@NataliaGnecco

El próximo 17 de noviembre Chile tiene una vez más una cita con la democracia para elegir quien dirigirá su destino del 2014 al 2018 y dentro del abanico de candidatos se destaca Michele Bachelet, quien en el 2000 fue designada como Ministra de Salud; en 2002 asumió el cargo de Ministra de Defensa, convirtiéndose así en la primera mujer a cargo de un ministerio de Defensa y posteriormente en 2005 fue electa Presidenta de Chile.

Faltando tan pocos días para las elecciones, me viene a la memoria el sentido homenaje que Reporteros sin Fronteras le hizo a Bachelet en Montreal, Canadá en octubre de 2010 cuando le otorgó el premio internacional a la valentía femenina a la ex presidente de Chile, una gala en donde pude apreciar un emotivo encuentro entre la ex presidenta y la comunidad chilena residente en Quebec.

 

Recuerdo que Michelle tomó la palabra para agradecer a Periodismo sin Fronteras esta distinción y dedicar su premio a otras mujeres anónimas que luchan en sus países por la defensa de los derechos humanos y el respeto por la libertad. Además hizo una mención especial a la valentía de las esposas de los mineros que en ese momento estaban atrapados en el norte de Chile, pues ellas albergaban la esperanza de rescatarlos con vida, con mucho tesón y determinación.

Si bien Bachelet demostró ser una mujer humilde, yo prefiero presentarla como una mujer sin límites. Si, una mujer sin límites para superar los horrores vividos, para arriesgarse a amar,perdonar, soñar, progresar y ayudar a sus semejantes. No en vano, es una mujer que sabe cómo vivir con su pasado, maniobrar el presente y vislumbrar su futuro. La ex Presidenta tuvo suficiente coraje para regresar a su país y hacer algo por él, en lugar de conformarse con el exilio forzado, confinada a la nostalgia, el pasado, el desdén, la frustración o el inconformismo que consume a muchos refugiados llámense chilenos o no.

Simplemente Michelle Bachelet no limitó su existencia a su pasado, logró naufragar en las turbulentas aguas del perdón y el olvido, para reinventar su vida lejos de resentimientos, sin temor a asumir nuevos retos, a tener éxito, a vivir la vida.

No pretendo hablar en detalle de su biografía, pero recordarles quien es la ganadora de este Premio al Coraje y actual candidata a la presidencia de Chile. Como muchos saben, Michelle Bachelet es hija de un general asesinado por el régimen de Pinochet, estuvo encarcelada a la edad de 24 años y fue torturada.

Después de su liberación se exilió en Australia y cuentan los biógrafos que se incorporó a temprana edad al grupo de Juventud socialista, su padre trabajaba para Allende cuando se produjo el golpe y el mismo día fue recluido a la cárcel bajo la acusación de “traición a la patria”. En 1975 dos agentes de DINA se presentaron a la casa donde ella vivía con su madre, las detuvieron y con los ojos vendados las llevaron a un lugar que resultó ser la Villa Grimaldi, el principal centro de torturas de ese organismo.

 

Madre e hija fueron separadas para someterlas a nuevos interrogatorios y torturas, a su madre la llevaron a «la torre» y a ella la ubicaron en una pieza con camarotes, junto a otras ocho presas. Días después las trasladaron al centro de detenidos de Cuatro Álamos, donde permanecieron hasta que fueron liberadas y viajaron a Australia como exiliadas.

De Australia, Michelle siguió a Alemania del Este con su familia, en donde obtuvo un doctorado en pediatría, no sin antes tener una capacitación sobre estrategia militar en Washington. En 1979 Bachelet regresa a su país, a luchar clandestinamente por el respeto de los derechos humanos y desde esta época se compromete políticamente para trabajar por el restablecimiento de la democracia en Chile, siempre a través de organismos no gubernamentales y con el propósito de ayudar a los hijos de las personas torturadas y desaparecidas.

El 11 de marzo del 2000 Michelle Bachelet es nombrada Ministra de la Salud por el presidente Ricardo Lagos, posteriormente en el 2002 es designada Ministra de la Defensa convirtiéndose en la primera mujer que ocupa un cargo de esta naturaleza en América Latina. En el 2006 asume una victoria histórica, pues por primera vez en América del Sur una mujer es electa presidente por sufragio directo. El 14 de septiembre de 2010, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon la escoge como directora de la ONU- Mujeres, un organismo adscrito a las Naciones Unidas que tiene por misión promover la igualdad de sexos y favorizar la condición de las mujeres en el mundo.

Y así algunos críticos afirmen que el programa de gobierno propuesto por Bachelet, no propone nada diferente a su primer mandato; así no los convenza la reforma educativa que propone unida a cambios tributarios y constitucionales; que muchos clamen que las segundas partes no son buenas; la ex Presidenta insiste en fortalecer el rol del Estado, volver a prestigiar la política y sus instituciones frente a los ciudadanos. Está en manos de los chilenos decidir si le dan una segunda oportunidad a la ganadora del Premio al Coraje, o no. Ella por su parte manifiesta que no le interesa cortar cintas sino que las cosas se hagan y que “es el momento de un nuevo ciclo social y político, que se construye colectivamente”. Amanecerá y veremos.