@NataliaGnecco
“A mi carro le grito cuando corro, le pido que se mantenga derecho antes de una carrera, pero después lo felicito, lo consiento mucho y si no lo veo todos los días me pongo de mal humor”. Con estas emotivas palabras Liliana Tajeldin Tajeldine describe su pasión por las pistas que la ha llevado a ostentar el récord en la modalidad de Piques de Cuarto de Milla en la Costa Atlántica, Colombia y Latinoamérica, a bordo de su amado Pegaso.
Al verla sentada frente al volante de su poderoso Mustang es difícil imaginar que lo que comenzó como un juego de adolescente, de manera irresponsable, a escondidas de sus padres, se convertiría en un deporte de alta competencia para ella. Sus papás le prohibieron su hobby, tanto por el riesgo físico como por considerar que era una actividad para hombres, lógicamente una señorita conduciendo como loca no se veía bien, pero el bicho de la velocidad prevaleció al pasar el tiempo y fue así como Liliana acordó con su esposo correr, esta vez en un espacio controlado con todas las reglas y equipo de seguridad.
Es increíble, pero detrás de su mediana estatura se esconde una mujer de armas tomar, que confiesa sentirse afortunada por tener dos equipos de carrera: uno al cual pertenece y acumula puntos llamado Escudería Women’s Racing Team – WRT integrado por once mujeres muy solidarias y otro que le brinda el soporte técnico, conocido como Auto Dynamics.
Sin embargo, convertirse en la mujer más rápida de Colombia ha requerido de mucho esfuerzo, Liliana lo resume como un sueño que se fue cristalizando cuando estaba a casi 4 segundos del mejor registro nacional. Con aplomo explica: “Me iba acercando a mi meta que era el mejor registro 11,2 segundos de una corredora espectacular que fue mi motivación y ejemplo a seguir, lastimosamente ella ya no compite, pero aún mantiene su registro. Entonces algunas personas me hacían dudar porque el mejor registro era de un vehículo de tracción integral AWD, un Nissan GTR precioso, el cual se caracteriza por ser lo opuesto a un Mustang. El Nissan es un auto muy confiable de manejar con poco índice de accidentes… pero nunca dejé de creer en mi sueño y ¡hoy después de tanto esfuerzo lo logramos!”.
Al preguntarle cómo se preparó para ganar la Copa Verano 2016 de Piques Cuarto de Milla en Barranquilla, con franqueza Liliana dice: “nunca me preocupé por ganar esta competencia, sólo quería mejorar mi registro personal y lo conseguí. Sin esconder su apasionamiento por este deporte, ella afirma que lo más importante es confiar en su auto, pues lo principal al conducir es conocer los límites y ella conoce muy bien su Pegaso, el cual cada día la sorprende más. Sonriendo aclara: “de mecánica sé muy poco, pero eso no quiere decir que a diario no indague acerca de todos los cambios o mejoras que le hacen a mi Pegaso”.
Como toda una amante de la velocidad, a Liliana no le amedranta hablar de retos, por eso con seguridad afirma: mi mayor desafío ha sido conducir un Mustang de 800 HP, pues es el vehículo con mayor índice de accidentes. El año pasado a nivel mundial, el problema se atribuyó a la irresponsabilidad de algunos propietarios de los Mustang por soltar todos los controles de tracción del vehículo sin intentar escalar poco a poco el conocimiento y maniobrabilidad del mismo. Los Mustang son vehículos muy potentes de fábrica y cabe destacar que el mío tiene el doble de potencia que un Mustang Stock, los cuales ya son bastantes peligrosos. Por eso ha sido toda una aventura competir, porque la mayoría de las personas apostaban a que no podría completar ni el primer pique”.
Quiero competir en Tocancipá
Hablar sobre las competencias de Cuarto de Milla en Colombia puede sonar a “chino” para muchos, pero es curioso saber que al igual que Liliana muchos pilotos de este deporte también hicieron sus pinitos en escenarios callejeros, los cuales se han ido convertido en fastuosos estadios como los de Pasadena y Sacramento en Estados Unidos. Para quienes apenas escuchamos hablar de esta especie de adrenalina es bueno saber que no sólo en Norteamérica se vive al límite, en Puerto Rico y en Aruba es prácticamente el pasatiempo favorito de la población.
