Bien lo dice Raúl Allegre, analista de la NFL para ESPN y exjugador, ganar en esta liga es muy difícil. Eso quedó plenamente demostrado en la semana 4, que acabó con varios invictos y puso a tambalear muchas ilusiones, aparentemente muy estables.
Es tan difícil conseguir un triunfo, que equipos como los Patriots y los Chiefs, los grandes contendientes de la AFC, sufrieron o no se vieron tan dominantes en sus juegos, lo que me pone a pensar que las cargas están más equilibradas de lo que parecía: estos equipos no son inalcanzables en esa conferencia.
Pero aquí viene el problema. Los que vendrían detrás dejaron ver sus costuras durante esta jornada, como el caso de los Ravens, superados ampliamente por los Browns. Baltimore también es candidato a cosas grandes, pero ahora está con marca de 2 – 2, demostrando que es un equipo vulnerable en su línea defensiva. ¿Y los Texans, los Colts? Ninguno se ve como favorito de esa división, que de hecho es la más cerrada de la NFL.
Hay varios equipos al alza, como los Jaguars y… bueno, los Jaguars (hablando de la AFC), que están aprovechando todo el bombo y el auge que tiene su QB suplente, Gardner Minshew, quien no solo ha resultado el mejor novato en esa posición, sino una verdadera estrella que ha causado sensación por su carisma y buenas presentaciones. Pero nada muy sólido todavía para generar una ilusión.
¿El resto? Irregulares. Franquicias como los Chargers, los Raiders, los Browns o los Titans te dan un juegazo una semana y al otro, una exhibición lamentable o una demostración con errores que les cuesta derrotas. No se puede confiar aún en que sean grandes contendientes, pero hay que observarlos durante el desarrollo de la temporada 100 de la NFL, pues pueden dar mucha batalla. En el caso de los Bills, vamos a ver si su racha se mantiene, pese a la derrota contra New England (se vieron bien al detener a Brady y limitarlo a pocas yardas de juego).
Mientras que los Steelers tengan un respiro, como el que tuvieron con los Bengals, no se les puede dar por acabados, y más si empiezan a ganar juegos divisionales: la liga necesita a Pittsburgh peleando, y de seguro se mantendrán cerca de Cleveland y Baltimore.
Preocupan los Broncos, que hallan maneras de perder cuando se les ve una luz y ya con un 0 – 4 les queda muy difícil aspirar. Pronto podrían entrar en el grupo conformado por Cincinnati, Jets y Miami, que ya tienen que pensar en los próximos años, porque esta temporada no fue.
Vamos a la NFC. ¿Qué pasó con los Rams? ¿Se acabó la ilusión? No se han visto bien en la temporada y todo parte de la irregularidad de Jared Goff. El domingo, les falló su poderosa defensa y le permitieron a Tampa Bay más de 50 puntos. Primera derrota y a lo grande, por lo que se espera que Sean McVay reajuste (ha demostrado ser un gran coach).
Los Ángeles es contendiente, por lo que se genera una alerta sobre su juego, y más en una división peleada, que ya tiene a los 49ers (que no jugaron) de líderes y a los Seahawks acechando: le ganaron fácil a Arizona, que no se le ve por donde pueda competir, pese a Murray.
Los que se recuperan son los Eagles, pues ganar de visitantes en Green Bay no solo los pone de vuelta en la división: les da aire en la camiseta y a pelear con Dallas bien parejo. Los Cowboys reciben toda el agua sucia de la fecha con el argumento ‘jugaron contra un equipo de verdad’. Pero se vieron inoperantes a la ofensiva contra los Saints, que ganaron sin un touchdown. ¿Qué tal que hubiera estado Brees?
Esto le pone mucha presión a ‘el equipo de América’ para demostrar que su ilusión es real y no se cae ante otros equipos grandes.
Los Bears están volviendo y suben gracias a su dominio ante los Vikings, que vuelven a padecer a Cousins. Los Giants se aprovecharon de los débiles Redskins (debut para el olvido de Haskins) y le dan más confianza a un Daniel Jones encendido y figurando. ¿Será que Nueva York se ilusiona o sus fans deben mantenerse fieles a la realidad que los pone fuera de playoffs?
Otro que está ‘on fire’ es Kyle Allen. ¿Carolina extraña a Cam Newton? No lo creo: su invicto QB suplente los pone de nuevo en competencia y les gana partidos importantes (tenía una dura prueba en Texas), mientras que su rival divisional, los Falcons, vive otra realidad: ilusionó luego de ganarle a los Eagles, pero esa esperanza se va desinflando muy rápido. Matt Ryan no se ve bien (de hecho el equipo se ve muy mal) y así, su ofensiva no va a funcionar, por más Julio Jones que tengan.
Llegamos a la semana 5 (se está pasando muy rápido la temporada), que nos mostrará más realidades, decepciones, unas ilusiones que vuelven y otras que tambalearán.
En esta liga nadie tiene nada comprado ni definido. Un día eres favorito y al otro, una mala actuación te baja las expectativas y pone a tu rival por encima en las apuestas. Lo que sí puedo decir con total seguridad y alegría, es que estos componentes de incertidumbre nos garantizan mucha, pero mucha emoción. Es el elemento que tendremos semana a semana, sin falta.