«Persistir insistir y nunca desistir»  es definitivamente el lema del acordeonero Javier Matta,  quien se inscribió esta semana para  competir  una vez más  por la  corona de Rey vallenato en el  46 Festival de la Leyenda Vallenata.

Sus fans, amigos y seguidores de la redes sociales se hicieron sentir enviando mensajes de apoyo a este joven que toca el  acordeón con tanta pasión, precisión  y entrega, que en marzo de 2011 logró en Riohacha el premio  de mejor acordeonista,  en el Festival Francisco El Hombre.

Javi como le dicen sus fans, es un joven acordeonero  previsto de un espíritu alegre,  extrovertido,  nació en Santa Marta y  desde los cuatro años sintió que su pasión en la vida era la música. Cuando está en el escenario su edad se triplica en experiencia para deleitar a sus espectadores con melodías  que hacen honor a todos los aires vallenatos. Su fórmula, el cantante Elkin Uribe, es oriundo de Valledupar, interpreta varios instrumentos musicales y  juntos están dedicados a difundir  su último trabajo discográfico Voy a triunfar, por todo el territorio colombiano.

En medio de los compromisos de la promoción de su último CD, que incluye la canción «Di que te amo» que está muy  pegada en las emisoras,  Javier toma una pausa para hablar sobre el homenaje a Gustavo Gutiérrez. «Tenemos varias canciones  para interpretar durante el festival como «No hay dolor en mi», un paseo de Gutiérrez, que bien podría ser un tema para competir».

Matta y su conjunto están programados para deleitar a los asistentes del festival el próximo sábado 27 de abril, a la preparación de este concierto se suman  horas de práctica para competir como acordeonero.  «Comencé a preparar mis temas hace varias semanas,  primero organizo todo y luego llamo a los integrantes de mi conjunto, para que ellos me vayan dando su opinión, me sugieran. Ensayo más o menos  como tres horas diarias, me gusta asesorarme  con quienes tienen más experiencia en el Festival Vallenato porque conocen las exigencias de este concurso, me ayudan con los cambios» explica el artista samario.

 «El Pollo Matta» como se le conoce a Javier en  el ambiente artístico tuvo como  profesor a  «El Koki» Arias, desde sus 13 años, posteriormente, con Carmelo Hernández acentuó la nota vallenata y comenzó a  participar en diversos festivales. Una de sus grandes destrezas es improvisar con el acordeón: «aunque suene paradójico las parrandas vallenatas me han ayudado mucho, así la gente piense que solo sirven para beber o   consumir drogas. Una parranda ayuda porque a veces sale del público alguien que te pide una canción y si no  la sabes, uno le pide a la persona que la cante, le sacas la melodía y la tocas». Agrega con entusiasmo  Javier.

A simple vista el ambiente artístico se ve pesado, tener presentaciones hasta altas horas de la noche puede ser peligroso para jóvenes que salen al ruedo a temprana edad como lo hizo este ganador a mejor acordeonero. Javier  sonriendo me dice: «Mi papá siempre me acompañó, desde los 15 años  siempre estaba conmigo,   ahora su participación se ha disminuido pues soy mayor de  21 años tengo un manager y una casa disquera a quien representar»

Para Matta  todo depende de la  educación y la crianza que los jóvenes   reciban, pues no todo es amanecer ni beber sin control, con tranquilidad añade: «en mi grupo todos son jóvenes,  hay un sicólogo, un ingeniero, todos  somos profesionales, algunos son padres de familia, hay mucho profesionalismo, disciplina, respeto,  hemos creado un ambiente de trabajo muy  sano, sin excesos».

Me gusta competir

Además de tener acordeoneros a quien admira profundamente, Javier es categórico al afirmar la gran influencia que recibió del maestro El Turco Gil, con quien tomó  clases personalizadas de acordeón a los 15 años: «es un excelente maestro me  ayudó con los acordes, melodías,  a conocer más el instrumento, e incluso  me  incorporó en su escuela de los Niños del Vallenato, hice giras a nivel nacional durante tres meses, la experiencia fue muy buena  los viajes al exterior estaban  destinados más a los niños, que a los adolescentes  como yo, pero conocí mucha gente, aprendí mucho. El  Turco Gil es una eminencia, me  abrió la oportunidad de conocer la música, ahora acompañó mejor, tengo  mayor armonía, fue una   oportunidad increíble».

Cuando hablamos del futuro Javier tiene muy claro  para dónde va a corto, mediano y largo plazo, por eso afirma: «quiero seguir promocionando mi CD Voy a triunfar  y presentarme en la categoría de profesional, voy a insistir hasta convertirme en  Rey Vallenato. Me gusta competir porque eso da una gran visibilidad. Los ojos del jurado y del público están en quienes concursamos, también  quiero hacer un máster en negocios internacionales y de pronto especializarme en algo como producción para aprender más sobre la  en la pre y post producción de los trabajos discográficos».

Lo cierto es que Javier viene atesorando muchos reconocimientos dentro del mismo Festival Vallenato donde ha quedado de finalista en varias oportunidades desde el 2004 hasta el 2012, además ocupó el  segundo puesto Festival Alianza Vallenata Club Santa Marta  en el 2004, fue finalista en el Festival del Retorno en Fonseca Guajira; en el Festival Nacional del Carbón en Barranca Guajira;  Rey Juvenil del Octavo Festival Estudiantil Descubriendo Talentos del Liceo Versalles   y  segundo puesto en la versión número dos del Festival de La Frontera en el 2006 en la categoría aficionado. Sin lugar a dudas,  Javier Matta tiene madera para  ser Rey Vallenato