Cada vez que estamos ad portas del inicio de un nuevo campeonato, la ilusión del hincha reverdece. Atrás quedan los cuestionamientos de los jugadores, técnicos o dirigentes que cada quien quisiera tener en el equipo de sus amores.

Pocas son las novedades que veremos en Millonarios para este segundo semestre. El regreso de dos viejos conocidos, veteranos de la 14, como Otálvaro y Blanco; uno que ya estaba pero que por motivos de salud casi no hizo parte de la plantilla de jugadores, Mario González; y los tres nuevos: Ramiro Sánchez, Michael Rangel y Sergio Romero.

Sánchez viene a asumir el puesto del inolvidable Luis Delgado, quien dejó el equipo básicamente porque resultaba ser un suplente demasiado costoso. Pienso además que, por su categoría y prestigio, era injusto para Lucho continuar su carrera a la espera de una oportunidad como titular, cuando cuenta con todas las condiciones para ser titular de cualquiera de los equipos del FPC. Para él la gratitud eterna y la garantía de su permanencia garantizada en el “Olimpo” de mis ídolos azules.

En cuanto a Rangel y Romero, aunque no traen un pasado reciente exitoso, a mi modo de ver, son dos jugadores interesantes de buena técnica y que con continuidad podrían llegar a dar el resultado que todos deseamos.

En los últimos años Millos se ha especializado en reencauchar delanteros discutidos y venidos a menos como Osorio Botello, Dayro Moreno y Fernando Uribe…ojalá en esta ocasión ocurra lo mismo con estas dos contrataciones.

Muchos hinchas quizás se quedaron esperando un revolcón de proporciones bíblicas al interior del equipo. Sin embargo hay que reconocerle a la dirigencia que, en esta oportunidad, actuó con sensatez y cordura.

La mayoría de los futbolistas que venían del primer semestre tienen contratos vigentes. Borrarlos de un plumazo significaba ni más ni menos que pagar indemnizaciones, probablemente costosas, o incurrir en futuros pleitos similares al que hoy nos tiene sometidos el legendario y nunca bien ponderado Carlos Marinelli.

Además, si bien el primer semestre dejó el sinsabor de la eliminación de la Copa Águila, no hay que olvidar el buen nivel con el que finalizamos nuestra participación en la Liga, superando incluso a equipos supuestamente mejor conformados y con mayores presupuestos como el verde antioqueño, el querido vecino y el Junior. Millos no era tierra arrasada como para necesitar urgentemente de la reingeniería que muchos deseaban.

Quizá a final de año, cuando terminen los contratos de varios de los futbolistas que hoy hacen parte de la nómina, se dé ese recambio que tantos anhelan. Ahí sí, con la libertad de maniobra que eso les daría, esperar que los dirigentes diseñen un nuevo proyecto, ojalá con altas inversiones que permitan a Millonarios consolidarse dentro de los equipos más poderosos del rentado nacional.

En mi opinión personal, este equipo no es ni tan malo, ni tan pobre como buena parte de la crítica lo asegura. De retomar el nivel con el que terminamos el primer semestre no me cabe la menor duda que se dará la pelea, mano a mano. No veo en el FPC, para este segundo semestre de la Liga, al súper equipo, al todopoderoso. Ninguno es el Madrid, el Barcelona o el Bayern.

Además, si nos atenemos a la fortaleza que ha mostrado el equipo de Lunari cuando juega en Bogotá, el calendario para este segundo semestre resulta, a priori, más benigno que el anterior, pues de los 20 partidos que se disputarán en el todos contra todos, por lo menos 13 de ellos (14 si no alcanzan a terminar oportunamente los arreglos del estadio de Tunja), se jugarían en nuestra hermosa capital de la República.

Tan solo se tendrían seis desplazamientos a Pasto, Cúcuta, Tuluá, Barrancabermeja, y dos partidos consecutivos en Medellín. Bastante favorable (sobre el papel)!

Millos está al nivel de sus rivales por el título. Con el fútbol y la actitud demostrados en la recta final del primer semestre, corrigiendo errores del pasado, y contando con algo de mejor suerte la hinchada tiene toda la motivación para CREER EN ESTE EQUIPO.

¡Cordial y albiazul saludo!

@azulhstalatumba