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El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales. Nelson Mandela

Ya comienza a calentarse en los medios de comunicación el balance de los sucesos del año y con él, la infaltable designación del personaje nacional de 2016.

También arranca el debate sobre la elección del “Deportista del Año”. Un escogimiento embrollado en un sin igual arqueo de triunfos generales, olímpicos y paralímpicos, los más recientes de los cuales corresponden a Nairo Quintana y a Esteban Chávez en la “Vuelta a España 2016”, a las medallas de Mauricio Valencia, bronce en el lanzamiento de bala, y Moisés Fuentes, en natación, en los Paralímpicos de Río, y al lucimiento del equipo nacional en el Campeonato Mundial de Patinaje, en Nanjing (China).

nairo

Falta ver los resultados de la Copa Mundial de Fútsal, que se desarrolla en Colombia, y en la que todavía hay muchas posibilidades para nuestro equipo, a pesar del empate con Portugal. Hay una enorme expectativa nacional que este gran año del pedalismo colombiano cierre con broche de oro desde el 16 de octubre en Doha, Katar, en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Ruta. Y claro, ojos atentos porque Nacional, Campeón de la Copa Libertadores, disputará el Mundial de Clubes posiblemente contra el Real Madrid, el 18 de diciembre en Yokohama, Japón.

El Personaje del Año en Colombia será seguramente el presidente de la república Juan Manuel Santos. Y el suceso, sin duda, llevar a buen término el acuerdo para la terminación del conflicto armado entre el Gobierno Nacional y las FARC – EP. La repercusión mundial de este proceso desarrollado en La Habana, catapultará al primer mandatario a los más altos niveles de reconocimiento mundial, incluida su esperada nominación para el Premio Nobel de Paz. Falta ver cuántas de esos reflectores de gloria deberá compartir con Rodrigo Londoño Echeverri, comandante de las FARC – EP, que para entonces habrá borrado de su cédula nueva el alias de “Timoleón Jiménez” o “Timochenko”.

La estrella del deporte

Para mí, los deportistas colombianos y la nueva posición del deporte nacional en el contexto mundial, deberían ser, respectivamente, los segundos personajes y suceso del año 2016.

Es más: me meto respetuosamente en la cancha de la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos (Acord), encargada de seleccionar y entregar desde 1960 el premio al Deportista del Año. Creo que una definición en singular sería enormemente antipática e injusta, y llevaría a discusiones fraccionarias tan devastadoras como la que vemos actualmente entre el “No” y el “Sí”.

¿Nairo Quintana en vez de Catherine Ibargüen? ¿Mariana Pajón, sí, y Oscar Figueroa, no? ¿Cómo no reconocer el magnífico triunfo de Carlos Serrano, medalla de oro y marca mundial en los 100 m pecho de los Juegos Paralímpicos de Río? ¿Y si Nacional gana la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2016?

Alguien me podría alegar, y con razón, que esa es la ley del deporte: hay un primero, un segundo, hasta un tercero, y el resto. Cierto. Así que dejémosle ese problemita a la Acord. En todo caso, los medios de comunicación nacionales sí pueden optar por la vía salomónica de declarar al grupo de los deportistas triunfadores como Personajes del Año y al Deporte Nacional como el suceso más destacado de 2016, después del Acuerdo para la terminación del conflicto.

Pero todo eso, al final, no sería más que bengalas en el cielo, si desaprovechamos este momento para darle al deporte la posición que debe tener en el engranaje de desarrollo de un país. No se puede desperdiciar la fuerza presente, no sólo mirando hacia los olímpicos de 2020, sino, en general, como rescate de una juventud en el país del posacuerdo, de la generación NINI (Ni estudia Ni trabaja) y de ese potencial problema que es el aumento de las pandillas, cuyo número en las principales ciudades es otro de los factores que hace pensar que estamos resolviendo el problema que no es.

Salto de obstáculos

Hay que desatar, entonces, muchos enredos, para que este buen alumbramiento del deporte no se quede en la loa de las figuras, y estas no puedan convertir su ascenso universal en una política (buena política) nacional.

No ayuda el anunciado recorte del presupuesto en 2017.  El de Coldeportes, se reducirá en 2017 a $299.000 millones, comparado con los $412.000 millones que recibieron en 2016 y los $436.000 millones que recibieron en 2015 (- 27,5%). Es el segundo sector que menos recursos recibe, después del sector de inteligencia militar.

Se ha informado que el recorte sustancial será en infraestructura, sobre todo en lo relacionado con nuevos escenarios para el 2018. En la entrega de carros e incentivos a quienes ganaron medallas en los Olímpicos de Río, el presidente Juan Manuel Santos aseguró: “les tengo buenas noticias: a pesar de que a este sector, como a todos, nos ha tocado bajarle un poco al presupuesto por el apretón de gasto que hemos debido hacer ante la caída de los ingresos petroleros, no vamos a disminuir los recursos para apoyar a nuestros deportistas de alto rendimiento. Todo lo contrario: el próximo año los aumentaremos en 50 mil millones de pesos, lo que significará que casi llegaremos a los 110 mil millones de pesos”.

Bien por los deportistas de alto rendimiento. ¿Y los demás?

No podemos seguir aceptando que la primera declaración de un triunfal deportista colombiano ante el mundo, no comprenda el agradecimiento al sistema deportivo de su país. Tendría la razón Germán Manga en “Los medallistas olímpicos son héroes solitarios”, su columna de Semana.com, cuando señaló: “Que tengamos un importante cuadro de medallistas no es un logro del Comité Olímpico ni de Coldeportes. Tampoco resultado de un sistema nacional de deporte, sino otro triunfo específico y contundente de Antioquia y Valle. La mayoría de las medallas se relacionan puntualmente con las condiciones excepcionales de algunos deportistas del Pacífico. No hay medallistas de Bogotá, de la costa atlántica (salvo la de Oscar Muñoz en 2012, taekwondista del Cesar), de los santanderes, ni del eje cafetero. El cuadro de ganadores revela que tenemos medallistas olímpicos pero no deporte nacional”.

Epílogo

El proyecto de Ley del Deporte que se radicará en los próximos días en la Presidencia de la República persigue objetivos como Seguridad Social para los deportistas de altos logros, crear un fondo cuenta o cuenta satélite del sector deporte, la inclusión social (género), un censo de escenarios deportivos y el papel del deporte en escenarios de paz y posconflicto.

Nelson Mandela ya demostró el papel del deporte en la reconciliación de un país.

A pocas personas las recibe el sector con tanta bienaventuranza, como a Clara Luz Roldán, la primera mujer que dirige Coldeportes. A esta valiosa ejecutiva le tocó el año de los primeros grandes triunfos, en sus manos están los deportistas y el deporte como los personajes y el suceso de 2016.

Puede ganarse la de oro, si el deporte llega al podio de la vida nacional. Y ahí se queda.

www.carlosgustavoalvarez.com

VER

http://www.semana.com/opinion/articulo/german-manga-los-medallistas-olimpicos-son-heroes-solitarios/489520

http://www.semana.com/nacion/articulo/pandillas-en-colombia-y-posconflicto-violencia-en-las-ciudades/493273

http://blogs.eltiempo.com/motor-de-busqueda/2016/08/17/deporte-politica-y-pobreza/

 

caterine

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