disputado desde el primero hasta el último minuto. En aquel duelo, además, perdió a dos Generales para esta batalla como Román y Mayer que evidentemente tienen un gran peso específico en el andamiaje del equipo. Este era uno de esos  partidos que, en mis cuentas, se podían perder. 

A mi entender, Millos no hizo un mal partido, aunque por momentos se evidenció el cansancio de nuestros jugadores por el trajín del partido del jueves. Junior es un equipo que sabe explotar muy bien sus fortalezas, la condición climática de la ciudad, y las características del terreno de juego. No obstante Millos le jugó mano a mano.

El gol en contra de Lewis, nace de un rechazo defectuoso de Henríquez (reemplazante de Román) aprovechado por Teo que encontró siempre por la punta de Jarold una autopista para transitar. En su afán por obstaculizar el centro a Dayro, Ochoa mete la punta del zapato con tan mala suerte que el balón termina en el fondo de nuestro arco. Fue un accidente, y esa jugada no borra todo lo bueno que el paisa ha hecho  a lo largo de la temporada.

El partido se hace más de ida y vuelta, y en ese devenir Franco tiene que recurrir a una falta de las que los técnicos llaman «tácticas» para cortar un peligroso avance de Dayro. Ahí se gana su primera amarilla.
Como consecuencia del cobro de esa falta Teo logra lo que sería la segunda anotación en nuestra contra. Afortunadamente para nosotros el línea lo vio recibiendo muy en solitario el balón, por lo que erróneamente interpretó que estaba en fuera de lugar, anulándole a los de Barranquilla la segunda anotación que hubiese, seguramente, sentenciado el partido en nuestra contra.

En una jugada posterior, por un balón que Junior recuperó en su propia área, Franco tuvo que cometer una falta sobre Teo para cortarle la posibilidad de un contragolpe. El juez interpretó que era falta merecedora para tarjeta amarilla, por lo que Millos quedó desde el final de la primera etapa con un hombre menos sobre el terreno de juego.

A pesar de la inferioridad numérica, nuestro equipo afrontó con gallardía la segunda etapa. El DT Torres trató de recomponer el equipo improvisando a «Ganiza» como defensor central en desmedro de la zona de ataque, pues Elkin Blanco sustituyó a Cosme para hacer la función de doble cinco en el medio acompañando a Ramírez. Luego quiso darle algo más de profundidad al equipo enviando a Robayo por Johnny y, más tarde, ordenando el ingreso de Moreno por Otálvaro.

A pesar de las vicisitudes,  Millos logró apretar las acciones presionado a Junior desde su propio terreno, controlando las intenciones de contraataque de los locales. Desafortunadamente una desconcentración en marca les permitió a Hernández y a Teo juntarse para lograr el lapidario 2-0 que daba al traste con la intención inicial de nuestro equipo de sumar siquiera un punto en esta plaza.

Sobre el final, millos logró el descuento con un cobro de tiro libre excepcional y sorpresivamente convertido por el arquero Delgado.

A pesar del resultado en contra, sigo optimista, tranquilo por la entrega y actitud mostradas por los muchachos y porque a pesar del difícil contexto en que tuvimos que jugar, Junior no se vio tan ampliamente superior como a priori se podría suponer.

La ilusión está intacta. Hoy el equipo viaja a Buenos Aires a afrontar el partido de ida por la semifinal de la Copa Suramericana. Creo que del resultado de ese partido del jueves dependerán, en gran parte, las decisiones de Torres para afrontar los compromisos que se vienen.

Una serie prácticamente definida, a favor o en contra, llevará a Torres a apuntarle con lo mejor de su nómina a la liga local. Por el contrario, si la serie luego del partido del jueves, queda muy abierta, intuyo que se le dará prioridad al torneo internacional.

Aun así, soy optimista de que se pueden pelear los dos torneos con suficiencia. Nuestra plantilla, aunque no es muy amplia, ha dado claras muestras de su compromiso y deseo de luchar por los objetivos trazados.

Insisto que el de ayer era uno de esos partidos que en las cuentas de todos se podrían perder, y que aún hay espacio para retomar el camino del triunfo y pelear con todos los argumentos nuestro paso a la final. Todavía SE VALE SOÑAR!

Cordial y albiazul saludo

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