Los protagonistas y fans del Cuarto de Milla han ido aumentando con el tiempo en nuestro país, por eso le pregunto a Liliana a qué famosos admira y ella con mucho profesionalismo responde: “las personas que admiro no son famosas, las fui conociendo a lo largo de este camino, como los pilotos con vehículos tan complejos que son dignos de reconocimiento, mis colegas del equipo YENKO y del FENIX Team Custom Chassis o muchos otros que he aprendido observar para aprender de ellos”.
Liliana explica que en total son 12 válidas anuales que incluyen dos copas internacionales: la Copa Carnaval y la Copa Verano, la cual acaba de ganar y con orgullo agrega: “nuestra próxima válida será el 10 de julio en el Autódromo MotorPark. Quiero competir en Bogotá, pero aún no obtengo mi licencia de piloto profesional, desafortunadamente este mes no pude asistir al curso por mis problemas de salud, pero confío en Dios que pueda inscribirme en septiembre y aprobarlo para poder cumplir otro de mis sueños”.
Y como el 17 septiembre está agendada la competencia de Cuarto de Milla en Tocancipá, los ojos de Liliana se llenan de ilusión y explica: “ Quiero demostrarme a mí misma que mejoraré los tiempos de mi carro a una altura de 2.640 mts. Bueno eso intentaré, entiendo que Tocancipá es una pista muy difícil y la línea de frenado tiene menos de 100 mts, motivo por el cual es tan respetada, pues nuestros carros superan los 220 km/h en los 402 mts”.
Como es natural, durante las carreras se sortean muchas dificultades, las cuales hacen parte de los gajes del oficio, pero no está demás hablar sobre el tema con Liliana, quien se apresura a responder: “cada válida llega con nuevos problemas mecánicos, debido a que a veces las decisiones que tomamos para mejorar el vehículo y bajar de tiempo no son las mejores, ni las más acertadas. Como consecuencia aumentamos el tiempo de pista y es precisamente en este instante cuando todos, incluyendo a los miembros de Auto Dynamics sufrimos de desánimo, pero igual entendemos que en este deporte, las mejoras son definidas como error y prueba, hasta que logremos los mejores resultados.
Mi esposo es mi maestro
Liliana Tajeldin Tajeldine es de origen venezolano, pero siempre compite a nombre de su ciudad de adopción Santa Marta, pues allí reside con su marido e hijos. Cuando pasamos al plano familiar su satisfacción es muy grande y sin ocultar su agradecimiento dice: “mi esposo es mi instructor de manejo, siempre está conmigo en la pista y mis familiares en la tribuna, todos ellos me dan el apoyo necesario”.
Al lado de la familia, nunca fallan los amigos para seguir alentando a la ganadora de la Copa de Verano. Carolina es una de sus compinches en Santa Marta y no escatima elogios al momento de hablar de su amiga: “Lili es una berraca en todo el sentido de la palabra, no sólo por su perseverancia o su exigencia en los piques, sino en su vida personal, pues tiene metas claras y sabe para dónde va. Entre más dura es la prueba, más empeño le pone, es un haz al volante.
Ella tiene un carácter fuerte que aplica para cumplir con sus objetivos, pero en el seno de su familia, en la intimidad, con sus hijos es súper amorosa. Además, la acompaña un positivismo inigualable que le ha permitido superar con éxito en las pruebas tan duras que le ha dado la vida”. Por su parte Lupe, su suegra complementa: “ mi nuera es un ejemplo para todo aquel que padece de cáncer, pues en lugar de quedarse lamentándose en su casa, lucha para que la vida no le cambie
Antes de despedirme Liliana me confiesa que al pensar en su tierra natal Venezuela siente nostalgia, alegría, tristeza y piensa en todas las personas valiosas de su familia. Suspirando profundamente decide dejarles un mensaje a todas las mujeres colombianas: “mi lema es que luchen, se esfuercen por sus sueños, que nunca se detengan, nunca se conformen hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente. Que no permitan que nadie derrumbe sus sueños, pues lo único que no tiene precio en la vida es soñar”.
Fotos. Archivos Liliana Tajeldin Tajeldine
Agradecimientos: Lupe Hernández – Liliana Tajeldin Tajeldine