@NataliaGnecco
La decisión de muchas mujeres de no tener hijos sigue ganando terreno en nuestra sociedad, a tal punto que muchas jóvenes como Alexandra son partidarias de la frase “el tener todo, incluye no tener hijos”. Ya no es sólo una tendencia de moda que abanderan artistas de la talla de Cameron Díaz, quien gritó a los cuatro vientos que no tener bebés puede realmente hacer las cosas más fáciles, aunque esto no implica que sea una decisión fácil. Mejor dicho, es toda una filosofía de vida.
¿Pero qué hace que mujeres entre 25 y 45 años que generalmente, pertenecen a un sector socioeconómico medio alto prefieran una vida libre de hijos? Alexandra, community manager de una entidad estatal, me confiesa que así su suegra se muera de ganas de ser abuela, no va a ceder ante esta petición, porque su prioridad no es un hijo.
Diana agrega que colectivamente vivieron el drama de niñas/ niños obligados a ser papás y mamás, todo esto sumado al drama de los padres, abuelos o tíos que segregaron a los infames padres adolescentes, por eso asegura: “creo que esa realidad nos hizo plantearnos a muy temprana edad las inconveniencia de ser padres, porque para nosotros se resumía a esfuerzos y privaciones”.
La periodista complementa diciendo que las noticias crueles, el terrorismo, el efecto invernadero, la hambruna, el agua que se acaba, la erosión, etc, etc apoyaron la idea de que traer hijos al mundo era un acto despiadado con un ser humano inocente. Sin embargo, se apresura a decir que a medida fue madurando se dio cuenta que la vida es igual de fácil o difícil para personas con o sin hijos, porque las dificultades no se limitan a si tienes o no una descendencia.
Tener un hijo no significa realizarse
Al igual que Alexandra, Paola mantiene una relación de varios años con su pareja y tiene muy claro que así su mamá le insista en tener bebés para no quedarse sola, los hijos hacen su vida y se van, por eso comenta: “Esta generación vive aún más despegados de sus mamás, son individualistas, a mi nada me asegura que me van acompañar en la vejez. Además, veo a mis amigas con hijos que no tienen un solo minuto para ellas, su fin de semana es esclavizante, no disfrutan la vida, hace marras no van a un cine, a un buen restaurante, tienen cero tiempo para ellas”.
Por su parte Marcela economista de 45 años defiende siempre su posición ante amigos o familiares que juzgan su decisión de no tener bebés, ella aclara: “la gente piensa que soy inmadura, egoísta e irresponsable, pero la verdad no pienso salir corriendo a un banco de semen a inseminarme o adoptar un mocoso porque me divorcié, no tuve hijos y mi reloj biológico está corriendo. Los niños me encantan, disfruto mucho de mis sobrinos, pero no me le mido a ser una madre soltera. Un hijo no es una mascota.”
En campaña contra la paternidad
¿Pero qué lo motivó a tomar esta decisión que a muchos les pareció en su momento una insensatez? Sonriendo Nelson afirma. “siempre pensé que había demasiados chinos, que antes de hacer uno prefería adoptar y finalmente opté por la vasectomía.
Al ver el signo de interrogación en mi rostro, Nelson se apresurara a reflexionar: “¿Que si estoy arrepentido? Nunca, al revés, trato de convencer a todo el que puedo, de no tener hijos. Mi primera esposa Johana vivió conmigo quince años a sabiendas de mi decisión y a pesar de que pudo haber sido mamá, nunca lo hizo. Mi actual compañera tiene 28 años y también la convencí de no traer más criaturas al mundo.”
Así la paternidad sea el regalo más hermoso sobre la tierra, para Nelson tener más de un hijo en esta época es una locura, pues si lo pone en una balanza, pesa más el sacrificio. Por ahora continua con su campaña, y remata diciendo: “el que esté dudoso, que me llame, al menos trataré de convencerlo”.
Fotos: Profesionales panamá net, abc, postabortos