Como dice el personaje de radio:»eso es lo bonito del fútbol», que te da revanchas, que siempre habrá un nuevo domingo, que la amargura por la derrota de hoy se puede resarcir con la victoria en el próximo partido.

Aunque a algunos -afortunadamente pocos- les repulsaba la idea de una posible final de Copa Postobón ante el enconado rival por el temor que les produce que aquellos den la vuelta a costa nuestra, la mayoría de hinchas azules recibimos con satisfacción y alegría esta nueva posibilidad que nos ofrece el fútbol.

Sigo pensando que la actualidad del otro finalista en términos de nómina es mejor que la nuestra  pero, muy seguramente, para afrontar esta serie el DT Torres podrá disponer de una mejor plantilla que aquella que salió derrotada hace apenas unos días.

En estas instancias de los campeonatos, con la implicación que tienen estos juegos, la actualidad de los equipos, los antecedentes recientes y hasta la lógica suelen pasar a un segundo plano. Como dice una de tantas frases hechas en el argot futbolero: las finales no se juegan, las finales se ganan.

¿Cómo no querer jugar una final? ¿Cómo no ilusionarse con la posibilidad de lograr esa anhelada revancha deportiva? ¿Cómo no soñar con un nuevo título y con la posibilidad de dar la vuelta en la mismísima cancha del odiado rival?

No será una tarea fácil indudablemente. El otro finalista no es mocho, cuenta con una buena base de jugadores y un cuerpo técnico que, aunque nos pese admitirlo, ha demostrado ser bastante capaz. Viene además con «aire» en la camiseta por los resultados logrados durante el año y cuenta con una altísima dosis de suerte, sin olvidar las ayuditas extras, los bonos que vienen de la mano de ser el equipo del dueño del torneo.

Con respecto al partido de anoche….personalmente no esperaba tanto sufrimiento. Comparto la decisión de Hernán de darles descanso a jugadores que serán claves de cara al importante duelo frente al Deportivo Cali que puede, en gran medida, definir la clasificación a los cuadrangulares.

La serie estaba casi definida y el DT podía otorgarle un respiro a aquellos futbolistas en quienes se ha soportado la actual campaña, no obstante, esperaba un poco más de los jugadores que el DT alineó. El Real Cartagena fue amplio dominador de las acciones y por largos pasajes del partido hizo ver mal, muy mal a nuestro sistema defensivo.

No quiero pasar por alto -aunque a varios de los foristas les incomode- las pésimas decisiones de los árbitros: dos penales inexistentes y una expulsión exagerada son señales que con una diferencia menos holgada, muy posiblemente hubieran logrado sacarnos del bolsillo el tiquete a la final. No digo que la derrota se deba 100% a estos yerros, pero el partido se empezó a desnivelar con el primer penal inventado por el central.

Como sea, el plato ya está servido. Se viene una final con pergaminos, de enconada rivalidad deportiva y de las otras, el enfrentamiento que mayor interés y morbo despierta en nuestro país futbolero, una final que definitivamente le da brillo y realce a este torneo.

Ojalá el Dios de fútbol esté esta vez de nuestro lado y permita a los millones de hinchas azules festejar el primero de los dos títulos que anhelamos lograr y sumar a nuestra ya rica historia en este fin de año.

¡Vamos Millos Querido!

Cordial y albiazul saludo