@NataliaGnecco

Saber que Colombia está cada vez más cerca de la paz, es una noticia muy positiva que aún estamos en proceso de asimilar, luego de 50 años de conflicto armado que ha dejado seis millones de desplazados. Curiosamente, este anuncio que el Gobierno de Colombia y las Farc hicieron desde La Habana Cuba coincide con el lanzamiento de la campaña de prevención Más Niños Menos Alias, sobre reclutamiento de adolescentes en el conflicto armado colombiano y el estreno nacional el próximo 12 de noviembre de la película Alias María.

“Las abejitas”, que de acuerdo con un informe de Human Right Watch es la manera como los guerrilleros llaman a los niños combatientes, por ser capaces de picar antes de que sus enemigos se den cuenta que están siendo atacados, por fin son protagonistas del séptimo arte en nuestro país. Toda esa violencia que ha marcado su infancia sirvió de inspiración para las piezas que circularán a través de internet y salas de cine para promover talleres con jóvenes entre los 12 y los 20 años en diferentes regiones del país, con miras a la prevención de este flagelo.

Sin duda alguna, el tema de la desvinculación de los niños de la guerra es unas de las mayores preocupaciones y expectativas que tenemos muchos colombianos frente a la firma del acuerdo por la paz, después de todo, las alarmante cifras sobre el reclutamiento son nuestro pan de cada día:  “de 17.345 desmovilizados de la guerrilla desde 2002, casi la mitad dijeron que los reclutaron siendo niños y sólo el año pasado 278 menores se entregaron a las autoridades tras huir de las Farc”.

Es por eso que Alias María, la historia de la niña guerrillera de 13 años que tiene la misión de proteger al bebé recién nacido de su comandante, en medio del conflicto armado, llega a la pantalla grande en un momento crucial para el país, porque la indiferencia no nos puede seguir dominando. Y nada mejor que hablar con el director de este largometraje, José Luis Rugeles para conocer cómo interpreta este momento histórico, desde Grecia, con mucha humildad me confiesa: “Con o sin acuerdo de paz, queremos producir en el espectador un profunda reflexión sobre cómo nos vamos a comportar frente a este guerra heredada, para contribuir a una transformación de esta sociedad viciada por la violencia”.

Rugeles afirma que la historia de la violencia de Colombia es muy difícil de explicar pues termina siendo contradictoria y enredada, por eso Alias María se enfoca en contar la experiencia humana, las consecuencia de muchos años de guerra y lo absurdo que resulta saber que nuestros niños hacen parte de ella. Con calma puntualiza: “nuestro discurso no es ni binario, ni tampoco tiene ninguna filiación política. Es simplemente humano”.

Ante la expectativa de firmar un acuerdo de paz en seis meses, el director se limita a contestar: “sólo espero que esta película nos dé la capacidad de vernos como individuos y nos permita dejar de esperar que la paz provenga del Estado o los grupos al margen de la ley, sino que nos haga entender que es un acto colectivo de reconciliación y memoria para no repetirnos”.

Si bien José Luis asegura que hablar de reclutamiento es algo muy complejo, porque según él existe un límite entre lo que es la palabra forzado y voluntario en este caso (no literario) que se desdibuja, pareciéndose a un mismo término, es muy enfático al afirmar que hace cinco años cuando el guionista Diego Vivanco empezó la investigación, el reclutamiento de menores era una temática que se trataba en pequeños círculos, sin embargo  hoy esta problemática se ha vuelto más mediática.

La verdad hablar sobre los desvinculados, de posconflicto se ha vuelto parte de cotidianidad colombiana, pero es obvio que aún falta mucho camino por recorrer. Abordar el tema de la resiliencia en niños que han padecido tantos períodos de dolor emocional y situaciones violentas merece otra película,  pero Rugeles es optimista al  decir: “estos niños se enfrentan a una sociedad indiferente y llena de rencores, pero creo que es posible superar la adversidad, es una realidad si queremos reinventar un nuevo destino”.

de hecho ver el daño que la guerra le deja a sociedad a través de una niña de 13 años le dejó a José Luis una gran experiencia en la vida, por eso al preguntarle qué fue lo que más lo impactó al producir el largometraje, sin rodeos responde: “ la guerra, lo absurdo que es, pero ante todo que haya gente que esté dispuesta a seguir otros 50 años en una guerra sin sentido”.

La paz es responsabilidad de todos

La campaña “Más Niños Menos Alias”, la cual se basa en un ciclo de talleres artísticos y audiovisuales dictados por el equipo creador de la película, es una excelente iniciativa para  para despertar la conciencia de los colombianos,  ha contado con el apoyo de USAID y de la Organización Internacional para las Migraciones OIM, Benposta Nación de Muchachos, Fundación Familia Ayara, ACNUR y la Comisión Intersectorial de la Vicepresidencia de la República, entre otros.

El equipo ha realizado ya varios talleres de contenidos audiovisuales en zonas con altos índices de violencia, transformando a través de las cámaras su visión del mundo, los cortometrajes, videos y materiales generados, próximamente estarán disponibles on-line para quienes quieran multiplicar esta experiencia.

Para Rugeles es claro que tanto Alias María como la campaña “Más niños menos alias”, busca sensibilizar a una sociedad indiferente desde lo que podemos y sabemos hacer: que es contar historias”. Al reconocer que todos tenemos una rol que desempeñar para poder construir la paz, José Luis, sin saberlo coincide mucho con lo que Ágape por Colombia siempre ha promovido: “la paz es responsabilidad de todos.”

Para quienes no conocen a Ágape por Colombia, es un organismo sin ánimo de lucro, conformado en su totalidad por voluntarios colombianos que han venido operando en Canadá y en Colombia. Fundado en 2007, su misión es apoyar a las víctimas del conflicto armado, particularmente a los jóvenes excombatientes, contribuir a la reintegración social la reconciliación y el fortalecimiento del tejido social en un país desgarrado por el conflicto.

Finalmente, las lecciones sobre reclutamiento que tenemos alrededor de nosotros son muchas,  Alias María, con su campaña «Más niños menos Alias» es sólo un ejemplo, pues otras organizaciones  como  Ágape , luchan por conseguir financiamiento para lograr la reconciliación entre  los ex niños soldados,  las víctimas del desplazamiento forzado, del  secuestro , los miembros de las comunidades indígenas,  la sociedad civil  y con mucho esfuerzo  han logrado producir   beneficios duraderos para los participantes.  La lección que nos dejan hoy es tan simple como cuestionarnos: ¿qué estamos haciendo individualmente  por construir la paz?