@NataliaGnecco
Insistir, persistir y nunca desistir parece ser el lema que siempre acompañó al nuevo Rey Vallenato. Desde sus inicios allá en Montería al lado de su abuelo Vicente De Santis, quien le compró su primer acordeón; cuando enamoró de la nota pesarada del negro Alejo, hasta su aprendizaje con grandes maestros en Barranquilla, su sueño de ser el mejor nunca se desvaneció, hasta presentarse trece veces en el Festival de la Leyenda Vallenata.
Ahora, lejos de la ovación del público, en la intimidad de su hogar en Barranquilla, Mauricio De Santis no esconde el orgullo que siente por el apoyo incondicional de su familia, pues confiesa que casi tira la toalla, pero gracias a ellos superó todos los obstáculos, sonriendo dice: “tuve tropiezos este año, pero me acompañaron dos grandes artistas Memo Granados en la caja y Álvaro el Ñame Mendoza en la guacharaca, su presencia me hizo crecer ante los ojos del público”
Resulta que el cajero que inicialmente integraba el conjunto de Mauricio, Manón Castilla, no pudo resistir más allá de los ensayos debido a los estragos del chicunguña y a última hora fue Memo quien se unió al proyecto, pero Mauricio no se desanimó, llegó a la tarima con mucha expectativa, por eso concluye: “Como dicen por ahí, no hay mal que por bien no venga, convencimos y ganamos”.
Para De Santis es claro que ningún acordeonero que haga su primer debut se lleva la corona, con certeza afirma: “Se ha vuelto ya costumbre en el Festival participar varias veces, porque hay que hacer camino, es un proceso. Por ejemplo cuando Fernando Rangel se coronó Rey en el 2012, ya había participado cinco veces, ese año el tercer lugar lo obtuvo Javier Matta, quien también viene subiendo cada peldaño ”.
Rodeado de tantos maestros de la música vallenata es complicado adivinar cuál es el ídolo de Mauricio, pero con el carácter extrovertido que lo caracteriza él no duda un instante en proclamar a su acordeonero estrella, Alejo Durán, tanto así que por eso incluyó en su repertorio el merengue Mi viaje fracasó y a la hora de interpretar un son se fue por La pelionera.
Y es que Alejo Durán ha estado tan presente en el proceso creativo del nuevo Rey Vallenato, que con picardía recuerda cómo la primera canción completica que logró interpretar en el acordeón fue La cachucha vacana, canción que lleva prendada en el alma, pues era la única que se sabía y bueno como me cuenta que la tocó tanto, tanto, imagino que casi enloquece a sus vecinos.
Al ver a un joven profesional con tanta tenacidad, uno se pregunta cuál debe ser la esencia de un buen acordeonero, a lo cual Mauricio responde inmediatamente: “lo más importante es su creatividad, pero manteniendo siempre la esencia del vallenato, cualquier acordeonero toca música moderna o el famoso brincoleo, pero lo difícil es saber respetar el vallenato y crear melodías basados en ese legado”.
No hay duda que De Santis sabe en qué potro está montado, ser Rey no es cualquier cosa, por eso con mucha entereza afirma: “La misión de un Rey Vallenato es preservar la tradición, velar porque nuestro folclor siga vigente, que no muera a pesar del bombardeo de productos que son muy comerciales, que desbordan las ventas, pero son efímeros”
Tener preparación académica es un plus
A pesar que la competencia fue muy exigente, Mauricio tuvo tiempo para ir a varias parrandas en Valledupar, compartir con sus colegas y muchos visitantes que se sienten atraídos por las tradiciones de la ciudad del gran Cacique Upar, así fue como se tropezó con personas provenientes de México, Canadá, Venezuela, España, Argentina, algo que anima al Rey a trabajar por la difusión del folclor, pues es obvio que el vallenato ya traspasó las fronteras.
Retomando su investidura, el Rey me revela que practica el acordeón dos horas diarias, ya cuenta con cinco acordeones, pero espera con impaciencia su nuevo trofeo, todo esto lo combina con su profesión de abogado, porque cada vez los artistas se cultivan más, al respecto Mauricio me explica: “ Ser un acordeonero profesional demuestra existe una conciencia que ser músico requiere una preparación académica, hay que educarse para saber comportarse, expresarse bien, todo esto ayuda a la imagen que proyectas, así se evitan excesos, como hemos visto algunos artistas sin educación que hacían quedar mal al folclor. Una preparación académica nos da un plus”.
Las anécdotas de Mauricio durante todos estos años de concursos son innumerables, pero en la final del 2014 uno de los micrófonos para el bajo le falló y él no se dio cuenta, siguió su presentación, al bajarse de la tarima se desilusionó mucho cuando un amigo le dijo que no se había escuchado bien. Pero todo esto son gajes del oficio, que lo han ido formando, el Rey recuerda que de niño no había fiesta familiar donde no lo pusieran a tocar, por eso explica: “eso me estresaba un poco, a veces ni iba a la fiesta, pero al crecer lo fui disfrutando más”.
Como complemento a su habilidad en el acordeón, Mauricio ha hecho sus pinitos en la composición, como el son Flores para el festival que es de su autoría, por eso aprovecho para preguntarle al lado de qué intérprete vallenato le gustaría alternar y ni corto ni perezoso me anuncia: “Iván Villazón se desvió un poco del vallenato clásico, pero en sus últimos trabajos retornó a sus raíces, así que él sería mi primer candidato, seguido de Peter Manjarres siempre y cuando, interprete canciones vallenatas, como su álbum “Solo Clásicos”, un éxito tan rotundo que se ganó el Grammy Latino 2009”.
La agenda del nuevo Rey Vallenato apenas comienza, de lejitos se ve muy apretada comenzando por las obras sociales que beneficiará de la mano de los organizadores del Festival de la Leyenda Vallenata; el encuentro de Reyes Vallenatos en el teatro Julio Mario Santo Domingo; el Festival Vallenato de Monterrey México, pero la cita más importante ya cumplió Mauricio y fue honrar con este premio la memoria de su abuelo Vicente, ese inmigrante italiano proveniente de Castelnuovo di Conza quien vio en su nieto un talento y lo supo cultivar.
Agradecimientos: Familia Vergara De Santis
Fotos. Mauricio De Santis- El Pilón