@NataliaGnecco

El olor a tierra húmeda era tan agradable, que los rayos del sol que inundaban la mañana apenas se sentían. Las aulas escolares se erguían a un lado del sendero, pero el sonido de un acordeón parecía hipnotizar mis pasos hasta dar con de un frondoso palo de mango donde varios jóvenes acordeoneros ensayaban sus melodías, esas que invitan al forastero a conocer más del paisaje rural vallenato. Al fondo, en uno de los auditorios del Colegio Gimnasio del Norte los estudiantes esperaban a los invitados del ciclo de conversatorios sobre Diomedes Díaz que promueve la Gobernación del Cesar.

Los norteños como se les conoce a los alumnos de este claustro viven orgullosos de los cinco Reyes Vallenatos que salieron de sus entrañas, pero ahora sentados como a la espera de una prueba del Icfes, su único anhelo era conocer más de fondo la obra de Diomedes de la mano de su biógrafo Luis Mendoza; su hermano, Heber Díaz; su mejor amigo Jaime Araujo Cuello; y un grupo de comunicadores liderados por Rafael Oñate, escritor y periodista cesarence.

Poco a poco el nutrido grupo fue conociendo grandes anécdotas del Cacique de la Junta que lo hicieron trascender de su amada Carrizal tierra de poetas, a los escenarios internacionales, tal como lo reafirmó el periodista Enrique Córdoba, Director de Cita con Caracol en Miami: “Diomedes era más admirado y reconocido que cualquier presidente de Colombia”.

Jaime Araujo por su parte les contó muy jocosamente cómo nació la canción Brindo con el alma, de una simple llamada a Barranquilla donde estudiaba la joven de la que Diomedes estaba enamorado. “En cuestión de minutos en la sala de mi casa, después de colgar porque siempre contestaba la mamá, empezó a componer en voz alta este tema”.

Para resaltar el gran poder de interpretación, composición e improvisación de Diomedes, Rafael Oñate sacó de su manga un as: el video inédito de Tu eres la reina del compositor Hernando Marín y mostrando las imágenes explicó: “Diomedes recibe un papelito en plena tarima con la letra de Tu eres la reina. Lo mira, comienza a cantar, entona la melodía, pero de repente el papel sale volando. Él sigue cantando como si nada y complementa magistralmente la estrofa, con frases inéditas que agregaron a la canción original”.

De primera mano los norteños conocieron al gran tejedor de mochilas que fue Diomedes, al luchador, que venció muchos obstáculos, al Coloso, que era gigante en los conciertos, gracias a las historias narradas por Luis Mendoza; al goloso que comía con la mano, el arroz de fideos, la carne molida con yuca que siempre le brindaba Jaime Araujo y de ñapa escucharon los versos parranderos de Heber Díaz, quien abrió su corazón para contarles lo buen hermano y familiar que fue el artista.

El periodista Enrique Córdoba narró cómo recibió la noticia de la muerte del Cacique en Miami, el impacto que tuvo en el mundo artístico y en los medios internacionales. Luego me otorgó la palabra para resaltarles la importancia de la creación artística de acuerdo con la Carta del Santo Padre Juan Pablo II a los Artistas; el valor cultural de la obra de Diomedes y la responsabilidad de los periodistas de difundir nuestras tradiciones.

Y mientras recibíamos los aplausos de los estudiantes, no muy lejos de allí, el Círculo de Periodistas de Valledupar, CPV, realizaba otro conversatorio sobre la vida de Diomedes Díaz desde la perspectiva de los periodistas. Fue así como nos unimos a varios panelistas e invitados especiales, entre ellos Ubaldo Anaya Flórez, director de RPT Noticias, Juaco Guillen, Álvaro Álvarez, el popular Triple A, y el compositor Marciano Martínez, para seguir hablando de Diomedes.

Cada uno a uno a su modo, según su experiencia fue hablando de las circunstancias que rodearon su primer encuentro con el artista. Algunos lo describieron como un enamorado, un verseador innato, generoso, folclórico, sentimental o al mejor estilo de Rafael Oñate: “Diomedes fue dicharachero: juvenil, inquieto, alegre y conversador.

Juaco Guillen, el vestuarista del cantante afirmó: “Diomedes fue humilde lo vi en lo más alto, pero siempre fue igual, yo nunca me alejé de él y fui testigo de cómo sus últimos managers lo llevaron a la ruina. Por su parte, Álvaro Álvarez prefirió abordar el lado sentimental del Cacique: “la única mujer que amó a Diomedes como hombre fue Patricia Acosta, las demás sólo lo veían como un banco”. Marciano Martínez, autor de Ay, la vida tomó la palabra para decir: “Lo conocí en 1975, lo vi cantando y me conmovió”.

Entre anécdotas e historias que relataban cómo era ese proceso creador del cantante, se conocieron experiencias de amigos como Gustavo Molina y Poncho Zuleta, que lucharon por rescatarlo del abismo, otros como el ex gobernador Lucas Gnecco le ofrecieron tratamientos de rehabilitación en Cuba, pero fue en vano.

La hora de la siesta fue llegando lentamente y de la ciudad queda desolada al medio día, es evidente que el espíritu de Diomedes sigue rondando en cada rincón de Valledupar.

Eliana y el Coloso

Toda esa angustia que padeció Diomedes, al principio cuando esperaba horas en las emisoras para que sus canciones sonaran; las largas jornadas que permanecía dentro del río, desnudo, esperando que la ropa se secara porque no tenía más que ponerse; sus triunfos , sus derrotas y sus últimos días los recopila su biógrafo Luis Mendoza Sierra.

Por eso mi última parada fue en el Centro Guatapurí Plaza, donde se realizó la presentación de ‘El silencio del coloso’ una edición corregida y aumentada de la obra ‘Un muchacho llamado Diomedes’ en medio de otro gran conversatorio que atrajo la atención del más despistado transeúnte.

La encargada de darle vida a las canciones de Diomedes durante el conversatorio fue Eliana Gnecco, ella manifestó que nunca conoció personalmente al artista, pero desafió a sus amigos íntimos y al público para que juzgaran si lo conocía igual o más que ellos, a través de su obra musical.

Fue así como acompañada de Alex Baquero y su grupo habló del Diomedes romántico, tierno, sentimental que conoció, al tiempo que cantaba estrofas de Tres canciones, Tu serenata, El alma en un acordeón y Una de mis canciones.

Para finalizar, en medio de la ovación del público, Eliana con su melodiosa voz, cantó estrofa por estrofa de El 9 de abril, analizando cada episodio de la vida del artista, pues según ella, desde 1979 Diomedes predijo su destino:

Yo soy el rio que nació
en la sierra y  se secó en el verano
soy el cultivo que se perdió
por la falta de asistencia
soy el turpial que cayó
en la jaula por culpa
de la inocencia
yo soy el hombre
que por ser hombre
no he dejado de existir

 

Fotos: Funcaribe