Mucha curiosidad generaba en el medio futbolístico colombiano el debut de este Millonarios versión 2014 con su españolizada apuesta de la mano de Juan Manuel Lillo.
Entre los hinchas, la expectativa se combinaba con una buena dosis de escepticismo azuzado por las escasas noticias que produjo el equipo en materia de contrataciones y nuevas caras para reforzar la nómina de cara al compromiso que significa conservar al final de esta Liga el honor de seguir siendo el más veces campeón del FPC.
El rival de turno, el siempre difícil Envigado que en su cancha es de esos rivales a los que Millonarios difícilmente puede sacarles puntos. De hecho desde 2010, con goles de Robayo y Cichero, nuestro equipo no lograba traerse los tres puntos del Parque Estadio.
La última visita de Millos a esa cancha había terminado en una derrota propiciada por una decisión arbitral errada que decretó sobre el final del juego una inexistente pena máxima bien aprovechada por el equipo local.
El actuar de Millos a lo largo del primer tiempo del partido del sábado ilusiona. Un equipo serio, compacto, concentrado y ganoso fue el que se vio sobre el gramado del estadio envigadeño.
Gracias a la presión ejercida desde la propia área del local y al superlativo desempeño de Dayro Moreno quien evidentemente sigue en racha goleadora y termina embocando hasta las que no van con dirección de arco, Millos culminó el primer tiempo ganando justicieramente su primer juego en este 2014.
Para el segundo tiempo el decorado fue diferente, en parte por la lógica reacción del equipo local, y en parte porque al parecer el esfuerzo físico de jugar en una cancha tan grande como la del Parque Estadio sumado a que el equipo apenas está saliendo de la pretemporada pasó cuenta de cobro a los futbolistas azules.
En mi concepto la victoria fue más que justa. Algunos pretenden minimizarla argumentando que si Envigado hubiera tenido mayor precisión probablemente nos hubiera empatado. Yo creo que si Millos hubiera contado también con esa mayor precisión en el arco contrario, la diferencia pudiera haber sido más amplia. Simplemente así es el fútbol.
Obviamente hay cosas por mejorar. Habrá que esperar que la respuesta física de los jugadores vaya mejorando con el transcurrir de los partidos, que lo expuesto en el primer tiempo logre sostenerse con suficiencia durante una mayor porción del juego y, sobre todo, que se muestre esa misma solidez en todos los juegos en condición de local, así como frente a los rivales llamados grandes.
Es una perogrullada del fútbol, pero evidentemente siempre será más fácil tomar correctivos cuando se gana. Por esto la victoria en Envigado no debe menospreciarse bajo ningún punto de vista.
No hay que olvidar que al equipo presentado por Lillo el sábado le faltaban piezas fundamentales en su andamiaje como Román Torres, Lewis Ochoa, Harrison Otálvaro y Fabián Vargas por lo que se puede esperar en el futuro a un equipo con mayor solidez y alternativas para los juegos que vienen.
No obstante, considero que al equipo si le hace falta COMO MÍNIMO un refuerzo más para la zona de ataque, ya que la baja de un jugador de peso y jerarquía como Wason Rentería aún no se ha cubierto de forma adecuada, y con los alternantes de los que disponemos hoy día será difícilmente subsanada.
De momento el inicio de torneo ha sido positivo: se ganó después de tres años en una plaza siempre difícil para nosotros; Dayro Moreno sigue dando muestras de ser el jugador diferente del FPC y el llamado a jalonar desde la cancha las ilusiones de la hinchada albiazul; y no se cedió terreno frente a los otros equipos llamados a disputar con Millos la chance de ser campeones este primer semestre.
Cordial y albiazul saludo
@azulhstalatumba