- «Pero a estas alturas soy incapaz de decir cómo votaré en el plebiscito que el gobierno ha planteado. Ni siquiera sé si votaré, pues al tratarse de una pregunta general sobre el conjunto de los acuerdos, ese mecanismo se parece bastante a los trucos que usan las dictaduras para legitimarse».
Las barras bravas, Mauricio Vargas, EL TIEMPO, 15.05.2016
Después de que al acuerdo para “blindar” el proceso de paz con las Farc le saliera el antídoto de la “Resistencia Civil”, el abismo de odio, división y enfrentamiento entre los colombianos se hizo más ancho y profundo.
Hay que ver el tono presidencial en el llamado paradójicamente “Foro Ideológico Liberal” para referirse al ex presidente Uribe y la carga de encono del ex presidente César Gaviria para tratar a los dos anteriores, al silencioso vicepresidente Germán Vargas Lleras y al Procurador Ordóñez. Con ese ejemplo, no es de extrañar la detonación de grosería y beligerancia en la que miles de comentaristas se batuquean diariamente en las tribunas de los medios de comunicación.
Si ese es el país que va a asumir la concreción de un acuerdo de paz con un grupo terrorista y narcoguerrillero como las Farc, y se alista para aplicar la fórmula con el ELN y las bacrim, apaga y vámonos. Se estaría dando la razón a personas como Gustavo Álvarez Gardeazábal, que aún a costa de ser tildadas de Casandras, han profetizado que el fin del acuerdo es el principio de una guerra civil.
¿Qué es lo que ha pasado? Una mezcla de realidades y percepciones.
- Santos vs. Uribe // REALIDAD
Estos dos hombres públicos han otorgado vigencia a la frase que se atribuye le dijo Bolívar a Urdaneta: “El no habernos arreglado con Santander nos ha perjudicado a todos”. Tal cual. Esa tragicomedia de un hombre que cabalga en otro para llegar al poder y luego lo traiciona, va a completar seis años en cartelera. El desacuerdo no se ha podido zanjar patrióticamente. Y cada día que pasa, la inicial criatura de la discrepancia, se transforma en el Leviatán de la discordia.
- “La Paz” // REALIDAD
Ahora que se habla de “blindar”, hay que decir que el primer blindaje que se le hizo a un proceso de diálogo en La Habana con un grupo que comenzó como guerrilla y terminó como cartel de la cocaína, fue englobarlo en el concepto de Paz. Como un todo mesiánico. Eso determinó que quien no estuviera de acuerdo con el procedimiento, quedara habilitado como enemigo de la paz y heraldo de la guerra. Y así está dividida hoy la Patria: entre la Guerra y la Paz.
- La única tarea // PERCEPCIÓN
Así las cosas, la dedicación que se ha otorgado a este importante pero no único asunto nacional, tanto como para explicar la firma de un acuerdo el próximo mes, ha llevado a pensar que mientras tanto hay una miríada de problemas que no han sido debidamente atendidos.
- Farc: ponen poco y ganan todo //REALIDAD Y PERCEPCIÓN
Este asunto que supuestamente era “el cierre con broche de oro de una negociación dificilísima”, es decir, el asunto del “blindaje”, es la tapa del congolo para quienes creen que las Farc están haciendo lo que se les da la gana. Y que el gobierno obedece. El ordenamiento jurídico del país se sobresalta con esta “Constituyente exprés” o ad hoc, dictada desde La Habana, que llevará a lo que Hernando Gómez Buendía denomina “Una paz de leguleyos”. Esa es la cereza de un pastel en el que, tal y como está presentado, las Farc no pagan, no reciben castigo y más bien son premiadas.
- Gobierno débil / PERCEPCIÓN
Ante el hecho anterior, y como ahora lo que no es una cosa simplemente es lo contrario, el gobierno queda sin peso. De tú a tú con un grupo derrotado. Dejándose imponer condiciones. Cambiándoles las reglas a sus ciudadanos (umbral del Plebiscito) para acomodar sus deseos. Mejor dicho, los deseos de las Farc.
- Bien en el exterior, mal en Colombia // REALIDAD
Dicen que en encuentro de los presidentes Obama y Santos, estuvieron de acuerdo en que les pasaba lo mismo: a cada uno, lo querían más en el país del otro. Eso pasa con este proceso. La comunidad internacional, y sus instituciones señeras, están jugadas por él y por el mandatario colombiano. Aquí la cosa es a otro precio.
- El país real
Este proceso de conversaciones en La Habana y sus crípticos acuerdos, han llevado a destapar un país que está mal, pero muy mal. A la bonanza del post conflicto le corresponderá remediar años de desidia estatal en el cuidado de sus ciudadanos, la ocupación de su territorio, la atención de sus responsabilidades, la perniciosa corrupción de un torvo ejercicio de la política, la cabalgata de la desigualdad y otra serie de plagas que han arrasado nuestro erario como a un Egipto bíblico. Y el problema de la tierra, que está en la base del zafarrancho.
«Desde allí manejan el narcotráfico y el lavado de activos a través del contrabando de mercancía que llega de Panamá. Además, convirtieron el puerto en su lugar de descanso y diversión y en el vividero de sus esposas e hijos”, dice un oficial de inteligencia. ASÍ VIVE TURBO, EPICENTRO DEL HAMPA DE ‘LOS ÚSUGA’. http://www.eltiempo.com/politica/justicia/turbo-epicentro-del-hampa-de-los-suga/16617884
Hay peleas desatendidas en su verdadera dimensión: contra la economía ilegal y la informalidad, contra la minería ilegal, contra las bandas criminales, contra la extorsión que tiene asolados a los comerciantes grandes y chiquitos, contra la imagen de desintitucionalización y falta de autoridad del Estado… Colombia: primer productor de coca… ¿Cómo es eso que la patraseada del gobierno en La Macarena no es para defender la naturaleza sino para proteger una zona de las Farc? ¿Es cierto que la “pedagogía de convivencia” de las Farc en sus zonas de control es un mensaje a los ciudadanos para que sepan quién es el que manda?
Los inversionistas, mientras tanto, esperan a ver cómo es eso del pos acuerdo…
¿Qué hacer?
- Eso de imponerle “la paz” a un país dividido con odio, no entre guerrilleros y Estado, sino entre compatriotas, entre sus propios ciudadanos, es mal augurio. La comunidad internacional, más que precipitar la firma de un acuerdo con las Farc, debería propender porque el presidente Santos y el ex presidente Uribe, sus puntos de vista y las facciones confrontadas, desarrollen un proceso de acuerdo. ¡Ya! Y sea un país unido el que firme la paz con esa agrupación guerrillera. De lo contrario, vienen días peliagudos.
- Eso no se puede hacer si los colombianos seguimos acostados o sentados cambiando el país a punta de tinto. Necesitamos acción ciudadana pacífica. ¡Es nuestro país! ¡El país de nuestros hijos y nietos! ¡No se lo dejemos únicamente a nuestros gobernantes!