@NataliaGnecco

El  Fotógrafo canadiense, Robert Polidori nació en Montreal, en un hogar multicultural conformado por su  padres   de origen corso  y  franco-canadiense.  A muy temprana edad se  mudó a Nueva York en donde trabajó desde 1969, con el cineasta Jonas Mekas en el Anthology Film Archives, produciendo una serie de películas de vanguardia de la década de los setentas.  En 1980 se graduó  de una maestría en  la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo y luego dirigió su atención hacia la fotografía fija.

Polidori ha sido dos veces galardonado con el Premio Alfred Eisenstaedt para  Fotografía  de Revista  (1999 y 2002) también ganó el premio World Press por su cubrimiento a  la construcción del Museo Getty en 1998. A pesar de que sus imágenes sobre Nueva  Orleans han sido muy controvertidas, el público no puede   evitar ser cautivado por la fuerza de sus fotos  y  la forma cómo sus mensajes subliminales afectan  nuestra memoria colectiva.

Su carrera como fotógrafo de bellas artes se inició en la década de 1980, cuando obtuvo  el permiso para documentar la restauración del Palacio de Versalles. Desde entonces, ha regresado a Versalles  varias veces para y en cada visita nos transporta a los más recónditos  rincones de la memoria   histórica de Francia.  Sus fotografías llenas de  mucha tonalidad y  seducción son el producto de una cámara de visión,  de las largas horas de espera para la luz adecuada y cuidadosa contemplación del ángulo de la cámara. Polidori utiliza película en hojas de gran formato, que él cree que produce imágenes de calidad superior a la fotografía digital.

A mediados del 2010 el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal recibió a Polidori con  una muestra cincuenta y nueve fotografías de gran tamaño, incluyendo la serie de Versailles restauración, Habana (1997-200), The Beirut casi pictórica (1994-1996),  Pripyat Chernobyl (2001)  y la serie de New Orleans (2005-2006), que produjo en los meses que  le siguieron a la terrible huracán Katrina.

Robert ha estado viviendo entre  París y Nueva York desde 1987. Es  fotógrafo para revistas como Vanity Fair y más allá de dedicarse a temas lights siempre su personalidad lo delata como un ser humano que le gustan los retos, que nos muestra una realidad que no podemos ignorar. Sus libros Metropolis, Havana, Después del Huracán, son una especie de «wake-up call»  (llamada de atención) para quienes vivimos en este mundo tan convulsionado.

Polidori Impulsado por una insaciable curiosidad y  su inagotable  creatividad  vuelve  siempre a  lugares  que son restringidos, mostrándonos los estragos de la guerra en Beirut,  el impacto de la pobreza en la India,  la soledad urbana de Nueva York,   la restauración del museo de Francia,  la huella de la dictadura económica y política de Cuba,   o simplemente el paso del tiempo, el olvido,  todo a través de su  lente que está dotado de una  sensibilidad muy particular.  Tuve la oportunidad de hablar con Robert mientras recorríamos juntos su exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal (MACM) y le hice un par de preguntas cuando las  impactantes imágenes de Varanasi, Beirut, Pripyat, Chernobyl y Nueva Orleans me lo permitieron.  

¿Alguna vez ha estado en problemas por hacer sus fotografías? ,
(Polidori  sonriendo) Bueno, una vez fui atacado por un adolescente  cuando estaba en un balcón del tercer piso, en Varanasi, India, una ciudad que rinde culto al dios   Shiva. Supongo que el chico pensó que nunca había visto a un tipo como yo, con una cámara,  se acercó y  buscó … Pude ver en sus ojos que él pensó que tal vez esa gran máquina, (mi cámara) era un fusil  y  me empezó a arañar, yo  estaba con un escolta y mi asistente. Éramos tres, pero yo estaba muy asustado. Él estaba con un grupo de chicos, así que no pude  dejar de pensar en ese político en Bombay que estaba en su Porsche y de repente  fue atacado por monos hasta que  murió.

¿Lo han detenido  o arrestado?
Un día  fui detenido por el ejército en Beirut cuando estaba tomando una foto en Dumas Street. En mi foto se puede ver la parte que pertenece a los musulmanes  y también la que corresponde a los  cristianos. No me escondí, ni nada, pero no sabía que  había un campamento militar,  muy cerca de ese lugar. Los soldados me vieron,  tres de ellos se pusieron junto a mí y  miraron mis negativos de Polaroid. Me detuvieron, porque podría haber visto la puerta del campamento militar. Fui detenido durante tres horas, no sólo interrogaron, también me maltrataron.  Eso me ocurrió del lado de los musulmanes.

¿Qué hay de Chernobyl?
Yo tenía un permiso legal que me autorizaba la entrada a  Chernobyl.

¿Cómo se sintió frentes a esas  imágenes  tan desgarradoras? 
Bueno, hay algo interesante que puedo decir ahora. Antes de ir a Pripyat, yo era  medio creyente,  pero cuando llegué a  Chernobyl me volví completamente ateo. He perdido toda mi fe en Dios porque me di cuenta que  estamos completamente solos.

¿Por qué?
No puedo explicar  por qué, simplemente me pasó a mí,  a lo mejor me estoy haciendo viejo y  estoy consciente de la mortalidad. Ahora que lo pienso, puedo asegurarlo:   «le tengo  miedo de la muerte».

 ¿Qué recuerda de la catástrofe de las inundaciones de Nueva Orleans?
Es increíble lo que la fuerza del viento y el agua puede hacer. Hubo miles de muertos, miles de viviendas destruidas … pienso en cada imagen individual como una imagen funeraria . Los sobrevivientes están viviendo una vida truncada en otro lugar.

Entiendo que le gusta tomar fotografías en  la India porque hay muchísima  gente alrededor. ¿Cómo consiguió esa gran foto en plena calle de  Jagatganj en Varanasi … ¿Dónde estaba?
Estaba en un  balcón y esperé pacientemente hasta que  el autobús cruzara la calle. Esperé muchas horas allí,  hasta que finalmente  el autobús se llegó.

Finalmente, ¿cuál es el secreto para lograr una buena fotografía?
La clave está en lo que apuntamos con  la cámara, la imagen que se obtiene es la respuesta a descifrar, respuestas que irán directamente al centro de tu ser.

 

Fotos. Robert Polidor- MACM