Desencajados se encuentran ya muchos hinchas de mi equipo apenas iniciando la disputa de esta Liga en la que estamos, por antecedentes, por nómina y por historia, llamados a disputar la estrella de final de año.

Los resultados obtenidos por esta versión de Millonarios no han sido hasta ahora halagüeños. Dos derrotas en partidos amistosos y el empate del sábado en Techo han hecho a muchos seguidores azules encender las alarmas incluso hasta el punto de exigir borrón y cuenta nueva. Que Torres es un burro, que Otálvaro es un pechofrio, que Wason no tiene sangre, que Mosquera no es digno de vestir la azul, que esos jugadores que llegaron no son refuerzos de categoría, que hay que protestar contra la dirigencia que se burla de los hinchas (¿?)

Vamos por partes:

• Hernán Torres debe ser uno de los técnicos del FPC que más puntos debe haber ganado con los equipos a los que ha dirigido, se le criticó durante mucho tiempo el no haber logrado un título a pesar de haber dirigido no sé cuántas finales. Señores, el título ya lo ganó, y lo ganó dirigiendo a nuestro equipo, apaciguando casi cinco lustros de frustraciones y lamentaciones deportivas.Tratarlo de burro o torpe es por demás un exabrupto injustificado y fuera de toda lógica.

• Me rebota la bilis leer o escuchar a supuestos hinchas azules, con todo el desdén y menosprecio por el logro de la estrella 14 ufanándose de ser objetivos afirmando a los cuatro vientos su opinión de que el título se ganó por pura suerte y jugando mal (¡PLOP!)

• Creo, por principio de vida, que uno e la vida debe ser coherente, centrado y sobre todo agradecido. No sé si es gracia o lástima la que me produce leer o escuchar comentarios peyorativos hacia los integrantes de nuestro equipo.  No puedo creer, y mucho menos aceptar, que a aquellos a quienes hace apenas unos meses todos vitoreábamos, nos enorgullecían y les brindábamos aplausos de agradecimientos hoy, para muchos de esos mismos  que hicieron parte del comité de aplausos de diciembre, son los peores, no merecen estar en la institución y son un remedo de futbolistas, cuerpo técnico y dirigencia. ¡Simplemente, no lo puedo entender!

 ¡HAY QUE PROTESTARLE A LA DIRIGENCIA! resoplan otros tantos. ¿Protestarle a la dirigencia que en algo más de dos años han hecho de un equipo que solía ser la burla y el comodín del FPC un equipo competitivo, serio, de respeto y permanente candidato al título?, ¿Protestarle a la dirigencia que ha hecho de Millonarios F.C. una empresa viable, sostenible, atractiva para los patrocinadores, financieramente sana y un modelo a imitar por parte de los otros equipos del rentado? ¿Protestarle a la dirigencia que prometió y cumplió volver a poner al equipo en torneos internacionales y darnos en menos de dos años una nueva estrella después de 24 años? Perdónenme, que protesten otros. ¡Yo no tendría cara para protestar!

 ¡Que Millonarios se debilitó por los jugadores que se fueron! Para este semestre Millos salió de cinco jugadores: dos de ellos (justa o injustamente) eran los odiados de la tribuna –Martínez e Ithurralde-. El otro siempre lo tildaban de ser solo un buen muchacho, correloncito, que de vez en cuando hacía goles, y que no era jugador digno del paladar de esta «gloriosa hinchada»: Tancredi. Montero se fue, para los expertos hinchas, con más pena que gloria y fracasado. De tal manera que el único jugador del que se debe lamentar su partida es Pedro Franco quien ya merecía recibir la oportunidad de procurarse un mejor futuro, y buscar la posibilidad de ser observado por el cuerpo técnico de la Selección, habida cuenta de que en Millonarios parecía ser poco menos que invisible para Pekerman y su corte.

 ¡Que los jugadores que llegaron no sirven, no dan la talla, no tienen la categoría para vestir la azul y no pueden ser considerados refuerzos! masculla ese grupo de hinchas indignados. De los futbolistas que se trajeron, el que más minutos ha tenido por la emergencia de la ausencia de Román Torres es Andrés Cadavid el cual, para varios especialistas, fue el mejor del equipo el partido pasado ante Equidad. Dayro ha entrado por ratos y Mario González apenas si estuvo en cancha unos minutos el sábado. Difícil emitir un concepto radical con tan poco tiempo de juego.

 ¡Que hace falta URGENTE un lateral izquierdo!, porque Mosquera y Alex Díaz no son jugadores dignos del paladar del hincha Al respecto, mi concepto es que en el medio no hay un lateral izquierdo muy superior a los que tenemos. A Mosquera le critican que no sabe centrar pero  si miran con atención  los juegos del FPC la mayoría de nuestros laterales criollos, de 10 centros que lanzan al área si al caso uno resultará efectivo encontrando receptor en el área. Si estoy equivocado, me gustaría por pura curiosidad científica que me den nombres de los jugadores para ese puesto que ustedes quisieran ver vistiendo la azul.

En cuanto al juego con Equidad, ¿qué se puede decir? Millos consiguió la ventaja tempranera con ese soberbio cobro de tiro libre de Mosquera, quien a propósito debe ser el ejecutor más efectivo de los que hay en el equipo, y trató con base en el planteamiento táctico de conservarla hasta el final del partido.

Equidad fue un equipo tibio, que fue fácilmente controlado por Millonarios. Claro que Millos tampoco tuvo mucha claridad  para ampliar el marcador por lo que este juego no quedará precisamente en los de más recordación por parte de los espectadores.

Cuando todo se creía consumado, y la táctica había bastado para sostener el resultado hasta el minuto 90, Equidad se encontró en el último suspiro del juego con el gol que le permitió rescatar un punto en calidad de local.

En el hincha puede haber quedado la sensación de amargura por lo que pudo haber sido y no fue -tres puntos- o la de tranquilidad por iniciar sumando en condición de visitantes en un juego en el que el equipo objetivamente no fue claro, y las individualidades brillaron por su ausencia. Dos puntos de vista de una misma realidad.

La revancha será la próxima semana, en nuestro estadio, con nuestro público, Millos deberá lograr la primera victoria del semestre ante un DIM renovado, que en su lucha por escaparle al descenso invirtió una buena cantidad de dinero para contar en sus filas con jugadores talentosos como Juan Pablo  Pino y Yulian Mejía quienes, sin embargo, no tienen antecedentes recientes de gran suceso en las respectivas ligas en las que tuvieron la oportunidad de militar.

Esto apenas inicia, el camino hacia la 15 aún se vislumbra largo. Personalmente creo en el equipo, creo en este cuerpo técnico, creo en que la decisión de los jugadores que llegaron y los que se fueron fue la acertada, creo que cuando se logre sincronizar la base de jugadores del semestre anterior con los jugadores nuevos se logrará tener un equipo altamente competitivo, y creo que tenemos cómo pelear con lujo de detalles por conseguir el título en diciembre.

Cordial y albiazul saludo