Así como hace un año, cuando Millos se encontraba inmerso en su participación en Copa Suramericana y al mismo tiempo andaba con suficiencia y a paso firme el camino que a la postre lo llevaría a conseguir el título de la Liga hoy, casi un año después, los hinchas nuevamente tenemos dos sueños vivos, latentes y realizables: la Copa y la Liga.

Y es que a pesar de las adversidades, de la mala suerte en materia de lesiones y enfermedades de nuestros jugadores, incluso de la animadversión de la DIMAYOR, nuestro equipo ha logrado sobreponerse, ha conseguido hacer una campaña sobresaliente si tenemos en cuenta que la diosa fortuna por momentos parece querer darnos la espalda.

El rendimiento de Millos en la Liga entrega un parte de optimismo pues, con todas las vicisitudes que ha debido afrontar, el equipo marcha tercero en la tabla de posiciones a solo un punto del segundo lugar que significaría acceder al otro “punto invisible” que otorga el reglamento del campeonato; con 23 goles anotados es el segundo equipo más efectivo en las redes contrarias; es el tercer equipo (a un gol del Cali que es segundo) con mejor diferencia de goles lo que es una clara muestra de equilibrio futbolístico y; como si fuera poco; a lo largo de la campaña del segundo semestre tan solo ha sufrido dos derrotas.

El último partido disputado con el Deportivo Cali mostró un equipo unido, solidario, comprometido con la causa, que buscó y llevó peligro sobre el arco contrario cuando tuvo el balón y los espacios; pero que también se agrupó y redujo los espacios cuando los visitantes hicieron gala de su buen manejo de balón y toque progresivo.

El equipo cuenta, para este remate de Liga, con jugadores en gran nivel como Robayo, Delgado, Román, Mayer, Blanco y sobre todo con ese plus que entrega disponer de un jugador fuera de serie, si se quiere sobrado para nuestra Liga y que viene en vena goleadora como Dayro.

Como ven, son muchas las razones para ilusionarse. ¡Se vale soñar con la Liga!

De otro laso, la final de Copa con sabor a revancha, con sabor al morbo que produce en el medio futbolístico colombiano el enfrentamiento de Millos con los verdes de Medellín; con el sabor de ser el partido soñado para una final de campeonato colombiano, al parecer se ha estado disputando en los escritorios de la dirigencia azul, la dirigencia verde y la DIMAYOR.

Digo que “al parecer”, porque lo que la experiencia año a año ha evidenciado es que en estas instancias, si no hay acuerdo entre los dos equipos en disputa, las fechas para jugarlas son prácticamente inamovibles.

En repetidas ocasiones Millos ha sido víctima de esta intransigencia y juego «poco ético» de nuestros rivales. Por cuenta de ello, por ejemplo, el año pasado en plena disputa de los cuadrangulares y en instancias más avanzadas de la copa Sudamericana se vio precisado a presentar dos equipos diferentes: un día ante el Deportes Tolima, y al día siguiente ante Tigre de Argentina.

Con anterioridad, nuestro equipo había tenido que alinear un equipo en Cartagena para el partido de Liga, y llevar al equipo titular a jugar en Paraguay.

El mismo fatídico día del juego en el Bernabéu, Pimentel sacó ventaja de la situación negándose a correr la fecha del partido en el que nos correspondía enfrentarlo por Liga.

Pero no solo ha sido Millos. En general, todos los equipos colombianos que han gozado de la fortuna de disputar un torneo internacional han padecido con la falta de solidaridad y la fea costumbre de sacar ventaja legal pero poco ética por parte de los “beneméritos” directivos del FPC.

Creo que si Gaitán hubiese querido seguir en esa misma línea se había podido “parar en la raya”. Argumentar que el equipo se encuentra en plena pelea por entrar a los cuadrangulares, que no hay fechas para correr los partidos o que, de correrse las fechas, el equipo se vería afectado en su recuperación física de cara a los futuros compromisos.

Pero a estas alturas ha primado la decencia de nuestro Presidente, el juego limpio y el cachetazo que con toda la altura del caso les está dando a los dirigentes de los demás equipos del FPC.

Felipe Gaitán, para muchos pecando de excesiva ingenuidad, està dando una lección de juego limpio, de no querer sacar provecho del compromiso internacional del rival, de marcar diferencia frente a los oportunistas y ventajosos directivos de nuestro fùtbol profesional.

De mi parte, aplaudo y concuerdo con la actitud y decisión de Gaitán. Ya era hora que alguien diera el primer paso hacia una disputa de campeonato ética y limpia, y qué mejor que ese primer paso lo diera justamente el más grande del país, el de mayor compromiso y exigencia por parte de su hinchada.

Una actitud así, llena de decencia y pulcritud, de juego limpio, de respeto por el rival y por el fútbol mismo de seguro será recompensada por los dioses del fútbol y por la justicia divina.

Si ganamos, le habremos ganado a la mejor versión del rival lo que enaltecería mucho más el logro obtenido; y si perdemos, habremos perdido dignamente, con la frente en alto ante la mejor versión de un rival con todo el músculo financiero y el peso institucional que le otorga ser el equipo del patrocinador. ¡Se vale soñar con la Copa!

Cordial y albiazul saludo!