El Vaticano es el país del mundo en el que más vino per cápita se bebe. Es que cada uno de sus 800 habitantes consume 52,26 litros cada año, según un informe del Wine Institute de California, Estados Unidos
Avanzando lentamente en la última década, el vino ha dejado de ser el pajecito en la corte de los licores y hoy está convertido en un príncipe, eso sí, sin que amenace el trono de Su Majestad la cerveza, reina del consumo en Colombia.
No es ese un tema que yo domine, especialmente por mi condición de abstemio. Pero la intervención de Carlos Mario Giraldo Moreno, el carismático Presidente del Grupo Éxito, durante el lanzamiento de Expovinos 2017, me acercó a una parte de la realidad de los licores en nuestro país.
Aperado de apuntes curiosos que transcribió en dos hojas de papel, resaltadas no sé si por casualidad en el color amarillo de la marca, Giraldo escanció cifras curiosas.
Unas, relacionadas con el consumo del vino y sus hermanos. Mientras en Francia cada persona se bebe un promedio de 42 litros de vino en el año, 29 en Uruguay y 23 en Argentina, en Colombia hemos escalado con esfuerzo, paciencia, conocimiento, importación y mercadeo, el ascenso hasta un litro triunfal.
Puede parecer pírrico. Pero esta feria de vinos, que se realizará del 2 al 5 de agosto, en Corferias, Bogotá, cumple 12 ediciones de haber comenzado cuando no se llegaba ni al medio litro de consumo al año.
Remontar esa cifra era una lucha difícil. Los datos revelados por Giraldo muestran que por lo menos en términos del Éxito, y si bien la cerveza sigue en la cúspide, la categoría vino ya va en un segundo lugar, sobrepasando competidores tan encarnizados como el whisky, el aguardiente y el ron.
¿En qué ciudades ha sido posible esa conquista? El consumo de vino lo lidera Bogotá (54%), seguido de Medellín (23%), la Costa (11%) y Cali (6%). Respecto al origen, Chile es el país preferido (43%), seguido de Argentina y España. Y por supuesto, el rey es el vino tinto, al que no rozan ni el blanco, ni los espumosos, ni los rosados, a todos los cuales, sin embargo, les están llegando mejores tiempos (incremento de ventas del 12% anual), en la medida que crece la cultura enológica y se sabe más y mejor del maridaje con las comidas.
Todos en la cama
Según una investigación de Euromonitor International, divulgada por Portafolio el 11 de mayo de este año, los colombianos beben más alcohol que agua embotellada, refrescos, jugos y té frío. El producto estrella, como ya se ha dicho, es la cerveza, “cuyo consumo anual promedio es de 74,5 litros, es decir, la mayor parte del alcohol que se ingiere en todo el país”.
No se trata de hablar acá del funesto papel que cumple el descontrolado consumo de licor en las riñas y las agresiones mortales, el deterioro familiar y social. Ni tampoco señalar cómo toda educación y prevención que se haga siempre será insuficiente para llamar la atención de los que no se toman unas copas sino que las copas se los toman a ellos. O a ellas.
El mes pasado la revista Dinero informó una realidad que ha cabalgado todo el año, como parte de esa situación económica cuya interpretación también está polarizada. “La industria de bebidas alcohólicas atraviesa por un momento difícil. Mientras los precios suben como consecuencia del incremento del IVA aprobado en la reforma tributaria y por la entrada en vigencia de la Ley de Licores, el consumo cae de forma significativa”.
La situación es tal que si en los dos primeros meses de 2016, las ventas de ese tipo de productos se expandieron 16,7%, el primer bimestre de este año difícilmente llegaron al 2,1%.
Incremento del IVA, Ley de Licores, Contrabando, Código de Policía. Las razones de la disminución de la venta se oponen al cálculo del gobierno, que tuvo la expectativa fallida de recaudar un 20% más en los departamentos para sostener una penosa ecuación con la salud. La cifra no subió sino que cayó en un 15%, según Fenalco, gremio cuyos asociados, en la voz de su Presidente Guillermo Botero, y al igual que Bruce Mac Master, Presidente de la ANDI, le cantaron la tabla al gobierno porque ni el comercio ni la industria levantan cabeza. Y el beatífico y esplendoroso segundo semestre del Ministro de Hacienda ya terminó el primer mes en las mismas.
Halla uno razón, entonces, en el editorial del Diario Occidente, el lunes 24 de julio, al referirse al mensaje del presidente en la instalación del congreso:
“¿Y la economía? ¿Y la salud? ¿Y la educación? ¿Y la seguridad ciudadana? Claramente hay dos visiones de país: la que tienen el Presidente y quienes hacen parte de su equipo y de su coalición de gobierno, y la que tienen los ciudadanos de a pie, esos millones de colombianos que viven la realidad día a día. Es muy grave que el Jefe de Estado se comporte como si Colombia fuera el país ideal en el que todo quedó resuelto con la firma del acuerdo con las Farc, pues si en verdad eso cree, su último año de gobierno no lo dedicará a resolver los problemas que más afectan la cotidianidad del grueso de los colombianos. Más grave aún es que la mayoría del Congreso aplauda, cuando lo que se espera de los legisladores es que, en cumplimiento de sus funciones de control político, llamen al Presidente y a su gabinete a la cordura o, para decirlo en términos coloquiales, a que aterricen”.
Vino y se quedó
“Te llevas más que un vino”. Ese es el lema de 12ª versión de Expovinos, cuyo crecimiento es francamente loable. En la segunda página de Giraldo estaba detallado cómo ocuparán 20.000 metros cuadrados de Corferias, un 67% más de espacio que la primera vez.
La forma cómo el colombiano se acerca al vino, y cómo lo ha adaptado en sus comidas, tiene respuesta en el programa de Expovinos 2017. Así por encimita, eso significa 90 stands, cerca de 100 importantes enólogos, sommeliers y expertos, dos tiendas delicatesen, una cava de selección, 16 catas a ciegas y una propuesta realmente innovadora de maridaje con la comida colombiana, que comenzó ese día mientras Carlos Mario Giraldo desgranaba sus apuntes. Ni hablar de los invitados especiales.
Los mejores deseos para Expovinos 2017, mientras la industria pasa este trago amargo, que por ese extraño esquema rentístico que tenemos aquí, termina tumbando a la mareada salud.
Lista de países consumidores de vino (per cápita).
WWW.CARLOSGUSTAVOALVAREZ.COM
Nada tengo en contra de la cerveza pero en realidad si de beber se trata de lejos prefiero el vino. Es una Lastima que el buen vino a veces sea tan costoso, pero nada remplaza a una copa de ese buen vino acompañando una comida. Ademas, una botella de vino se comparte, es convivial mientras que una botella o una lata de cerveza si se comparte hay que pedir otra ! Sin querer hacer una apologia del alcoolismo, hay que subir esa cifra de 1 litro al año por persona. Yo personalmente me comprometo a contribuir a subir la cifra. Salud !
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