@NataliaGnecco
Hay quien dice que la casualidad o lo inesperado van marcando nuestro camino. Así lo sentía muy dentro de su corazón Iván, pues a pesar de estar sumergido en sus clases de derecho en la Universidad Externado de Colombia, de lidiar con el frio capitalino, de recitar principios jurídicos, se las arreglaba para hacerle guiñitos al folclor vallenato los fines de semana. Sus compañeros de parranda lo veían con mucha naturalidad tomar un micrófono para entonar hermosas canciones, despertando la ovación del público a donde quiera que iba, a tal punto que se lo peleaban sus paisanos para invitarlo a sus casas y las mujeres no lo querían perder de vista.
Poco a poco se iba corriendo el rumor en Bogotá, que el hijo del doctor Crispín Villazón cantaba y lo hacía muy bien, la cuestión era que su potente voz ya estaba pidiendo pista para subirse a un escenario, pero le urgía graduarse, un dilema que solo por designios del destino pudo resolver y fue así como cambió su profesión de abogado por la de cantante.
Treinta años han pasado desde que Iván Francisco Villazón Aponte incursionó en el mundo artístico y los frutos de su consagración al folclore vallenato aún se siguen recibiendo. Es emocionante saber que saltó a los escenarios acolitado por esos mismos amigos que hoy siguen siendo parte de su fanaticada. Ahora desde Valledupar, en la intimidad de su casa, se prepara para celebrar en grande el homenaje a la Dinastía López en el marco del 48 Festival de la Leyenda Vallenata.
Con la sencillez que lo caracteriza, Iván no escatima elogios para la Dinastía, con mucho aprecio afirma: “Los Hermanos López han engrandecido el folclore vallenato, no sólo como artistas, sino también como miembros activos de la Junta Directiva del Festival de la Leyenda Vallenata.
Recordemos que Pablo López es abogado y junto a sus hermanos han puesto su granito de arena para consolidar esta importante organización, además en Bogotá siempre ha sido una de las personas más representativas de nuestro folclore, llevando su caja a todas partes, esto sin mencionar la calidades humanas que posee, porque Pablo es un ser humano muy especial”.
Para Iván es claro que todos los acordeoneros de la Dinastía ponen a hacer la plana a las generaciones nuevas de músicos, porque ellos saben muy bien cómo interpretar los aires del vallenato: paseo, puya, merengue y son. Mejor dicho, músico que se respete se debe remitir a los bajos de Miguel López, a estudiar el legado de esta saga de acordeoneros, porque son verdaderos maestros, por eso Iván no esconde su entusiasmo cuando me adelanta: “Estaré en la inauguración del Festival, voy a cantar acompañado por los acordeones de los Hermanos López, quienes además son todos mis amigos, quiero aportar mi canto a este merecido reconocimiento.
Al preguntarle a Iván cuáles son sus canciones preferidas de esos LP que grabaron los hermanos López con Jorge Oñate, sonriendo me dice: “me gustan mucho Los tiempos de la cometa del compositor Fredy Molina y Palabras al viento de Santander Durán… Bueno, esta canción la llevo prendada en mi corazón”.
A capela, La voz tenor recita una estrofita de Palabras al viento:
Son palabras para ti morenita
Hay palabras para ti morenita
Las que por ti yo siento
El público no se equivoca
El recorrido artístico de Villazón es tan amplio que sería absurdo resumirlo en un blog, pero lo que sí puedo decir sin temor a equivocarme es que con su último trabajo discográfico, El camino de mi existencia, al lado del acordeonero Saúl Lallemand, Iván la sacó del estadio, opacando incluso el trabajo discográfico de muchos representantes de la nueva ola del vallenato.
Es un reconocimiento unánime del público, porque he preguntado por doquier ¿qué tal está lo más reciente de Villazón? y la respuesta es tan positiva como la mía, incluso Luis uno de sus más fervientes seguidores en Santa Marta va más allá y me confiesa que la clave estuvo en haberse mudado para Valledupar de nuevo, tener a los compositores a la mano, porque Iván es un verdadero intérprete de la música vallenata.
Las catorce canciones demuestran lo que afirma Luis, pues es un CD impecable, con excelentes composiciones como «La llama encendida» (Jorge Adel Iguarán). «Contigo no vuelvo» (Wilfran Castillo); «De amanecida» (Alejandro Sarmiento). «Que vuelvas» (Iván Ovalle); «Quiero saber la verdad» (Robert Oñate); «El camino de mi existencia» (Juan Segundo Lagos) y «La vaciladora» (Luis Enrique Martínez), entre otras.
Con una alta dosis de humildad Iván respira profundamente y se desahoga conmigo: “siento una gran alegría, satisfacción y ánimo por continuar avanzando en medio de las vicisitudes que ofrece la evolución del vallenato moderno. Pero mira, la potencia de la música vallenata la tiene el público, la gente se encarga de decir lo que está bien y lo que está mal, es el mejor filtro, aunque existe un enemigo latente que es el marketing, pues al posicionar a un artista tan rápido, con grandes cantidades de dinero para pauta publicitaria, vallas, programas en TV, en los periódicos, en la radio, prácticamente los medios imponen esa preferencia. Sin embargo, el tiempo se encarga de demostrar quién tiene una mejor calidad, ¡al público no se le engaña!”
Para completar la dicha de saber que su CD ha sido todo un hit, Iván cuenta con un abanderado de su legado musical, se trata de su hijo Iván David, quien desde los trece años comenzó a mostrar sus dotes de cantante y se prepara para lanzar su trabajo con el acordeonero el Mono Cotes Maya. Como abre bocas los jóvenes han lanzado un sencillo llamado Un besito, del cual Iván, sin ocultar su orgullo de padre, comenta enseguida: “me encanta el estilo de mi hijo, es espectacular, pero ya le dije que tiene que trabajar muy duro, debe recorrer el camino completo porque yo no tengo dinero para convertirlo en una estrella de un día para otro”.
Otro hecho que no puede pasar desapercibido en estos treinta años de vida artística para La voz tenor, en su reencuentro con uno de los compositores que más lo ayudó a ganarse el cariño del público, Iván Ovalle. Este dúo dinámico que tanto nos hizo estremecer con canciones como La fuerza del amor, se unen de nuevo gracias a la canción Que vuelvas, una oda al romanticismo propio de las canciones vallenatas, que tanto extrañamos los amantes del vallenato clásico y que recuperan magistralmente los tocayos, compadres y amigos. De hecho el compositor Ovalle lo declara públicamente: “Volver con Villazón es como volver con esa novia infantil que desde niño retoza en mis sueños. Es volver con el amigo que nunca se fue, el compañero de batallas interminables, que algunas perdíamos y otras ganamos”.
Y mientras Valledupar se viste de fiesta para homenajear a la Dinastía López, Villazón se despide con una frase que nunca deja en el olvido: “Hay que amar lo que se hace con todo el corazón”. Además invita a todos los colombianos a agasajar a Los hermanos López cantando con alegría el coro De amanecida, una de sus canciones más solicitadas:
Y de amanecida tú y yo nos vamos
Porque así es la vida del enamorado
Fotos: Vallenatofm, Inetrvallenato, elvallenato.com, Youtube, archivos Iván Villazón