Casualmente, las cuatro medallas hasta ahora obtenidas por Colombia en los olímpicos de Río de Janeiro –dos de oro y dos de plata– se las debemos a cuatro figuras de raza negra, dos mujeres y dos hombres afrocolombianos que han dejado muy en alto el nombre de un país excluyente que solo se acuerda de ellos cuando aparecen en los podios. Vladdo, El rescate de nuestro presidente negro. http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/el-rescate-de-nuestro-presidente-negro/16675115
¿Qué pensaría usted si un boxeador de los Estados Unidos, luego de colgarse una medalla en los Juegos Olímpicos Río – 2016, declarara: “La plata que dan por bronce no me alcanza para la casa que quiero para mi mamá, por eso voy por el oro”?
¿Qué pasaría si luego de que el deportista hiciera ese anuncio lastimero, una ministra del gobierno de Obama y el mismo Obama, en persona, le prometieran entregarle la casa de sus sueños y anunciaran por Twitter que están en eso porque el hombre se lo merece? Y si no hubiera ganado nada, ¿no habría casa para la mamá?
Y hablando del presidente Barack Obama: ¿qué pasaría si un medallista olímpico de los Estados Unidos bañado en oro acusara al primer mandatario de no haber cumplido su palabra dada en Londres 2012 cuando ganó la medalla de plata y le prometió construir un centro de levantamiento de pesas?
¿Cómo le quedaría la cara al presidente si la gobernadora de un Estado (donde no nació el deportista que reclama, pero al que llegó huyendo de la violencia) hubiera provocado un escándalo por su asistencia a Río, pero cuando el gladiador de oro arribara a la capital de ese Estado le anunciara que tiene 3.000 millones para el Centro de Alto Rendimiento que pide el hombre y además destinara varios millones en una bolsa de premios para los triunfadores, y el medallista olímpico declarara “Esa es la voluntad política que necesita la región”?
¿Qué creería usted si todo eso hubiera pasado con esta previa declaración del equivalente al Ministro de Hacienda de los Estados Unidos: “Hemos apoyado al deporte como nunca antes y ese apoyo significa darle recursos al deporte. Para estos Juegos Olímpicos cerca de 35 mil millones de pesos en aportes a los centros de alto rendimiento. Hacia adelante hay que mantener ese esfuerzo”.
Y especialmente, ¿qué pensaría usted si el presidente Obama hubiera despedido a la delegación de los Estados Unidos con una fiesta bien puppy en la Casa Blanca, les hubiera dicho “Ustedes, los atletas, son la mejor prueba de lo que somos y de los que podemos hacer”, pero la promesa que les había hecho de tener una vejez digna y un reconocimiento económico por su logros no se hubiera cumplido porque la Ley del Deporte que garantizaba lo establecido solo tuvo ponencia para primer debate en el Congreso, nunca se discutió, y como señaló un periódico importante “luego de un año ya está durmiendo el sueño de los justos, llegó una solicitud de archivo, y sin el despliegue que se le dio al momento de radicarla, recibió un entierro de quinta”?
¿Y qué orden vería usted en el asunto si el medallista olímpico dorado del que se habla en el segundo párrafo de esta nota declarara antes de subirse al carro de bomberos para hacer un recorrido triunfal por la ciudad: “A eso le falta mucho, solo espero que Coldeportes Nacional a través de la doctora Clara Luz le solicite este presupuesto al señor presidente y que de ahora en adelante cumpla, ya hace cuatro años me había prometido lo del coliseo y lo de la ley del deporte y quiero que cumpla esta vez porque todo eso va a beneficiar a los deportistas, campeones olímpicos y mundiales que ha dado el país”?
¿Y cómo terminaría usted de ver la cosa si el presidente Obama enviara un trino felicitando a un gran ciclista por un triunfo dado al país, y este le respondiera que “gracias, porque nos ha tocado solos”, y otro ciclista le enviara este mensaje al alcalde de la capital de los Estados Unidos: “Un saludo muy grande para el alcalde que lastimosamente no dejó llegar la vuelta este año a la ciudad. Lastimosamente la ciudad no tiene un equipo de ciclismo. Entonces un saludo para el Alcalde”.
Creo que así se entendería este final del editorial de El Tiempo titulado “Días de Oro y Plata”, en el que se alaba esta trascendental participación de Colombia en los Juegos Olímpicos Río – 2016: “Para ser concretos: aunque se avanza en la dirección correcta, queda trecho, incluso teniendo en cuenta las limitantes presupuestales propias de un país con un desempeño económico como el nuestro. Es viable, porque es el caso de naciones con niveles de desarrollo similares, el escenario en el que deportistas con historias de vida como la de Yuberjén Martínez la casa anteceda a la hazaña”.
www.carlosgustavoalvarez.com
http://app.eltiempo.com/opinion/editorial/editorial-d-as-de-oro-y-plata/16674447
http://www.elespectador.com/noticias/politica/quien-invito-controversia-presencia-de-dilian-francisca-articulo-647896