Donald Trump es el nuevo presidente de Estados Unidos. El republicano se impuso ante Hillary Clinton tras ganar los 270 votos electorales necesarios.
(Columna publicada el viernes 4 de noviembre de 2016, cinco días antes de las elecciones). En contadas horas los Estados Unidos tendrán como 45º presidente a Donald Trump, como resultado de las elecciones No. 58 de su historia. Habrá concluido un debate que no se puede llamar “político”, que exhibe una vergüenza inédita y representa la campaña más costosa en la trayectoria democrática de ese país, en la que ni la señora Clinton ni el lamentable triunfador dieron la talla, ambos apenaron la dialéctica y juntos terminaron en una mazamorra de chismografía y bajezas.
Trump es el hazmerreír del mundo. Apropiado de un discurso vesánico, campea por ávidos medios de comunicación al más prosaico estilo de tiranos africanos o déspotas de la otrora Cortina de Hierro. Promete devolver a EU a épocas gloriosas, levantar un muro inverosímil que cobraría a su vecino mexicano, que a su vez pondría la mayor cuota de los millones de inmigrantes que pondría de patitas en la frontera.
La victoria de Trump será la tercera gran sorpresa de este 2016. Prólogo, sin duda, de otros disloques que nos traerá el 2017. Se unirá al Brexit y al “No” colombiano para demostrar cuánto ha cambiado el mundo pero, sobre todo, el grado de ineptitud de las clases dirigentes para leer las corrientes populares subterráneas, jugar limpio y prevenir las convulsiones sociales.
Se atribuye el triunfo de Trump a la inoportuna y malintencionada apertura de investigación que el FBI le ha atravesado a la señora Clinton por sus correos de marras, cuando oficiaba como jefe de la diplomacia gringa. En realidad, ella es considerada “la dama de la guerra” (se le atribuye la destrucción de Libia, que era aliado de los EU) y más que una pareja, conforma con su esposo una corporación financiera. Esas certidumbres no han cambiado con el cuento de hadas de la primera mujer presidente ni con el disfraz de Caperucita que ella se ha puesto para contender con el lobo Trump. Los correos irresponsables, pues, solo han aumentado la total desconfianza que le tienen a la esposa de Bill. Trump ha dicho que ese es el mayor escándalo político desde el Watergate de Nixon en 1974.
Pero las razones de una decadencia económica y social de EU habrían comenzado con el apuesto presidente Kennedy y gestaron desde entonces un caldo de cultivo que estalló en las manos del carismático Obama. Tendrían como secuela principal la ruina de la clase media norteamericana, otrora bastión y emblema del American Way of Life. Y esta se habría producido, entre otras razones, por ese desangre que representa la inflación, carcinoma que estanca los ingresos y multiplica los gastos.
Nixon sacó el dólar estadounidense del patrón oro, manipuló la inflación, alteró el IPC y puso a los gobiernos a imprimir billetes sin fondos. Sus sucesores no fueron mejores, pero la crisis hipotecaria de 2007 reventó las esclusas. Robert T. Kiyosaki, el autor de “Padre Rico, Padre Pobre”, que también ha escrito con Trump libros sobre la riqueza, y que saluda su presidencia como la de un Mesías, señala en “La segunda oportunidad” que Bill Clinton es el gran responsable. “Volvió ricos a sus amigos banqueros, muy, muy ricos, a costa de los pobres y la clase media”.
Los Clinton han sido uña y mugre con Obama, a quien hoy se le valora la predicada panacea del Obama Care como una ley fiscal que encarece los costos de la salud y enriquece a las aseguradoras privadas.
Tanto abuso y por tanto tiempo parece haber colmado la paciencia de los norteamericanos y ojalá sirva de lección a las clases dirigentes de otros países. El lobo aullará en el Salón Oval.
Columna publicada originalmente en Portafolio viernes 04.11.2016. http://www.portafolio.co/presidente-trump-columnista-de-opinion-501441
VER
http://katehon.com/es/article/por-que-hillary-clinton-es-mucho-peor-que-trump
http://www.jetsetmag.com/exclusive/cover-features/why-america-needs-donald-trump/
http://www.eltiempo.com/mundo/ee-uu-y-canada/curiosidades-de-los-presidentes-de-estados-unidos/16742376