La NFL está corriendo a una velocidad sorprendente y está a punto de llegar a la mitad de temporada, lo que nos lleva a una situación de análisis sobre los equipos más opcionados para estar en postemporada y los que no tienen chance este año y deben pensar en el draft y en intercambios para las temporadas que vienen.
A la semana 8 tenemos dos invictos que vienen jugando de manera imponente y sin tener techo. En la AFC los Patriots no tienen rival y en la NFC los 49ers han demostrado balance y gran nivel en sus dos líneas, por lo que su ritmo ilusiona a los aficionados de San Francisco. Solo el legendario equipo de Joe Montana en los 80 se había atrevido a tanto.
New England va para una nueva temporada invicta. Es difícil, se viene lo más duro del calendario (Ravens, Eagles, Cowboys, Texans, Chiefs). Cualquiera de estos equipos podría derrotar a los Pats, pero lo más seguro es que el equipo campeón se vaya 5 – 0 en esta parte del calendario. Y todo por la filosofía Belichick.
El head coach llegó a las 300 victorias como entrenador y va por el récord histórico. Quiere ir por todo, como siempre ha hecho. Lo de Belichick es para analizar en todos los aspectos de la vida porque es un tipo que sigue exigiendo, sin importar que vaya 30 arriba en el partido, y que deja a Brady en el campo hasta el último momento, para hacer más abultado el marcador.
Además, ha mantenido, junto a los directivos de la organización, una franquicia sólida, estable, y que va por los mejores en cada posición. Hagan el ejercicio y repasen los jugadores que han pasado en la era Belichick: la mayoría All Pro. Y va por su séptimo anillo con esta franquicia, y por su décimo Súper Bowl. Legendario, inigualable.
No es codicia, ni siquiera ambición. Es como debe ser, como hay que pensar. Le podrá faltar empatía (carisma tiene), pero los resultados no permiten que esto empañe su persona y su legado para la historia del deporte. Su estilo de entrenamiento podría ser objeto de estudio por generaciones, pues nos agrade o no, la dinastía no acaba con Brady. Se termina al mismo instante en el que Belichick se vaya.
Con la ausencia de Patrick Mahomes, los Chiefs por ahora no se ven como rival para New England, aunque siguen siendo peligrosos y les alcanzará para ganar su división, cuando el actual MVP esté recuperado. El equipo de Kansas carga esa presión de ser el llamado a dejar en el camino a los Patriots, pero ahora mismo están lejos del objetivo.
En este escenario, emergen los Baltimore Ravens como otro opcionado para derrotar al actual campeón del Súper Bowl. Ese partido de domingo por la noche estará bajo todas las miradas, con muchos aficionados esperando que Lamar Jackson y sus compañeros descifren a la defensa Patriota. Poco probable, pero pondría muy interesantes las cosas y a los Cuervos en lo más alto de los ‘Power Rankings’.
De resto, Colts sigue dando de qué hablar: es un equipo muy bien entrenado y competitivo, y Brissett da resultados, podrían ir hasta el divisional y quedarse ahí. Y tenemos a los Texans, los Bills e incluso los Steelers (nunca los demos por muertos) como esperanza de playoffs.
Los Raiders son un muy buen equipo este año: malas decisiones y una necesidad de mejorar a la defensiva les costaron los dos últimos juegos, pero tienen un calendario que deben que asumir con total seguridad y responsabilidad para ir por el comodín.
En el caso de Jaguars y Titans, tendrán que ser más regulares para soñar con algo, con la ventaja de una división cerrada y difícil de pronosticar.
¿El resto? Hasta ahora, dos grandes decepciones, como los Chargers y los Browns, podrían subir, pero hasta ahora no se les ve por donde y tienden a la baja. Los Ángeles tiene calendario más duro y se les puede embolatar la temporada. El resto, ya pueden pensar en el futuro.
En la NFC, San Francisco, como ya mencioné, se ve muy fuerte y dispuesto a llegar muy lejos, pero tiene más rivales de peso, como los Saints y los Packers. Nueva Orleans, que tuvo marca de 5 – 0 sin Drew Brees y con Teddy Bridgewater en los controles (gran trabajo de Sean Peyton y del back up QB), tiene de regreso a su gran estrella. Con el futuro salón de la fama al frente del equipo, es cuestión de tiempo para que se aseguren su división y una posición privilegiada en la conferencia.
La verdadera prueba para los 49ers viene ahora: aun no enfrentan a los Seahawks (rival directo y divisional), van contra Packers, Saints y Ravens, por mencionar sus más duros contrincantes (sin mencionar a los Rams, partido que no se puede dar por contado). Seattle, para muchos, podría arrebatarles la división, con un Russell Wilson en la disputa por el MVP.
Si San Francisco logra salir de este calendario con varias victorias (ya demostró que puede hacerlo), podría asegurar postemporada en casa, que siempre será una ventaja.
Otro que ya se ve con rótulo de favorito es Green Bay. El nivel de Aaron Rodgers es grandioso y con su defensa, con algunos ajustes que tendrá que hacer Matt LaFleur, pueden también llegar incluso a Miami en febrero. Se les ve cara, pese a que tienen a Minnesota en la pelea por la división, gracias al alza en el nivel de Kirk Cousins, que se entiende mucho mejor con sus corredores y receptores. Va a estar muy emocionante la pelea por el liderato de la Norte de la Nacional.
Atrás vienen los Cowboys y los Eagles, que también estarán hasta el final compitiendo por su zona. El ganador puede obtener el cuarto lugar de la conferencia, lo que los obliga a enfrentar en playoffs a rivales que, en el papel, se ven más fuertes y consolidados. Mientras que el otro, con un récord insuficiente, podría quedarse por fuera de postemporada.
Equipos como los Bears (hasta ahora, otra decepción), los Rams, los Lions, o los Panthers, van a seguir luchando, aunque ya se van quedando lejos de sus rivales de división que andan arriba. Con el nivel que han mostrado, o basándose en los buenos equipos que han formado, alguno de estos podría meterse y jugar en enero.
¿Para el resto? Ya muy de para arriba: solo Arizona o Tampa Bay podrían luchar, pero tendrían que contar con una racha increíble, y es algo que muy seguramente no pasará.
La NFL tiene un solo dueño y se llama Bill Belichick. Ya hizo historia, pero todo ciclo termina y siempre habrá otros protagonistas tratando de escribir su propio cuento. Mientras que eso sucede, los Patriots van un escalón más arriba, viendo debajo del hombro como la NFL sigue, jornada tras jornada, dando espectáculo, sorpresas y mucha alegría a los aficionados.
Para terminar: J.J. Watt, vuelve pronto y mucho más fuerte.