@NataliaGnecco
Con al menos veinte minutos de sexo, la versión cinematográfica de la trilogía Las cincuenta sombras de Grey de la autora británica E. L. James está causando revuelo en la audiencia mundial y Colombia no se queda atrás. La película prohibida en Malasia e Indonesia, es sin lugar a dudas otro fenómeno de la era internet, pues solamente el tráiler batió el récord de 250 millones de visitas.
Sus protagonistas, Jamie Dornan y Dakota Johnson, han logrado movilizar desde las jovencitas de quince años, que sueltan risotadas y susurran durante toda la proyección cada vez que hay besos o escenas candentes, hasta solteras, casadas y homosexuales que se sienten atraídos por Cristian Grey y su «secreto oscuro»: vive obsesionado con el BDSM (Bondage, Disciplina y Sadismo Masoquismo)
Como si fuera poco, con Las cincuenta sombras de Grey quedaron revaluadas películas que en mi época de estudiante batieron récords de taquilla como Nueve semanas y media, protagonizada por Kim Basinger y Mickey Rourke, pues el “chico malo” de Hollywood es un pobre bufón frente a la virilidad de Grey. Y si hablamos de estadísticas, está comprobado que el estreno de esta película sobrepasó a otro fenómeno de la era digital, la trilogía de Stieg Larsson, más conocida en el séptimo arte como Millennium.
Ahora, si la llevamos al plano literario, el Marquéz de Sade, quien fue uno de los artistas más controvertidos de la historia, con su obra Los 120 días de Sodoma, ha sido desplazado en la era digital, por un Cristian Grey que desborda los límites entre lo deseado y lo prohibido, a tal punto que la audiencia aún no sabe si es ángel o demonio. ¿Pero cuál es la fascinación que despierta un hombre como Grey en pleno siglo XXI, cuando las mujeres sobrepasan el modelo masculino tanto en el éxito profesional como en el familiar?
Tatiana Consuegra¸ psicóloga especializada en salud ocupacional considera que lo que más admiran las mujeres de Grey es poder desarrollar todas las fantasías sexuales sobre su propia intimidad, algo que ahora se explora con mucho más naturalidad ante la superación de muchos tabús. Tatiana quien conoce a fondo tanto la complejidad de los personajes,como su evidente carencia afectiva, añade: “ es fácil identificarse con la ingenuidad e inexperiencia de Anastasia que la lleva a esa sumisión, a esa curiosidad por tener experiencias fuertes, por eso cae rendida ante un Cristian adicto al BDSM, pero no hay que olvidar que detrás de un masoquista siempre hay un sádico”.
Una experiencia tridimensional
Es muy fácil abordar el tema de la película de moda, porque todo el mundo habla de ella, así que mi tarea comienza con Olga, de 45 años quien muy satisfecha con la versión cinematográfica me dice: “mi idea de Grey es que es un hombre tridimensional pero en estuche de 3B: bueno, bonito y billonario”
Por su parte Angélica, soltera de 31 años se suma a quienes salieron corriendo a las librerías, antes que estrenaran la película y está engomada con la historia que considera un hit en el arte de la seducción: “Grey es un hombre exitoso, controla todos sus movimientos, es elegante sofisticado y aunque sé que es obsesivo y controlador, ¡me mata! Su personalidad es tan interesante que te atrapa, quieres seguir leyendo el libro y eso que no he llegado a la parte más caliente”
Quien sí hizo ya la tarea de leer todo este mamotreto erótico es Ana de 17 años estudiante de once grado, es fanática de E. L. James y a pesar que en la película el personaje de Cristian se muestre de maneara superflua, el libro explora ampliamente su personalidad y por eso no duda en explicar: “Grey es muy chévere porque es un hombre selectivo, en su mundo sólo existe Anastasia, no es un hombre engreído, no se va con cualquiera sino con quien lo merece. Lo que más me gusta de él es su manera de expresarse, su lenguaje, pues siempre sabe qué decir!”
Otra contemporánea de Ana, Juliana de 16 años quien se fue a ver la película con sus compinches del colegio, tiene su propio criterio respecto al tormento de Anastasia: “Grey es un hombre que a pesar de ser dominante es comprensivo, fuerte decisivo e inteligente. El actor me pareció muy apuesto y caracteriza muy bien la escancia del personaje”.
A esta opinión se le suma Adriana de 46 años, quien a pesar de la diferencia de edad, coincide con Juliana al afirmar que Jamie Dornan encarna a la perfección a Grey. Ella agrega: “se supone que el tipo es sadomasoquista pero en medio de todo es muy tierno, se enamora de Ana. Ahora, el sadomasoquismo en la película es muy sutil, no se puede sintetizar una obra en dos horas, además me encanta Grey porque es un hombre que intuye lo que necesita una mujer, la estudia: sabe cuando le tiemblan las piernas a Ana, si se muerde los labios … Y con ese porte cualquiera se enloquecería con un hombre así…”
De hecho Sebastian, de 27 años, coincide con Adriana y aunque se apresurara aclarar que no conoce al personaje literario, pues no ha leído el libro, explica emocionado: “ayer me vi la película, Grey me parece un hombre muy sexy, provocador y dominante, creo que con él, cualquier hombre se sometería a que lo amarrarán… Probar unos latigazos de ese hombre desnudo, con ese cuerpo espectacular, mirada penetrante y esa manera perfecta de vestirse… ¡Yo lo haría! Además es rico, generoso, es un hombre en todo sentido, por eso uno cae en el juego de los roles de dominante y dominado”.
Y si a Sebastián lo arrebata Grey, no menos a Carolina de 37 años, casada, quien se devoró la trilogía y a pesar de estar desilusionada con la versión cinematográfica sin pelos en la lengua me dice: “Grey me encanta por su físico, su dinero, tanto por lo varonil como por lo excéntrico en sus gustos… Y definitivamente, ¡es muy buen polvo!”
Otra decepcionada con la versión cinematográfica es Alejandra de 25 años, quien descalifica la actuación de Dakota Jhnonson, pero al hablar de Grey, nadie la detiene : “me gusta Cristian porque como es controlador, no se deja llevar por sus emociones, es muy ordenado, pulcro, tiene un proyecto de vida, una empresa, es un ganador, ¡nunca pierde nada!”
Para finalizar cruzo un poco el océano para ver qué piensa mi amiga Lorraine, canadiense, divorciada de 52 años, quien de entrada me dice que trató de leerse todo el libro, pero lo dejó tirado cuando empezó a leer la parte contractual. Eso sí, sus conclusiones son muy contundentes: “primero, si eres rico y guapo puedes hacer lo que quieras; segundo es genial para una mujer joven ser sumisa y ceder el control de todos los aspectos de su vida a un hombre y tercero, si Grey fuera un hombre viejo, pobre y feo solo sería un enfermo pervertido”.