Les he dado instrucciones al ministro de Defensa y al señor director de la Policía (José Roberto León Riaño) para que en un término de 60 días me acaben con esas ‘ollas”. Presidente Juan Manuel Santos al visitar el Bronx con el alcalde Gustavo Petro, el lunes 1o de abril de 2013.
Con la investigación que la Policía Nacional y la Fiscalía General adelantan en contra de siete policías, uno de ellos el teniente coronel Gerardo Rivera Gutiérrez, excomandante de la localidad de Los Mártires, se fortalece la versión sobre que en el ‘Bronx’, la olla más grande del país, ha existido colaboración entre miembros de la Policía y la mafia. Desde 2012, la Fiscalía tenía información sobre que ahí había una nómina de policías y agentes del CTI que recibían pagos para permitir el accionar criminal de los ‘ganchos’ que manejaban el negocio del microtráfico y la prostitución en ese sector. En documentos de la Fiscalía se lee que los jefes de los ‘ganchos’ autorizaron “un presupuesto para el pago de sobornos o cuotas a las diferentes autoridades”, y se les pagaba en efectivo a los uniformados diariamente si era por permitir el microtráfico o, con pagos adicionales, según la información que entregaran a fin de evitar los operativos programados. http://www.eltiempo.com/bogota/investigacion-a-policias-por-corrupcion-en-el-bronx/16620496
El Bronx (Bogotá, Colombia) ya tiene un lugar en la historia universal de la infamia. Miseria humana, vulnerabilidad de seres abandonados y capacidad criminal de organizaciones que se nutren del delito y la corrupción son una verdadera vergüenza nacional e institucional. Esto último resulta pavoroso, porque como se ha repetido hasta la saciedad, el reducto del horror tiene como vecindario a la Jefatura de Reclutamiento del Ejército, el Comando de la Policía Metropolitana, el Batallón de Infantería No.37 Guardia Presidencial y las sedes de la Alcaldía Mayor de Bogotá, el Congreso, la Vicepresidencia y la Presidencia de la República de Colombia.
¿Dónde están los responsables de esta situación? Un repaso de sucesos permite entender que todo anuncio de un funcionario es un compromiso con la verdad y con la acción, y no un pretexto para figurar en los medios. Y que hay políticas públicas de Estado y de ciudad que van más allá de la vitrina transitoria de los gobernantes.
El lunes 17 de septiembre de 2012, el alcalde Petro dio apertura al Centro de Atención Móvil a Drogodependientes – Camad. La información reseñó: “… les apuesta a los centros porque cree que solo cuando se logre atender integralmente a esta población ‘habrá paz en este país”.
Febrero, 2013: “En el segundo día de intervención…, el subsecretario de Convivencia y Seguridad, Edgar Ardila, manifestó que el objetivo de recuperar este espacio se logró el día de ayer (martes 19) y que la presencia de la institucionalidad distrital en la zona será permanente”. Iba a crearse la “Ciudadela Humanidad”, que había estado en el papel desde hacía dos años (costaba $37 mil millones “y $20 mil fueron financiados a través de alcaldías locales, según cifras entregadas por Jorge Rojas, secretario de Integración Social”).
El lunes 1º de abril de 2013 se cumple lo que el alcalde Petro había trinado: «… En el Bronx, Presidente y alcalde juntos… en política de seguridad ciudadana y humana eficaz, instituciones deben estar unidas». El encuentro queda marcado por la foto de una impertinencia de Santos aspirando el olor de una paca de marihuana, ante la mirada impávida del Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón. Pero el primer mandatario hace un anuncio crucial en la que llama una fábrica del crimen. «Les he dado instrucciones al ministro de Defensa y al señor director de la Policía (José Roberto León Riaño) para que en un término de 60 días me acaben con esas ‘ollas” (24 en 20 ciudades del país).
Dos años y cuatro meses después, el jueves 30 de julio de 2015, Semana informa que “el ‘Bronx’ es tierra de nadie y allí la propia Policía no puede entrar”. Y cita una declaración de Petro ese mismo día: “… las niñas de los negocios del norte que consumen drogas y no pagan sus deudas… son llevadas a entregar servicios sexuales en el ‘Bronx’, forzadamente por las mafias. Eso se llama esclavitud”.
Y ahora esto, a finales de mayo de 2016. ¿Qué pasó? ¿Dónde están los responsables?
(Esta columna se publica originalmente en Portafolio, viernes 3 de junio de 2016)
¿cómo se inició esa ‘Olla’ criminal?, ¿cómo se desarrolló?, ¿por qué no se confrontó inicialmente?,
¿qué explica tanta tolerancia e indiferencia frente a desafío criminal de esa magnitud?, ¿por qué la impotencia del Estado?
«Impotencia, indiferencia», Fernando Cepeda Ulloa, El País, 04.06.2016
«El divorcio entre las políticas de las últimas tres Alcaldías con la Policía y la Fiscalía facilitó que las mafias actuaran sin control. Esa falta de autoridad, sumada al cliché de que imponer el orden en esa zona de la ciudad era una medida clasista, incidieron en que las condiciones de degradación se agravaran. A todo eso se sumaron casos de corrupción de las autoridades, que en muchas ocasiones actuaron como cómplices de las mafias del Bronx«.
http://www.semana.com/nacion/galeria/bronx-en-bogota-prostitucion-desapariciones-microtrafico/476358
VER:
La República Independiente del Bronx
IMPORTANTE:
Una mirada desde la arquitectura, por Carlos Niño: El Bronx no es ningún accidente.
http://www.revistaarcadia.com//noticias/articulo/el-bronx-cartucho-carlos-nino-renovacion-urbana-historia-de-la-zona/49036?utm_source=arcadia&utm_medium=correo&utm_campaign=2016_06_03
ESPERE:
Domingo 5 de junio: El demonio de la depresión