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El alfabeto es solo una de las formas del lenguaje y la escritura…
Aprendemos que la escritura marca el límite entre historia y prehistoria entendiendo que en Colombia y la América precolombina, antes del siglo XV, no hubo “civilización” por faltar el lenguaje alfabético. Pero éste es solo una de las formas del lenguaje. En verdad, sólo una fracción de la historia de la escritura ha sido alfabética. El alfabeto Fenicio, base de la cultura occidental, viene del primer milenio a. de C. La escritura cuneiforme, sobre tablas de arcilla, existió en Mesopotamia (hoy Irak) unos milenios antes. Más atrás, cuando los jeroglíficos egipcios, fueron tiempos en que los dibujos hacían el papel de la escritura, como hoy desde hace más de cuatro milenios los ideogramas en China y Japón. Y desde hace casi dos siglos la lecto-escritura alfabética se tropieza con formas no verbales de comunicación: la fotografía (1830), el cine (1890) y la televisión (1950).
La escultura y la televisión son también lenguaje, decía Marshall McLuhan, aquella expresa “las voces del silencio” -nombre tradicional de la escultura-. La cerámica, una forma de escultura es, además de lenguaje iconográfico, indicador de sociedades sedentarias, no de nómadas cazadores-recolectores con guayuco y flecha como el imaginario popular supone. Porque su manufactura es evidencia de creación cultural con desarrollo tecnológico y uso extensivo de la agricultura. No olvidemos que la arcilla es un indicador importante como huella del pasado. En la Biblia el libro del Génesis describe cómo Dios creó al hombre del barro,
…cuando ya había hecho el cielo y la tierra, y aún no había plantas ni había brotado la hierba, porque no había hecho llover, ni había nadie que la trabajara, entonces formó al hombre de la tierra misma y con un soplo le dio vida”
La narración del Génesis demuestra la importancia de la arcilla en la memoria cultural. Porque la historia de la cerámica, es la historia de la humanidad y de su cultura, de la agricultura y de la alimentación. Aún hoy los utensilios para servir alimentos -ya no los de cocinar o almacenar- continúan siendo de arcilla, las vajillas de porcelana, aunque uniformes por ser producidas mecánicamente, en serie. Su manufactura antes era individual. Y pocos saben que la cerámica más antigua de américa se ha encontrado en el norte de Colombia y al sur en la zona fronteriza con Brasil, con fechas de entre 6,000 y 7,500 antes del presente; fechas contemporáneas y quizá anteriores al poblamiento del antiguo Egipto y Mesopotamia.
La cerámica arqueológica, además de patrimonio material y estético es lenguaje visual, relevante ahora que las imágenes visuales, con la tecnología digital, se están convirtiendo en “información primaria”. Por eso las Bibliotecas universitarias en USA y Europa se afanan en adquirir y digitalizar imágenes para sus servicios bibliográficos. Porque como dice Christian Metz, teórico del cine, tener acceso a la imagen, es tenerlo a la civilización, ellas contienen los mecanismos de significación y comunicación social para educar, seducir, persuadir, mentir y conocer
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