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Escribo esta nota cuando regresan a sus casas en el último domingo de este agosto, 648.225 jóvenes colombianos que acaban de presentar la famosa prueba del ICFES.

Según la información ofrecida por la entidad hace algunos días, “a 608.632 bachilleres de colegios calendario A, el Icfes les aplicará la prueba Saber 11°, requisito para acceder a la educación superior; 20.815 estudiantes del grado 10° se medirán con la Pre Saber; 18.361 ciudadanos, mayores de 18 años, quienes no culminaron su ciclo académico, buscarán obtener su cartón de bachiller presentando la prueba del Icfes denominada “Validantes” y 417 ciudadanos bachilleres con discapacidad auditiva presentarán la prueba de Saber 11 INSOR”.

Hay, pues, 608.632 futuros bachilleres, solamente de Calendario A (el B tiene 3800 colegios y ya presentó pruebas), que con los buenos resultados de este examen aspiran a acceder a la educación superior.

¿Cuántos cupos tienen las universidades para que estos alumnos puedan cumplir sus sueños de ser profesionales, respondiendo en la mayoría de casos al esfuerzo denodado de sus padres?

No lo sé.

He buscado los datos de las grandes universidades, las más o menos, las de garaje…

No sé qué porcentaje de esa gran masa de ilusionados estudiantes podrá acceder a las universidades.

Que tienen dos filtros implacables, tan poderosos como los resultados de las pruebas: los pocos cupos en comparación con la demanda y los costos de los semestres. Este último factor hace que muchos puedan estudiar un semestre sí y otro, no. O que cursado uno o unos pocos, deban abandonar la carrera porque no tienen con qué pagarla.

Poquísimos los elegidos

Las mejores universidades de Colombia son la Nacional y Los Andes, líderes indiscutibles, según los resultados de, por ejemplo, las Pruebas Saber Pro 2016.

Veamos lo que pasa en la Universidad Nacional de Colombia, la institución pública por excelencia.

Miro su página de noticias.

El 18 de septiembre de 2016 se informó que 70.729 jóvenes presentaron pruebas de admisión en la Nacional. La mayor parte (50.031 personas) lo hizo en Bogotá. Medellín ocupó muy lejos el segundo puesto, con 8.743 aspirantes.

Les tenían una mala noticia.

Recibimos un promedio de 120.000 aspirantes al año y ofrecemos alrededor de 10.000 cupos en todas las sedes”, comentó el profesor Mario Alberto Pérez, Director Nacional de Admisiones.

Una generosa asignación indica que solo el 10% accederá a la Nacional en todas sus sedes.

¿Qué pasa, entonces con los otros 108.000 aspirantes? ¿Para dónde cogen?

Si esa es la proporción de la mayor universidad del país, ¿podemos aplicarla al conjunto de instituciones de educación superior de Colombia, en su variopinto proceder y su múltiple y desigual escala cualitativa?

Para los 608.632 bachilleres, que pasaron el día tratando de lograr un puntaje de excelencia con sus respuestas, ¿cuántos cupos tiene la educación superior?

¿El 10%, como la Nacional, que también exige la prueba del Icfes? Se quedarán por fuera 548.000

Que sea el 20%. Exageremos. Digamos 121.727 cupos. En las puertas quedarán casi 487.000.

¿Qué van a hacer?

Las cosas como son

El país necesita más jóvenes estudiando carreras que tengan sentido para el país futuro y no productos de fábricas de profesionales.

Necesita más universidad pública, porque los costos de los semestres en las privadas están francamente prohibitivos.

Pero sobre todo, necesita que mejore la relación entre el número de bachilleres graduados y el número de cupos universitarios.

¿Qué pasen los mejores? Claro, pero que no sean tan poquitos.

Para finalizar, copio unos datos del BID sobre la educación en Corea del Sur:

Un 95% de los estudiantes surcoreanos se gradúa de secundaria y más del 70% continúa en instituciones de educación superior. Comparativamente, sólo 55% de los estudiantes latinoamericanos terminan la educación secundaria.

El punto fuerte de Corea del Sur son sus políticas educativas a largo plazo vinculadas a la tecnología y a las demandas del mercado, y que no se ven afectadas por los cambios de gobierno.

Cada cinco años, se reforma el currículum nacional para que los estudiantes -futura fuerza laboral- estén preparados para las exigencias económicas del siglo XXI.

Además, cerca de 3 millones de jóvenes de todo el país estudian voluntariamente en casa a través de Internet gracias al Sistema ”Cyberhome”, lo que mejora la calidad de la educación pública y reduce la desigualdad entre regiones y clases sociales.

Al ser la educación una prioridad en la agenda política y un pilar clave de la economía surcoreana, la docencia es una carrera profesionalizada, respetada y bien remunerada.

Los profesores reciben capacitación tecnológica y gozan de un alto salario inicial (US$ 28.569 en 2006) que aumenta con el tiempo, ¿el resultado? una profesión culturalmente muy valorada, un aparato educativo que funciona a largo plazo y un sistema que sostiene la economía.

70% del 95% de estudiantes graduados en secundaria continúa en instituciones de educación superior.

Estamos lejos.

Muy lejos.

www.carlosgustavoalvarez.com

 

 

El Boletín «Educación Superior en Cifras», del Ministerio de Educación, refiere que de 504.000 estudiantes de Grado 11 reportados en 2013, ingresaron a la educación superior en el primer y segundo semestre de 2014 alrededor de 174.600, es decir, un poco más del 34,6%. ¿Cuál es la real oferta educativa de las universidades para 2018?

VER:

https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-350451_recurso_11.pdf

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16656094

La prueba fue presentada, en realidad, por 621.000 estudiantes. El 3,14% no acudió a la cita. http://www.eltiempo.com/vida/educacion/balance-de-la-presentacion-de-la-prueba-saber-11-del-icfes-124366

 

 

 

 

 

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