Con la derrota en Medellín una nueva ilusión azul quedo truncada. No se dio el que el pequeño David derrotara al Goliat del fútbol colombiano. Porque no es para nadie un secreto que el respaldo económico, dirigencial e institucional del que goza el rival al que enfrentábamos lo tienen convertido hoy por hoy en el más poderoso equipo del medio y, si se quiere, del continente.

Hay que reconocer, como en su momento lo hicieron Sebastián Viera (Junior) y unos días más tarde David González (DIM) que en la actualidad no hay en el FPC un equipo que sea capaz de derrotar al verde con todo su andamiaje. Es triste aceptarlo, pero es la realidad.

Millos, por su parte terminó siendo víctima del mal endémico que nos ha aquejado durante los últimos casi 30 años: la falta de visión de nuestros dirigentes.

Falta de visión para comprender la mina de oro que tienen en sus manos al administrar un equipo cuyo principal activo es su fiel, abnegada, pero cada vez menos creyente hinchada.

Como quedó demostrado en los dos últimos partidos jugados en el Campín, cuando el equipo juega cosas importantes y muestra buenos resultados deportivos el hincha azul acompaña masivamente al equipo, al precio que sea.

Falta de visión para entender que al hincha –el que paga la boleta, el que compra camisetas y artículos del equipo- poco o nada le importa que el equipo tenga una sede decente para entrenar o que los estados financieros se muestren saludables y con saldos en negro.

Al hincha le importa que el equipo al que acompaña cada domingo gane, juegue bien, muestre jerarquía en todas las canchas, que esté conformado por buenos jugadores -once titulares y once suplentes de categoría- que le den al cuerpo técnico de turno las herramientas suficientes para pelear decorosamente y mano a mano con los otros equipos llamados grandes del FPC y, de cara al cupo conseguido, con los rivales que tenga que enfrentar en el torneo internacional que se avecina.

Millos necesita que el DT de turno exija, que NO se conforme, que entregue una lista con los futbolistas que quiere y necesita, NO con cinco opciones por puesto, porque seguramente le terminarán trayendo, en el mejor de los casos, el quinto nombre de esa lista.

Lo que Millos menos necesita son cuerpos técnicos de estómago que terminen aceptando que les imongan jugadores de relleno. Diego Cocca debe entregar a los directivos su listado NO NEGOCIABLE de jugadores que se deben ir y los que deben llegar, a su gusto y a su acomodo y, si no le cumplen que renuncie y se vaya.

De no ser así, continuaremos con esta cadena repetitiva de Directores Técnicos que llegan en plan de salvavidas y terminan saliendo fracasados por la puerta de atrás dejando al equipo sumido en una nueva crisis de resultados, para darle inicio a un nuevo ciclo en este círculo vicioso que se ha convertido el banco técnico en MILLONARIOS.

Hoy, como colofón habitual de las últimas temporadas, el llamado de muchos hinchas es a NO abonarse para no seguir haciéndoles el juego a los dirigentes. Para muchos -me incluyo- esa es una petición simplemente imposible de cumplir.

El abonarse o no abonarse no determina si uno es buen o mal hincha. Que cada quien tome la decisión que mejor le parezca. A mi modo de ver, pretender la “muerte” de la institución por la vía de dejar de aportar los recursos para su subsistencia, NO es la más adecuada y NO comparto la tesis de que lo mejor es que la institución toque fondo, como algunos «perifoneadores» vienen invocando desde las redes sociales, principalmente.

Un nuevo año termina, un nuevo año sin títulos. Queda el consuelo del cupo logrado a la fase de repechaje de la Copa Libertadores lo que, sin embargo, le agrega un peso extra a las decisiones que deben tomar los dirigentes de la mano del cuerpo técnico.

Por cómo se dio la temporada y por el rendimiento mostrado a lo largo del año, tiene que ser abundante el listado de futbolistas de la actual plantilla que no hicieron los méritos suficientes vestir la azul y que no deben continuar en 2017, e igual de abundante en cantidad y mucho más en calidad tendría que ser el listado de jugadores que lleguen a renovar el plantel en procura de borrar las malas campañas precedentes y estimulen al hincha, a ese que no vive del amor irrestricto por la institución, a volver a acompañar fervorosa y multitudinariamente al equipo de nuestros amores.

Para mí el FPC ha llegado a su fin, poco me importa cuáles clubes van a disputar la estrella de diciembre, y no me pondré a contabilizar a cuántas estrellas podría llegar cada uno. Cualquiera que la gane, me tiene sin cuidado.

Con los mejores deseos de éxitos para el año que viene, y que la dirigencia se decida a compensar con la contratación de futbolistas de categoría a la hinchada que paga los precios más altos de boletería en el país.

Cordial y albiazul saludo

@azulhstalatumba